miércoles, 29 de diciembre de 2010

Palabras para jugar y hacer poesías







Si bien he reseñado en este blog muchos textos de narrativa para niños –tal vez también porque es el género que más se edita- me gusta leer mucho poesía y teatro.
En esta oportunidad quiero hacer mención a la poética de una autora argentina, María Cristina Ramos, que se atreve a la poesía aunque también escriba narrativa. Voy a comentar tres textos que, creo, son bien interesantes para abordar este género y zambullirse en la poética de una autora que reivindica el juego con las palabras, el folklore infantil, y un mundo donde la miniatura se transforma en una de las bellas artes. Éstos son: Barcos en la lluvia con ilustraciones de Claudia Legnazzi editado por FCE en 2007, Historias de hormiguero con ilustraciones de Viviana Bilotti editado por Siete Vacas también en 2007 y La escalera con ilustraciones de Natalia Colombo editado por Edelvives en 2009.

Barcos en la lluvia relata el juego en el que Teresa y Lucía se involucran para entretenerse una tarde de lluvia. Cada una propondrá una lista de palabras para que la otra invente una “frase muy larga/que se muerda la cola” en la que las incluya. Palabras que funcionan como una enumeración caótica, sin sentido y disparatada crean frases donde se reivindica la metáfora y el juego del lenguaje. Una hoja de papel que se transforma en barco y que es el medio a través del cual cada una de las niñas dialoga y presenta cada una de las frases que crea. A su vez, cada texto construye una historia donde las palabras son protagonistas y, junto con las ilustraciones elaboradas a partir del collage, los colores intensos con pinceladas al estilo Gaudí, paisajes surrealistas y del norte de Europa, imágenes que tienen algo de Marc Chagall y sus caballos voladores, tejen tramas de sentido que disparan hacia múltiples dimensiones. Por ejemplo, “zapatilla, corbata/ espuma y corazón” da como resultado “Las zapatilla viajan con una/corbata suave como espuma/que vuela enlazada a una nube./El cielo es un traje negro que/no sabe que las zapatillas viajan...”
Historias de hormiguero es un recorrido por el mundo en miniatura de las hormigas como un universo liliputense donde cada uno de estos insectos vive su vida de hormiga. María Cristina Ramos pone la lupa en ese mundo diminuto para narrar las historias de esta comunidad de patitas cortas recuperando el folklore infantil, la leyenda, el romance, la poesía narrativa, el juego poético de la rima para contar quién es quién en este hormiguero. Así desfilan “El carpintero” que presenta la vida de aquel que “En torre de arena/tiene su taller,/las puertas talladas/con un alfiler./ Martillo que suena/una y otra vez,/tornillos chiquitos,/clavos de papel. (...)” o “Largo llover” donde se narra la leyenda de un aguacero donde “las hormigas usaban/flotadores en los pies” “Y tanto siguió lloviendo/que tuvieron que aprender/a nadar como los peces,/como los sapos, también.”
La escalera presenta un abanico de historias donde se focaliza en protagonistas impensados como un ciempés temeroso, una gusanita que teje, una ventanita de un diente caído, una ranita herida en un huesito, una abuela que teje, entre otras. Cada uno de los relatos en verso que conforman este libro son instantáneas donde Ramos fija su mirada y descubre un detalle, un gesto, una perspectiva nueva en la, otra vez, el folklore infantil, el romance, las adivinanzas están presentes. Así en “La escalera”, que da título al volumen, cuenta la historia de un ciempiés que tiene miedo de subir una escalera –“El ciempiés no se animaba;/la noche le daba pena/y un suspiro le enfriaba/las patitas delanteras”-; “Pescador” se detiene en un animalito que se ha posado en un anillo “con piedrecita de mar” y que se sostiene como un equilibrista. O “De hilo blanco” donde una abuela y una niña comparten un momento de intimidad donde la costura cose con un hilo el sueño de la niña.
Tres libros de poesía que vale la pena leer y descubrir. En cada uno de ellos el lenguaje teje historias y sentidos que nos permiten descubrir una poética marcada por el redescubrimiento del detalle, la miniatura y la potencia de las palabras.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Libros para regalar




Llegan las fiestas y el momento de decidir qué regalar. Si bien me encanta regalar no me engancho en la locura consumista de las fiestas, las colas en los shoppings y la compra de regalos absurdos que duran un día. Siempre prefiero regalar libros, discos, películas o alguna artesanía.
Hoy me gustaría rescatar del olvido algunos libros para niños que, lejos de la novedad, se pueden considerar –en algunos casos- clásicos de la literatura. En vez de reseñar las novedades o los hallazgos, en este post seleccioné algunos textos que creo pueden ser regalos interesantes para estas fiestas.
¿Por dónde empezar? Siempre que hacemos listas de los libros que más nos gustan, que nos dejaron huella, significativos para uno es difícil porque la lista que parecía ser corta se va agrandando cada vez más.
Un libro que me gustó mucho y siempre recomiendo es Libro de los prodigios de Ema Wolf (publicado en Norma, 2003), un libro de cuentos donde los personajes se transforman, mutan, cobran formas inesperadas, hacen cosas impensables y dejan al lector sorprendido y maravillado. Es un libro que si no estuviera en una colección para niños, podría ser considerado un libro para adultos por su riqueza en la construcción narratológica, las historias que cuenta, los intertextos, entre otros aspectos.
Otro libro que me busca volver cada tanto, cuando tengo ganas de leer una historia de inmigrantes –que a mí me encantan-, es Memorias de Vladimir de Perla Suez (Alfaguara, 2007 aunque su primera edición es de 1991). En esta nouvelle Suez relata la historia de un niño que emigra a América escapando de las purgas del Zar Nicolás II en Rusia y elige narrar usando el género epistolar y haciendo un juego de temporalidades bien interesante. Se trata de una historia triste y fascinante.
Las visitas de Silvia Schujer (editado también por Alfaguara por primera vez en 1991 pero reeditado muchas veces) es una novela donde un joven narrar sus vivencias y sentimientos frente a la situación de tener a su padre preso. Una historia de iniciación, crecimiento y descubrimiento de la realidad tal cual es.
Un texto que leí hace muy poco y que me encantó lo recomendaría mil veces para regalar: Toby de Graciela Beatriz Cabal, editado por Norma en 1997 y que ha sido reeditado. La historia de un niño con capacidades diferentes contada desde su propia percepción. Un relato conmovedor y escrito con pasión.
Tres libros ilustrados que me gustan mucho: Lo que hay antes de que haya algo (uno de terror) de Liniers (Pequeño Editor, 2007); La invitación de Mónica Melo y Katana (Magma ediciones, 2010) y La Caperucita roja de Perrault en la edición ilustrada de Irene Gotlibowski para Ediciones del Eclipse, 2006.
No me olvido de Trenes y La durmiente de María Teresa Andruetto e Istvan, ni de Sucedió en colores y El espejo africano de Liliana Bodoc, ni de Recuerdos de Locosmos de Ricardo Mariño y de tantos otros más que me gustan mucho. Pero esta vez quería elegir algunos libros clásicos y otros más nuevitos, como los ilustrados, que creo son regalos hermosos para hacer para estas fiestas.
¿Cuáles elegirían ustedes? ¿Qué regalan para las fiestas? Espero sus comentarios! Besos,
Val

viernes, 17 de diciembre de 2010

Un caleidoscopio de poéticas


Para cerrar la semana, invité a Carla Chaves -ex alumna del seminario de Literatura infantil que dicto en el IES 1- a reseñar el libro que editamos para las II Jornadas de Poéticas de la Literatura argentina para niños, realizada el 5 de noviembre pasado. Espero que les guste.

“El tubo giraba en sus manos y delante de sus ojos aparecían rebaños de colores, flores locas, explosiones azules, rojas, verdes. Era una calesita para pasear el ojo abierto”
Devetach, Laura (2007) “El brujo de los tubitos” en El enigma del barquero, Bs. As., Sudamericana.

El señor calesitero nos mira detrás de las rejas de su refugio: la garita para sacar los boletos. Esos boletos mágicos que nos permiten girar y girar en la calesita. Le pedimos uno de esos y nos subimos al libro Literatura argentina e infancia: Un caleidoscopio de poéticas. Las compiladoras Cristina Blake y Valeria Sardi nos presentan este libro lleno de ponencias, lleno de vueltas y vueltas “para pasear el ojo abierto”.
Apenas subimos a la calesita imaginaria nos encontramos con la grata sorpresa de oír las voces de dos importantes autores de la Literatura argentina para niños: María Teresa Andruetto y Ricardo Mariño. Esas voces leídas y oídas son como susurros en nuestros oídos. Son como encontrar libre aquel caballito que sube y baja y es nuestro preferido. Entonces, comienza a girar lentamente la calesita.
En cada vuelta vamos descubriendo nuevos paisajes, nuevos detalles, que miramos con los ojos bien abiertos. En la primera vuelta por este libro nos encontramos con los libros álbum. En las ponencias las autoras nos sumergen en distintos rasgos de la poética de Isol: Melisa Chennales nos habla de cómo esta autora rompe los límites y se desborda; Flavia M. J. Krause recorre los textos de la autora poniendo énfasis en cómo representa a los niños; y María Elena Maglio analiza la inteligencia y la fuerza de las historias de Isol. Además, Gimena Crena recorre los textos Haiku, El señor Medina y Llaves de Iris Rivera a través de las imágenes poéticas y más allá.
Segunda vuelta en calesita: viaje al pasado. Relecturas: Soledad Pérez, que rescata del arcón de los recuerdos el libro Marisol sueña que sueña que sueña de Benardino Rivadavia; Laura R. García lleva a cabo un análisis profundo de dos grandes libros: Con este sí, con este no. Más de 500 fichas de literatura infantil argentina de Ruth Mehl y La literatura para niños y jóvenes. Guía de exploración de sus grandes temas de Marc Soriano; por último, Adriana Marconi y Esteban J. Fernández se aventuran en las representaciones de niñez en las poéticas de Isol, María Teresa Andruetto y Laura Devetach.
Tercera vuelta: es hora de enfrentarse al espejo y construir nuestra propia imagen de niños. En estas ponencias a través de los textos: La pandilla del ángel de Beatriz Cabal; “Cartas a Papá Noel” y Caperucita roja (tal como se la contaron a Jorge) de Luis M. Pescetti; “Irulana y el Ogronte” y Otroso de Graciela Montes las autoras Bárbara Barrangú, María V. Fratto y Graciela N. Carám profundizan sobre la construcción de la identidad.
Cuarta vuelta (todavía no nos mareamos) llegamos al mundo de la poesía y las autoras de estas ponencias (Alejandra Aracri; Valeria Lúpori; Elena Stapich y María J. Troglia; María G. Casalins y Mónica A. Días Leal; Lucía González; María F. Ortíz; Y Cecilia M. Labanca) entablan un diálogo con María Elena Walsh, María Cristina Ramos, Gustavo Roldán y Laura Devetach para acercarnos a sus prácticas escriturarias.
Quinta y última vuelta en calesita (¡qué rápido que terminó la aventura! O al menos eso nos parece) los clásicos nos esperan para ser releídos, reescritos y/o reinterpretados. Los autores de estas ponencias nos llevan a un viaje a través del tiempo: María del Carmen Gurtubay, Estela Kallay y Andrea Vilariño reflexionan sobre las nuevas “Caperucitas rojas”; Adrián Ferrero nos lleva a una Odisea a través del texto El viaje de Hector Tizón; Natalí Mel Gowland analiza la subversión de los cuentos de hadas; y Adriana Vulponi realiza una lectura con tinte etnográfico de Stefano de María Teresa Andruetto.
La calesita se detiene, pero no estamos tristes porque tenemos suerte ¡sacamos la sortija! y ésta nos da un pasaje más para sumergirnos en este libro, en este caleidoscopio de poéticas.

martes, 14 de diciembre de 2010

La escritura como artesanía







El sábado estuve en la casa de mi amiga Cristina y aproveché esa visita para pedirle a Cris algún libro con imágenes de niños leyendo, porque estoy haciendo una selección de ilustraciones para un material en proceso de edición. Primero pensé en buscar alguna imagen en la revista PBT, ya que ella tiene la colección completa, pero luego Cristina me dio el libro que hoy quiero reseñar y que, creo, es una joyita de la industria editorial italiana: Il libro di de Colonesse Editore, 1998.
Es un libro con páginas en blanco destinado a niños que quieren escribir. Se inicia con un texto donde un narrador le habla a un niño, Luca - “Ey tu, niñito, hablo contigo, Luca. Debes ponerte a escribir. Gaetano está esperando. (...) Te esperamos porque queremos conocer tus pensamientos, tus ideas, tus sentimientos”, como si se tratara del lector, invitándolo a que escriba sus propias historias.

El texto que da inicio al libro es una invitación a que los niños dejen por un rato de navegar en Internet y escriban porque, dice “escribir ayuda a poner en orden las ideas...Y es algo que viene del corazón, porque la palabra es “palabra del deseo.” Y, además, propone escribir con la lapicera fuente, “que deja signos negros de tinta, sobre el papel, mágico y agradable amigo, para tocar, acariciar, sentir entre las manos.”

Una serie de imágenes de escenas de lectura solitarias o en compañía que remiten a las viejas ilustraciones en tinta china funcionan como carátula para cada capítulo y dan cuenta de diversas representaciones sobre la lectura.

Esta joyita editorial invita a que cada lector se transforme en escritor e invente historias que se imprimen en el relato al ritmo de la pluma y, de alguna manera, apuesta a volver a la escritura como artesanía donde cada niño lector es creador de su propio mundo ficcional.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Un secreto bien guardado







Leyendo el otro día un artículo sobre literatura argentina para niños encontré la referencia a un libro de Liliana Bodoc que no conocía. Justo andaba por Av. Santa Fe y aproveché para entrar en el sector de literatura infantil de la librería El Ateneo Grand Splendid que está muy bien provisto. Ahí encontré un ejemplar del libro que buscaba: Cuando San Pedro viajó en tren editado por SM en 2008, ilustrado por Valeria Docampo.

Traté de recordar si había leído alguna reseña en las revistas que habitualmente leo de literatura para niños, algún comentario en algún suplemente cultural y nada. Tal vez estuve distraída durante el 2008 porque estaba escribiendo mi tesis pero no recordaba haber leído nada sobre este texto.

Dispuesta a encontrar alguna referencia sobre este texto, lo googleé y grande fue mi sorpresa cuando sólo encontré en el blog http://www.asombrosabibliotecailustrada.blogspot.com/ algunas imágenes de la ilustradora Valeria Docampo y dos links de la ilustradora donde podía encontrar más información: http://www.valeriadocampo.com.ar/ y http://www.docampo-valeria.blogspot.com/ Luego, sólo se trataba de páginas que me remitían a cómo viajar a San Pedro, trenes en Roma, trenes en Montpellier y blogs de viajeros. Pero nada de este libro de Liliana Bodoc.

¿Por qué no aparecía reseñado en ningún lado? ¿Por qué sólo se conseguía en algunas librerías (en Fedro me dijeron que no trabajaban con SM así que tuve que buscar por otros rumbos)?
Este libro, creo, es un secreto bien guardado para quien tiene la oportunidad de descubrirlo. Para quienes todavía no lo conocen, se los recomiendo. Para los que son fanáticos de Liliana Bodoc no pueden dejar de leerlo y para los que no conocen la literatura de Bodoc es un buen texto para iniciarse en su poética.
Cuando San Pedro viajó en tren es una historia de inmigración y desarraigo donde la tristeza de una madre y un hijo que parten de San Pedro a buscar un destino mejor en "la gran ciudad" viaja en el tren. Nicanor, el niño de nueve años, aprende a medida que avanza el relato que el viaje es una forma de encontrar una salida a las luchas de un "pueblo de ciento diez años cansado de pelear contra la dentadura de la gran ciudad, que le comía las orillas." Y el tren como medio de transporte que los aleja de San Pedro para viajar a encontrarse con su padre en la gran ciudad es un túnel desconocido, un misterio a ser develado pero también es el lugar donde Nicanor encuentra un interlocutor para poder decir lo no dicho, lo que viene callando y está dentro de su corazón.

El relato de Bodoc se entrama con las ilustraciones de Valeria Docampo que arman un álbum de fotografías del viaje, los sentimientos del niño, los encuentros en el tren y el tiempo que pasa y constituye un verdadero hallazgo. Cada imagen es una instantánea en la vida de Nicanor, pasada, presente y futura. Las ilustraciones en color y en sepia construye un contrapunto con los textos de Bodoc que, como siempre, tiñe de poesía la prosa y le regala al lector una historia de tristezas pero también de solidaridades y amistad.

Es hora de leer y releer, comentar y disfrutar este secreto bien guardado.
Si alguien lo leyó cuénteme qué les pareció y si no los invito a que descubran este texto.
Besos,
Val



viernes, 26 de noviembre de 2010

Historias de la Patagonia profunda


Sobre Azul la cordillera de María Cristina Ramos publicado en Norma, Buenos Aires, 2009.


Hace algún tiempo, una compañera de la cátedra, Valeria, me venía hablando de una escritora argentina, María Cristina Ramos, y de los textos interesantes que tenía publicados. Hace unas semanas, de visita en la librería Fedro, encontré este libro que hoy reseño. Leer Azul en la cordillera fue, para mí, un descubrimiento que me invita a seguir leyendo otros libros de esta autora.
Catorce relatos o catorce capítulos que relatan catorce historias y, a la vez, una sola historia: la historia de una escuela albergue en la Patagonia argentina donde cada niño y cada maestro acercan nuevas historias que enriquecen la vida en la escuela.

El texto Azul en la cordillera nos acerca relatos donde las montañas, el frío, el aislamiento, la pobreza, el conocerse a sí mismos y la memoria están presentes. Cada una de las historias que Ramos relata en este libro se cuentan con una prosa fuertemente poética que nos interpela desde lo que se cuenta y nos conmueve, también, desde cómo se lo cuenta. "El albergue" da inicio al relato y nos muestra los temores de un niño en su viaje a la escuela y en su primera noche lejos de su casa; "Adolfo" nos acerca la historia de un niño que extraña a su familia y quiere que llegue el día de volver a casa; "Donatila" da cuenta de la necesidad de hacer memoria y conservar la historia del pueblo mapuche y reconocer que esa tierra que pisa es propia; "Carmen" es la voz de una muchacha que ha tenido hace poco a un niño pero trabaja de empleada doméstica; "Deletrearte" nos acerca la historia de una maestra y el descubrimiento de su vocación, entre tantas otras historias.

La novedad de este relato en el campo de la literatura infantil argentina es que toma un escenario poco trabajado como es la Patagonia, un territorio aislado donde la pobreza, el trabajo duro, las historias de vida sometidas a la inclemencia del tiempo, la cultura mapuche y la memoria de un pueblo casi no están tematizadas. Además, nos acerca a estas tierras a través de las voces de sus protagonistas con una prosa poética que suspende los sentidos para dar lugar a las lecturas singulares de cada uno de sus lectores.

De todas las frases que marqué en el libro, comparto una con ustedes: "Tal vez será el calor rasante que sopla en la memoria, pero me quedo quieto para entrar al sueño y siento que otra vez está corriendo el agua. Y no sé dónde estoy. "
Los relatos de Ramos están muy bien acompañados por las ilustraciones de Mónica Weiss. Vale la pena adentrarse en esta cordillera azul.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El humor y Ricardo Mariño


Otra actividad de las II Jornadas de Poéticas de la literatura argentina para niños fue la conferencia de Ricardo Mariño que cerró el evento. En esta charla, Mariño presentó la relación que tiene con el humor como escritor y también como lector.

Partió de conceptualizar el humor como "una frase que es un tipo de metáfora, la metonimia" y como un "argumento reducido a una frase" y puso de ejemplo algunos textos propios como Cupido 13, "El colectivo fantasma", Cuentos espantosos y los relatos de Perdido en la selva.

También comentó cómo en su literatura trabaja con la parodia como en "La vaca es muy animal" incluido en el libro de cuentos Botella al mar, donde parodia la escritura escolar, especialmente el género composición, y el relato "El rapto" incluido en el volumen homónimo donde parodia registros literarios como el del policial negro y la gauchesca.

Otro aspecto en el que se detuvo, para referirse a Recuerdos de Locosmos fue cómo le interesó trabajar con las listas y violar lo que va en una lista, homenajeando, de algún modo, a "El idioma analítico de John Wilkins" de Jorge Luis Borges.

El oxímorom es otra figura retórica que toma para hacer humor en su literatura, como por ejemplo en Un enano altísimo con ilustraciones de Cubillas, donde Mariño autor aparece como un personaje que se venga de los personas de la ficción y apuesta, también, a la metaficción.

Al momento de las preguntas y el intercambio con el público, Mariño hizo referencia a cómo "al humor le caben distintos contenidos, ya que el contenido del humor está vinculado al lector y a la interpretación, no a las temáticas." Además, compartió con los asistentes a las jornadas que le "hace gracia el error involuntario", "Borges descripto por Bioy Casares", "John Irving, Fontanarrosa y Alicia en el país de las maravillas" que, confesó, fue tal vez el texto que le mostró el camino a la literatura para niños y la posibilidad de jugar con el humor.

Para finalizar, hizo hincapié en que no existen temáticas en la literatura sino que la literatura es un objeto artístico y no se propone transmitir contenidos, sino más bien se trata de formas.

La conferencia de Ricardo Mariño fue otro momento donde pudimos recorrer la literatura para niños argentina desde la mirada de un escritor representativo del campo y acercarnos a otra poética donde el humor es uno de sus protagonistas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Crónica de una charla abierta con María Teresa Andruetto


El viernes 5 de noviembre se realizaron las II Jornadas de Poéticas de la Literatura argentina para niños en el Colegio Nacional Rafael Hernández y en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata.


El encuentro se inició con una charla abierta con María Teresa Andruetto quien habló sobre cuestiones referidas a su literatura y sus textos. Quiero compartir con ustedes el encuentro con esta escritora, autora de Stefano, Huellas en la arena, El anillo encantado, La durmiente entre tantos otros textos.



Así contó que para ella ser escritora estuvo vinculada con el deseo de que otros la leyeran y que no piensa su literatura como escritura para chicos sino más bien se vincula con las formas en que surgen o se construyen sus textos. De allí que en la charla comentó que para ella no son tan importantes las temáticas sino más bien "las formas, los desafíos formales y la sujeción a la forma que da cuenta del descubrimiento y autodescubrimiento de lo que uno es." Además, agregó que para ella "no son los temas sino la intensidad con que se cuenta y logra verlo con la mayor intensidad eso que se cuenta."



También explicó que piensa la figura del lector como alguien con quien realiza un duelo y a quien quisiera ganarle en ese duelo. En este sentido, María Teresa dijo que "el secreto es que el narrador no debe mentir pero debe ocultar ciertos rastos para sorprender al lector", como lo hace, por ejemplo, en Campeón donde, además, ficcionaliza una historia de su infancia.



En relación a cómo su literatura revisita las historias de infancia, María Teresa comentó que para ella hay una "potencia de la materia adquirida en la infancia" y, además, "hay un asombro primero o una sensación de belleza en la primera vez de cada cosa" que los hace interesante para recuperar en la literatura. De allí que ella citara la frase de Rilke "La infancia es la patria del poeta."



En cuanto a sus influencias o padres literarios, presentó una larga lista de autores que se encuadrarían dentro de la generación posterior a la de Borges y Sábato. Entre los escritores que la marcaron nombró a Rodolfo Walsh, Griselda Gambaro, Andrés Rivera, Haroldo Conti, Humberto Constantini, Daniel Moyano, Sara Gallardo, Luisa Valenzuela, Marta Lynch, Angélica Gorodischer, entre otros. Además, recuperó también a Puig, Copi y Hebe Uhart como así también la influencia de las canciones de renovación folclórica, la milonga y el tango.



Otra cuestión que también charlamos con María Teresa fue cómo la difusión de su literatura, señaló, se la debe a los mediadores y, en este sentido, cómo ella cree que la escritura es más una cuestión de mediación, de colocarla en el lugar de quien media. En este sentido, contó cómo la reedición de Stefano se la debe, en algún punto, a cómo se leyó en ciertos espacios de formación y eso hizo que la editorial decidiera reimprimirla, cuando ya estaba por descatalogarla.



Charlar con María Teresa fue un placer intelectual pero también afectivo porque ella se abre al entrevistador, a las preguntas que fueron surgiendo de entre el público y nos invita, de algún modo, a volver a leer sus textos una y otra vez para reencontrarnos con su voz autoral y su singular mirada acerca de la literatura.



Para los que estuvieron presentes en la charla abierta, cuenten qué les pareció y para los que no pudieron estar, los invito a repensar estos dichos de Andruetto con los textos que cada uno ha leído.
Besos,
Val
pd: agradezco a Ramón Cavallo la foto que ilustra el post.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Historias rimadas

Sobre Riquete el del copete y otra obra en un periquete de Didi Grau, publicado en Sudamericana, Colección Pan Flauta, Buenos Aires, 2010.

¿Cómo reinventar la tradición literaria? ¿Cómo contar dos cuentos tradicionales dándoles otra vuelta de tuerca?

Didi Grau se rebela contra la tradición literaria reelaborando dos historias tradicionales, Riquete el del copete -de Charles Perrault- y El traje nuevo del emperador -de Hans Christian Andersen-, al son de rimas rimadas inscriptas en el género dramático. En este post voy a reseñar el primer texto.

Otra vez, Didi Grau apuesta a una lectura desde el género, presentando mujeres -en este caso princesas- que pelean por un lugar en la sociedad y buscan imponer otras formas de ser mujer, a contrapelo de lo esperado o establecido.

Dos reinos: el de los Riquetes y el de los Alegretes.Tres nacimientos: Riquete, la princesa linda y la princesa fea.

La princesa linda es linda pero se destaca por su torpeza y la fea por su inteligencia. Como dice el dicho "la suerte de la fea la linda la desea" pero ya no sólo para hablar de amores sino también para hablar de habilidades cognitivas e inteligencias. La princesa linda se siente desplazada por su torpeza y, esa situación la lleva a encontrarse casualmente con Riquete quien le propone casamiento, como una forma de resarcimiento al no reconcimiento social y usa su don -poder transformar a la persona que él desee en inteligente- con la princesa linda. Ella, una vez transformada en una persona linda, inteligente y que habla con acento francés se vuelve exigente y no quiere casarse con nadie. Ha descubierto la libertad del pensamiento y no quiere venderla al mejor postor.

Juegos de lenguaje, rimas, malentendidos y mucho humor dan cuenta de esta historia reinventada con el toque singular de Didi Grau que no sólo desorbita el lenguaje sino también tensa los límites de las concepciones de género que habitualmente circulan en la literatura para niños.

lunes, 25 de octubre de 2010

Otras infancias en tres cuentos

Sobre El enigma del barquero de Laura Devetach, publicado en Sudamericana, Colección Pan Flauta, 2007.


Historias, preguntas, descubrimientos, temores, deseos, imaginarios se cuecen en estas seis historias donde el mundo infantil y los modos de ver el mundo de los niños son los protagonistas. Seis historias que nos muestran, además, cómo Devetach conoce el mundo de los chicos y construye ficciones poniendo en juego un abanico de procedimientos literarios que se conjugan con las ilustraciones de María Rojas que juega, también, con las palabras para darles formas nuevas, en algunos casos rayanas con la poesía de vanguardia y, en otros casos, con dibujos que nos acercan a universos legendarios.

Este libro incluye seis cuentos – “El enigma del barquero”, “La trampa de las ovejas”, “Chipas”, “El brujo de los tubitos”, “Leyenda de las margaritas” y “Cuento en la arena.” Elegí para reseñar acá los tres cuentos que más me gustaron.

“El enigma del barquero”, relato que abre este volumen de cuentos, incorpora en la diégesis diversos géneros como, por ejemplo, un epígrafe de una canción de Ángel Magaldi, el enigma que da nombre al cuento y una historia donde la intertextualidad teje redes de sentidos posibles que se abren hacia distintos caminos posibles. El protagonista es un niño que trabaja en el río, es barquero y cruza el río varias veces al día llevando gente. Es un niño que vive hacinado en una casa y que, a pesar del cansancio del trabajo y los bostezos que lo llaman al sueño, piensa y repiensa cómo resolver el enigma que le dijo un turista. El enigma, entonces, es el disparador para contar una historia donde el niño se “zambulle en el río de la cama” e imagina resoluciones posibles que vamos leyendo a medida que avanzamos en el relato. Sueño y vigilia se van entramando para construir una historia donde el mundo del niño barquero se entreteje con el mundo de la literatura, una manzana envenenada y un lobo feroz, con las sensaciones de un niño que busca las maneras para resolver un enigma que lo lleva a descubrir relaciones impensadas entre su realidad y la ficción.

El otro cuento que me gustó mucho es “El brujo de los tubitos” donde un niño descubre a un otro y a la vez es descubierto por otro. Un relato donde la diferencia y la alteridad y las percepciones que los otros tienen de uno permiten la construcción de una historia de amistad y reconocimiento. Como en el relato anterior, el niño protagonista de este relato, el Negro, trabaja arriando ovejas en un lugar donde también los turistas están presentes. La llegada de un “hombre con barba” “moreno y joven” que estaba solo en la “casa de cal” despierta su curiosidad, por eso “lo espiaba.” Como las costumbres del hombre eran diferentes a la gente de la ciudad que el Negro conocía, el niño empezó a pensar que se trataba de un brujo. Además, “el barbita tenía estantes en las paredes, llenos de unos tubitos con dibujos de flores y animales.” Para el Negro, el Barbita era raro, diferente. A pesar de las diferencias, estos dos personajes van a construir una relación a partir del acercamiento que el Barbita le propone a partir de mostrarle lo que se oculta en esos tubitos raros que despiertan el interés del Negro.

Por último, me gustaría comentar el último cuento que se titula “Cuento de arena”, versión libre de un tema oriental, según aclara Devetach, donde también el protagonista es un niño, en este caso, pobre que “se las arreglaba con algunas limosnas y raterías que realizaba para poder comer.” El niño concurría al mercado a escuchar a un narrador de cuentos y después de un tiempo se transformó él también en un narrador de cuentos. “Aprendió a leer y escribir, en un país en el que casi ningún muchacho como él podía escribir”, en el suelo y comprendió que “los cuentos reposaban en la arena con forma de palabras.” La escritura, entonces, aparece en el relato como una práctica artesanal que permite trasladarse a otros mundos y presentar universos ficcionales donde es posible escapar de la dura realidad que le toca vivir al niño. Además, la literatura es una forma de salvarse y reinventarse a pesar de todo.

Niños pobres, trabajadores, hambrientos; figuras de infancia que recorren los relatos incluidos en este volumen de cuentos muestran otra cara posible de la literatura para niños. Y, a su vez, la literatura, la ficción, la invención y la imaginación se presentan como salidas posibles a situaciones de exclusión y desigualdad. Toda una apuesta.

jueves, 21 de octubre de 2010

Hallazgos de un día cualquiera II: en San Nicolás

Hola a todos! aquí estoy de regreso después de varias semanas con mucho trabajo.
El fin de semana pasado estuve en San Nicolás (Provincia de Buenos Aires) invitada por el ISFD N° 127 para cerrar la semana del Profesor de Lengua y Literatura en el Bicentenario con una conferencia sobre la Historia de la enseñanza de la lengua y la literatura. Así que aproveché y me quedé con mi pareja a descansar el fin de semana en San Nicolás.
Siempre que viajo a una ciudad desconocida además de recorrerla caminando, exploro las librerías del lugar. En San Nicolás hay varias librerías, pero les voy a contar los hallazgos que hice en la Librería El buen libro que está ubicada en la calle Mitre, en pleno centro de la ciudad.
El viernes un rato antes de la conferencia, pasamos por la puerta y vimos algunos libros interesantes en la vidriera pero como teníamos que llegar al instituto dejamos la exploración para el día sábado. El sábado por la mañana salimos a ver qué nos deparaba El buen libro.
Entrar en esta librería es de por sí una aventura porque los libros se mezclan con mesitas para tomar un café y las estanterías rebosan de libros sin ningún orden aparente. Cada anaquel es una búsqueda del tesoro. Cómo describirles un lugar tan abarrotado de libros, unos sobre otros, en las mesas de exposición, en expositores de metal parecidos a los de las viejas verdulerías de barrio y al fondo un escritorio donde la dueña departe con los clientes.
Yo elegí explorar el sector de literatura infantil y encontré algunos libros que me interesaron, que finalmente compré.
Encontré la reedición de Cuentos ridículos deRicardo Mariño que hacía tiempo que quería comprar -la primera edición es de 1987 y por suerte en julio de este año Alfaguara los reeditó-. En este libro de cuentos Mariño vuelve a sus obsesiones literarias: el humor, la parodia, el juego con el lenguaje, las historias disparatadas y claramente ridículas. Cinthia Scoch y las metamorfosis que vive por culpa de una mandarina ridícula incia una serie de relatos divertidos y originales.
Seguí revolviendo y me topé con una antología titulada Poesía para chicos, también publicada en Alfaguara, que me hizo reencontrarme con versos tradicionales que recitaba de niña y poesías clásicas de Martí, entre otros. También se incluyen poesías de autores argentinos contemporáneos como Ana María Shua, Laura Devetach, Jorge Luján, Laura Cinetto, entre otros. Un recorrido por un género que, muchas veces, no tiene el lugar que se merece.
También me encontré con dos libros de Laura Devetach que no conocía: El enigma del barquero -que todavía no leí- y El paseo de los viejitos donde Devetach recupera esas historias donde lo comunitario y los lazos sociales se afianzan por las acciones de dos viejitos y, a su vez, el lenguaje juega y se reinventa para nominalizar la realidad apoyándose en neologismos y palabras que se transforman en música para los oídos.
Por último, también me llevé Historias de un primer fin de semana de Silvia Schujer que comentaré en algún otro post, porque todavía no leí.
El paseo por El buen libro me trajo nuevos textos y nuevas historias de nuestra rica literatura argentina para niños.
Espero sus comentarios de otras exploraciones de librerías que hayan hecho o que nuevos hallazgos encontraron.
Val

domingo, 3 de octubre de 2010

La mirada de Stella


En torno a la película Stella (2008) de Sylvie Verheyde, estrenada en mayo de 2010 en Buenos Aires y ahora distribuida en DVD.

En una escena de la película, un chico le pregunta a Stella "¿y vos dónde vivís?", ella responde "en un bar, en París." Stella vive con sus padres en un bar que a la vez es una pensión donde pasan el tiempo hombres de clase trabajadora tomando, jugando al billar, a los flippers y a las cartas. Stella vive en ese mundo pero, a la vez, forma parte de un mundo más acomodado cuando va a la escuela.
A medida que avanza la historia la voz en off de Stella se entrama con las escenas donde la niña va descubriendo la mentira, el engaño, la amistad, el pasaje de la infancia a la adolescencia, el amor y cada uno de los sentimientos y vivencias que vive una niña de once años que se siente rara y diferente a los demás.
En el mundo de la escuela conoce a Gladys, una chica que dice ser "judía de Argentina" cuyos padres son exiliados. La amistad con Gladys le abre un universo desconocido lleno de libros, discos y saberes ajenos a la vida de apuestas y música que se vive en el bar. La escena en que Stella entra a una librería y elige tímidamente un libro da cuenta de lo distante que está esa práctica cultural en su universo de clase trabajadora y cómo, tal vez, la amistad con Gladys que lee libros y habla de ellos le permite descubrir un mundo que hasta ese momento le era totalmente ajeno.
A partir de allí, la entrada a la literatura a través de la amistad con
Gladys le muestra que la escuela puede ser un lugar de oportunidades, a pesar de sentirse extraña y distinta a sus compañeras.

La película muestra con poesía y belleza el mundo de Stella, esa niña que se siente ajena, sola, aislada; es decir, muestra, con delicadeza y belleza la mirada de una niña que está buscando su lugar en el mundo.
Para ver algún avance pueden ir a: http://www.youtube.com/watch?v=hxjFS5tlaDE

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un tratado del disparate













El fin de semana, aprovechando el tiempo de ocio, releí Zoo Loco de María Elena Walsh que salió hace dos semanas en la Biblioteca María Elena Walsh.

En este libro, Walsh se propone presentar un tratado del disparate a partir de limericks sobre animales. Como explica en la introducción, los limericks "se componen, nadie sabe por qué, de dos versos largos, dos cortos y otro largo."

En estos textos se privilegian las asociaciones no convencionales, la irreverencia y el disparate. El lenguaje se desorbita, las cosas cambian de estatuto y se resitúan en lugares impensables y los animales se metamorfosean y transforman en operaciones estrambóticas. Además, reina el mundo del revés que rompe con la lógica rutinaria para imponer una nueva lógica ligada al humor y al disparate. Como, por ejemplo, "Una Vaca que come con cuchara y que tiene un reloj en vez de cara" o una tortuga que "llega de Neuquén/ a Buenos Aires en un santiamén" o "Una Pava con fama de letrada/fue a decir un discurso en Ensenada./ La aplaudió mucha gente/ pero, naturalmente,/ la Pava sólo dijo una pavada."

Los limericks están ilustrados por Silvia Jacoboni (Perica) que apuesta al estilo del cómic y a los colores estridentes.

Zoo Loco (1964) se presenta como un tratado del disparate que anticipa con creces la producción posterior de María Elena Walsh y que, a pesar de los años que pasaron desde su primera edición, no pierde vigencia y sigue generando sonrisas o carcajadas en sus lectores.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ta-ra-ca-tá







Sobre Candombe de Bianki, editado en Pequeño editor, Buenos Aires, 2009. Edición bilingüe español-inglés.


Recorro las páginas de este libro y resuenan en mí los tambores que el domingo por la tarde salen a pasear por el barrio de San Telmo. Ritmos y música de negros, ritmos y música del pueblo. Me acuerdo, también, del decreto de la dictadura de prohibir los días feriados por el carnaval y las buenas nuevas de que eso no va a ocurrir más. A partir del año próximo, el carnaval será en nuestro país una fiesta con dos días de fiesta.

En este libro Bianki, que se asume amante del candombe y le dedica el libro a sus maestros del tambor, recorre la cultura del parche y la fiesta en la calle, a partir de un texto poético narrativo donde se cuenta de qué trata el candombe, cómo es la fiesta del carnaval. Para ello propone un texto con diversidad de imágenes como "El sol calienta, y la uva madura,/ya es febrero, ya es candombe" o "nadie para de bailar" que dialogan con las ilustraciones que combinan el estilo naif y el cómic. Además, en la última página, también se utiliza el lenguaje fotográfico para retratar un sinfín de máscaras carnavalescas.
A pesar de que Bianki reconoce en alguna entrevista que su texto lo pensó para un público adulto, en las librerías se encuentra en el sector infantil y, creo, puede ser un texto bien interesante para desde lo artístico divulgar el espíritu de carnaval en los chicos, mostrarles la cultura del candombe desde un texto que apuesta al ritmo hasta en la tipografía ondulante de algunos fragmentos.
Candombe se propone acercar el carnaval al lector y la fiesta donde reina la música de los tamborileros y lo logra con creces.
Para conocer más sobre la obra de Bianki pueden consultar su página web: www.diegobianki.com.ar


sábado, 18 de septiembre de 2010

Roberto, un viajero inmóvil




Hace unos cuantos años leí un libro, al que siempre vuelvo, titulado Las estancias del Nautilus del escritor español Miguel Sánchez-Ostiz. Un libro de impresiones, textos breves donde el autor habla de literatura, de lecturas, y de viajes.

Cuando leí el libro que hoy quiero reseñar, De paseos y otros viajes en hoja de Mercedes Pugliese y Nicolás Arispe, editado en Libros del Eclipse (2010), me acordé del texto de Sánchez-Ostiz y volví a releerlo, buscando las marcas que había hecho en lápiz donde se hablaba de viajar con la literatura, viajar sin moverte de tu casa. Una frase que había subrayado y que me resonó cuando leí el libro álbum de Pugliese y Arispe fue: "El viajero es apenas un movimiento de la imaginación" y otra "Ser un viajero inmóvil no es fácil. Un día uno corre el peligro de echarse, de abandonar la partida, de vivir la vida real, una vida sin sorpresas, empapada de rutina, de poner sobre las cosas una mirada amarga, radicalmente amarga."

El libro se inicia con la frase "A Roberto le gusta viajar." Esta oración dispara imágenes ricas en resonancias exóticas y destinos inesperados. El personaje va a emprender un viaje a otras culturas sin moverse del jardín de su casa. Roberto es consecuente y se compromete con el viaje, por ello lleva una libreta donde anota las peripecias del viaje y el libro que leemos se va transformando en el diario de viaje de Roberto, durante una semana, entre las hojas de la palmera.

Las ilustraciones de Arispe nos trasladan a un universo cultural nipón que se acompaña por ideogramas japoneses que traducen los textos de Pugliese, para reforzar el imaginario oriental y exótico.

Los paisajes o destinos que el viajero Roberto va descubriendo desde las hojas de la palmera pueden leerse en sintonía con el texto de Sánchez-Ostiz de que la acción de viajar está ligada a la imaginación, ya que el narrador en su diario relata lo que ve desde esa perspectiva inusual. La cotidianeidad abandona la rutina para descubir en lo habitual aquello que es una pincelada fuera de lo común, un paisaje mediado por la mirada del artista que inventa otra realidad sobreimpresa a la realidad de todos los días. Este doble juego está acompañado por las ilustraciones de Arispe que también inventa, a partir del texto de Pugliese, otro universo posible. Un pintor que, arriba de una palmera, pinta figuras, escenas, elementos de la naturaleza en negro y blanco que contrastan con los colores que habitan el universo material del pintor. Otro doble juego: el artista que pinta y la obra que es pintada y, a su vez, el artista que es apelado y se involucra en su obra.

De paseos y otros viajes en hoja se puede leer desde muchas perspectivas. Para mí es un libro muy interesante porque, de alguna manera, pone en escena cuestiones tan complejas como la artificiosidad del arte, los procesos de creación del artista y la mirada extrañada del artista respecto de la realidad. Además, como decía al inicio, apuesta a la creencia de que la literatura y el arte son maneras más que válidas para viajar sin moverse de casa.

Por otro lado, es un libro que trae ecos de los cuentos tradicionales de raigambre oriental, por ejemplo relatos provenientes de la tradición kabuki, que nos recuerdan el relato de pájaros engañados por la verosimilitud de un cerezo pintado por un pintor chino. Y ahí, uno no puede dejar de acordarse de algunos textos de María Teresa Andruetto que, también, pueden armar una filiación con éste: el libro álbum Solgo con ilustraciones de Liliana Menéndez o el cuento "El engaño" incluido en el volumen de cuentos Huellas en la arena.

Arte, literatura, creación y recepción, cuatro aspectos que se problematizan en este libro álbum que vale la pena leer.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La infancia en guerra


¿Cómo contar en una película para niños las Segunda Guerra Mundial? ¿Cómo narrar la muerte, destrucción y desolación que genera una guerra?
La tumba de las luciérnagas , película animé dirigida por Isao Takahata y producida por el Studio Ghibli se mete con este tema y sorprende.
Un barrio en Tokyo donde vive una familia. El padre está ausente porque ha sido convocada a las filas en alta mar. Una sirena que anuncia el inicio de un bombardeo. La madre que va al refugio y los dos hermanos que no llegan a refugiarse.
La ciudad es una ruina, tras los golpes del bombardeo. Imágenes desoladoras de fuego. Anaranjado, rojos, amarillos, matices incendiarios muestran las consecuencias del fuego enemigo.
Hospitales improvisados, gente en la calle, hambre y más muertos.
Y en el medio de tanta desolación uan relación fraterna que se cimenta frente a la adversidad y la muerte.
Mudanza. Otra casa. Familia sustituta.
Hambre. Escasez y el lobo del hombre que produce sentimientos oscuros ante la necesidad ajena.
Búsquedas. Otra mudanza. Otra casa. ¿Otra vida?
Y la crudeza de la guerra que no da tregua.
La infancia retratada en la figura de una niña desnutrida y los ecos que trae esa imagen al presente.
Sólo las luciérnagas encerradas en una caja de caramelos de fruta dan la posibilidad de un respiro frente a tanta crueldad.
Negro. Oscuridad. Luciérnagas. Más luciérnagas.

Para ver algún adelanto: http://www.youtube.com/watch?v=zWYpbkaFpI0

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Del otro del lado del charco II







Sobre Palabras de Susana Olaondo, publicado en Alfaguara, Montevideo, 2009. Con ilustraciones de la autora.

Una regadera de palabras que nombran la realidad y se multiplican para inventar otros paisajes posibles. Las palabras tienen el poder de transformar lo dado y crear otros mundos llenos de palabras.

Pastos, flores, sol, transatlántico, entre otros signos que nacen a través de ser nombrados por las palabras. Significado y significante juegan un juego donde lo visual es otro condimento de la historia de esta regadera de palabras.

Y la mirada del lector construye y reconstruye las relaciones de esas palabras con su propio mundo infantil, sus miedos y sus deseos.

Una regadera de palabras que también juega a desordenar el mundo y crear otro en el que las palabras se desordenan, vuelan con un pájaro, forman nubes e inventan otros paisajes posibles donde es posible el festín de leer.

Palabras, palabras y más palabras para contar un universo de sentidos donde imágenes e historia se entraman para nombrar un mundo posible.









miércoles, 1 de septiembre de 2010

Libros, violines y deseos

Un libro hallado en la biblioteca con un sello desconocido. Una tarjeta de préstamo de la biblioteca donde un nombre se repite en cada ejemplar. La historia de una niña y sus devaneos entre pasar las vacaciones leyendo y traduciendo canciones, sus deseos, sus sueños y el amor.
Un gato misterioso que aparece inesperadamente debajo del asiento de un tren.
El azar como elemento que va tejiendo la historia que se narra en la película que estamos viendo.
Correr tras el gato lleva a un hallazgo inesperado. Una tienda de antigüedades y objetos raros donde Shizuku Tsukishima descubre un reloj fruto de un amor no correspondido, un gato de fantasía que tiene la extraña habilidad de cambiar de color sus ojos y una piedra esmeralda oculta tras un guijarro común.
Lo que se oculta detrás de las apariencias. Y que sólo se descubre si sabemos mirar más allá.
El gato como un Caronte que guía a Shizuki y la lleva por territorios inesperados.
Un taller de un luthier de violines -Seiji Anasawa- detrás de la tienda de objetos raros y una historia donde el deseo de ser un artesano se imbrica con el deseo de ser escritora de nuestra protagonista.
Y los libros siempre presentes como la música que invade cada rincón de la película.
Otro gato, el de los ojos cambiantes, será también el que lleve a Shizuku al mundo de la fantasía y de la ficción literaria.

Susurros del corazón una película animé del Studio Ghibli dirigida por Yoshifumi Kondo y con guión de Hayao Miyazaki. Un universo infantil donde los deseos, los sueños y la búsqueda de la identidad y el amor se tiñen de música de violines.

Para ver un avance: http://www.youtube.com/watch?v=1_k4SW9YiXk&NR=1

lunes, 30 de agosto de 2010

Del otro lado del charco I


El otro fin de semana estuve en Montevideo con la excusa de ver a mi hermana Mónica cantar Las bodas de Fígaro en el Teatro Solís. Además de ir a la ópera, nos dedicamos a recorrer las librerías montevideanas en busca de algún hallazgo. En mi caso, buscaba especialmente literatura para niños.

En esta primera entrega, voy a reseñar uno de los libros que me compré: Helguera, Magdalena (2010) Caraclasa, Sudamericana, Montevideo, 2010. Ilustraciones de Lucía Franco.

Esta novela recibió el 2° Premio en el Concurso Anual de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura (categoría inéditos) en 2006.


"Caraclasa" una palabra poderosa que puede transformar la realidad que se presenta diferente a como la ha imaginado la narradora. Una palabra poderosa que también atribuye poder a quien la enuncia, como si se tratara de una palabra mágica.

La novela está estructurada a partir de un narrador en primera persona que dialoga con Luna, su hermana más pequeña y narrataria del relato. A su vez, el lector funciona como destinatario de ese diálogo fraterno que tiene el fin de explicar lo que no se entiende, mostrar los sentimientos de la narradora, traducir lo desconocido en una lengua apta para ser comprendida por Luna, su hermanita de seis meses. Y enseñar la palabra "caraclasa" para que juntas, la narradora y Luna, puedan modificar el mundo en el que viven.

El relato dialoga con la novela Historias a Fernández de Ema Wolf donde también la narradora le habla a su gato, aunque en el caso de la novela de Helguera sabemos desde las primeras líneas quién es el destinatario. La historia que se cuenta está plagada de referencias a la oralidad y al acto de narrar en tanto discurso que involucra a otros que escuchan y, por ello, es necesario mantener la atención, apelar al destinatario y hacer todo lo posible para generar interés.

A su vez, la historia tiene algo de diario íntimo ya que la narradora le cuenta a Luna sus pensamientos, inquietudes, temores, deseos y sueños. Narra su tristeza por mudarse de Maldonado a Montevideo, sus temores por haber sido la causa del nacimiento prematuro de Luna, la historia de su abuela Ana, los secretos de su hermanastro César.

En Caraclasa la historia reciente uruguaya también está presente, ya sea por la referencia al exilio del padre de la narradora o por las menciones a la situación socioeconómica dificultosa que tiene la familia.

Con todo, esta novela muestra el universo infantil desde la percepción de una niña ya sea por el uso de un lenguaje infantil como así también por un modo de ver el mundo desde la lente singular de la infancia.



martes, 24 de agosto de 2010

El puerco cretino




Sobre La balada del basilisco de Alberto Pez y Roberto Cubillas, publicado en Libros álbum del eclipse, 2008.

Una condición es la que habilita al puerco cretino a salir de su escondite: "Si el monte es cerrado. Si hay luna escondida y la noche es muy negra..." Cuidado lector, si te topás con alguna de estas condiciones "Peligra tu vida." Este es el juego que proponen Pez y Cubillas, apelando directamente al lector-viajero en un tono claro de advertencia, que recupera la tradición oral y la musicalidad de los romances.

La historia del puerco cretino se enlaza, también, con las figuras terroríficas de ciertas leyendas. El puerco cretino asusta y roba a los viajeros. Todos huyen cuando lo ven, hasta los fantasmas, el lobizón y el Chancho negro.
Y es el pueblo quien explica, ante el clamor del narrador y del lector incluido en el relato, que ese monstruo es "BASILISCO se llama/el muy caprichoso, el PUERCO CRETINO."
A pesar de que Basilisco aterroriza al pueblo y viene descripto por el narrador como "malo", "feo", "horrendo", "esquivo", "malvado y ladino"; el narrador confiesa su simpatía hacia el puerco cretino en una clara complicidad con esos personajes terroríficos que gustan a los lectores amantes del género.


La balada del basilisco es una invitación a un mundo negro, con figuras cortantes que se superponen y presentan un universo de oscuridad siniestro que nos recuerda al expresionismo alemán. Colmillos, ojos desorbitados, calaveras, figuras fantasmales, negrura de bosques; imágenes que Cubillas presenta en un juego intertextual con las historias de terror y con los saberes que los lectores poseemos acerca de estas historias que se transmiten de boca en boca y que se agigantan una y otra vez, cada vez que un lector les pone su propia voz.

lunes, 16 de agosto de 2010

No fue como dicen los cuentos







Sobre La durmiente de María Teresa Andruetto e Istvansch publicado en Alfaguara infantil, 2010.

Apropiarse de lo conocido y reinventarlo. Tomar lo dado y reescribirlo para contar otra historia, oculta, clandestina. Una que tiene como protagonista a una mujer durmiente. ¿La bella durmiente?

Una princesa que nace en un reino que le da la bienvenida. Una durmiente que duerme "en una cuna de oro con ribetes de plata." Una durmiente que duerme y despierta no por los efectos de un hechizo. Duerme para no ver la dura realidad, aquella silenciada: "una vieja muy vieja hurgando unos restos, un niño perdido, una casa con hambre y un almuerzo con papas."

El tiempo transcurre y la princesa sigue durmiendo. Sólo los sonidos de la lucha logran despertarla del sueño de la negación.

En este libro, Andruetto e Itsvansch se apropian de la historia del cuento de hadas conocido por todos y la transforman en un texto político, un alegato contra la injusticia del poder y a favor de la fuerza de la lucha de los pueblos.
El texto de Andruetto nos remite a las historias de princesas, reyes y reinas pero subvertidas, ya no se trata de un mundo feliz sino con imperfecciones. Y las ilustraciones de Istvansch se transforman página a página para contar una historia con referencias histórico-culturales a partir del uso del collage de imágenes de revistas y diarios de otros tiempos donde la figura de la mujer va mutando de acuerdo con los dictados de cada época. Las imágenes superponen distintos registros: el delineado en negro de figuras de trazo grueso superpuestas con fotos, recortes de diarios, objetos cotidianos y, una apuesta jugada, la reproducción de obras plásticas -que se citan al final del libro para guía del lector- que remiten a escenas de luchas populares por la libertad y la dignidad.

La durmiente, entonces, se presenta en el escenario de la literatura infantil argentina como un texto insoslayable con el que tanto Andruetto como Istvansch demuestran, una vez más -como ya lo habían hecho en Trenes (2007)-, el talento para contar historias con palabras e imágenes, donde la poesía narra otra historia que "no fue como dicen los cuentos."

domingo, 15 de agosto de 2010

Colaboraciones I: el fluir de la poesía




Cuando creé este blog, pensé que además de ser un espacio donde poder publicar mis lecturas y comentarios sobre la literatura y la cultura infantil, también podía ser un lugar para que otros pudieran expresar sus puntos de vista sobre las poéticas de infancia. Con este post, escrito por Melisa -amiga y ex alumna del seminario de Poéticas de la literatura para niños en el IES 1- inauguro esta sección con una reseña sobre el texto Como agua de Eduardo Gimenez y Cecilia Esteves publicado en Libros del Eclipse en 2009.


Presientes: el deseo, la inquietud; otro deseo, la lluvia, el frío, la risa. Sientes: ganas de irte y de quedarte. Descubres: los recuerdos, la memoria. Te pones: nervioso, a resguardo, de pie.

Los autores nombran con imágenes aquello que se escurre en las imposibilidades del lenguaje: lo escindido e incompleto del decir puede manifestarse en los textos de Eduardo Abel Gimenez y en las ilustraciones de Cecilia Afonso Esteves, multiplicando los códigos.

A través de la prosa poética y de las imágenes sensibles, que nos rodean con sus colores tenues, podemos iniciarnos en la búsqueda íntima del sentido, volviéndonos universales, solitarios, simples como el agua. Pero esta búsqueda se inquieta y se tensa, porque apela y necesita un lector capaz de insertarse en una actividad de desciframiento y construcción. Son los lectores quienes deben reescribir con su lectura lo que proponen los autores. Sólo así, el libro álbum se completa, saliendo de sus páginas y retomando con el pulso del lector.

La interconexión de códigos que propone el libro álbum hace que el lector vaya construyendo el significado. Se nombran las nubes, la lluvia, un charco, las olas, una cascada, un vidrio empeñado, un arroyo, la marea baja; pero la palabra agua no es nombrada. Fluye en la imagen creando la dependencia entre código narrativo y plástico.

El sentido se sostiene en la tensión entre lo narrado gramaticalmente y lo narrado iconográficamente. Esta sumatoria de recursos amplía los horizontes para la interpretación.

En el nivel de las imágenes se quiebra el orden rectilíneo de la prosa y el hilo semántico se transforma en espiral de significado.

Lo no dicho en la narración se instala más allá del silencio como portador de imágenes que funcionan como pauta para la verbalización.

Eduardo y Cecilia han diseñado una obra que trasmite el fluir de la poesía y la dibuja, descubriéndola como el agua. Ambos autores, multifacéticos, aportan desde su especialidad una poética que apela a un lector sensible e intuitivo, capaz de recorrer las páginas, detenerse, como ellos y como el agua.


Espero que les guste la reseña de Melisa y que, los que quieran participar, me manden por mail sus reseñas. Saludos,

Val




martes, 10 de agosto de 2010

Una historia de mujeres











Sobre Peleonas, Mentirosas y Haraganas con texto de Didi Grau, ilustraciones de Christian Montenegro y diseño de Laura Varsky, publicado en Libros del Eclipse, 2007.



Tres hermanas: Fulana, Mengana y Zutana. Tres hermanas vestidas a la moda real, como tres princesas de otra época. Tres hermanas que, al inicio del libro, son descriptas como "hermanas tercas, descorteses y haraganas", lo contrario de las buenas costumbres. Tres hermanas que como no les da la gana, desobedecen a su madre. Tres hermanas dispuestas a ir a contrapelo de lo instituido: "peleonas, mentirosas y haraganas." Hasta que llega el Conde de Rabana y quiere conocer a las hermanas. Cada una decide cambiar de nombre, travestirse en otra -Rosana, Juliana y Mariana- para seducir al visitante. Cada transformación viene acompañada de un cambio en la imagen, como lo atestiguan las ilustraciones de Montenegro. Además, la enunciación de cada nombre inventado para cambiar de identidad produce desconcierto en las otras hermanas y ese desconcierto está dado por la presencia de signos de interrogación y admiración dando cuenta del sentir de los personajes. Pero el engaño dura poco, el universo femenino devela las verdaderas identidades a través de dedos acusadores que desmienten los nombres inventados y el Conde Rabana, desconcertado él también, pregunta "¿Estais todas sanas?"

El desenlace no se hace esperar. Las tres hermanas "sucias, solteronas y haraganas" se transforman en "amables, veraces, muy ufanas" y mutan la expresión de sus caras gracias a "que un buen día conocen tres lindos novios en La Habana", "Fulano, Mengano y Zutano."

En este libro álbum se relata una historia donde las mujeres son las protagonistas a través de la musicalidad y el ritmo de la tradición oral en la repetición de los atributos de las hermanas como así también sus nombres y, además, se incorpora el interjuego entre las palabras y las imágenes que relatan de manera conjunta una historia acerca del mundo femenino.

Mujeres desobedientes, haraganas, tercas, mentirosas, descorteses, sucias, solteronas que por la fuerza del amor se transforman en otras, en mujeres acorde a lo que la sociedad espera de ellas.











jueves, 5 de agosto de 2010

El poder de la imaginación















Sobre Una ballena de patas cortas de Ethel Batista y Eva Mastrogiulo, editado en Libros del eclipse, 2010.

Entrar a este libro álbum es recorrer un universo infantil donde la mirada de Roco, el niño en cuestión, busca un modo de resistir a los discursos de los adultos, ya sea su madre o su maestra, usando como instrumento la imaginación. Casi como el personaje niño de Fanny y Alexander, el film de Igmar Bergman que muestra cómo el niño Bergman busca en la imaginación escapar de la rígida educación de su padrastro.

Aquí Roco está cansado de que lo reten en casa, pero la escuela tampoco le depara un destino mejor. Su maestra, caracterizada como "un rojo tomate asesino" de tanto gritar, lo reta y le augura una mala nota. Roco resiste diciendo "Qué me importa". La ilustración de Mastrogiulo muestra a una maestra transformada en tomate y atravesada por los discursos escolares ligados a las buenas costumbres a una moral escolar fuertemente disciplinadora.

Llega el día del animal y la maestra hace la pregunta tan temida, pregunta que arrastra una representación de niños fuertemente homogeneizada: "¿Qué mascotas tienen en su casa?" Cada una de las respuestas de los chicos está dibujada con las caligrafías infantiles acompañadas por los animales . Pero Roco no sabe qué responder. Y ahí está la imaginación para salvarlo: "Yo en mi casa tengo una ballena." Esta afirmación categórica, escrita en una grafía infantil, desata una historia desopilante que ni maestra ni compañeros creen posible.

Es así como la ballena inventada por Roco cobra vida. Devora los gritos y los retos, visibiliza a Roco, recorre el barrio y dispara un sinfín de preguntas que Roco debe responder una y otra vez.

La ballena imaginada cobra dimensiones insospechadas y Roco "siente que lo va a aplastar", entonces decide matar a este animal de fantasía. En la escuela anuncia que "la ballena se murió". El texto se puebla de las voces de los niños y la maestra.

La historia de Roco y su ballena es un alegato contra los discursos homogeneizadores de la escuela y una apuesta a cómo la imaginación puede ser un instrumento poderoso para transformar la realidad.

Las ilustraciones de Mastrogiulo interpretan y reinterpretan la historia incorporando múltiples voces a través de las grafías de niños en edad escolar y mostrando cómo la ballena se va transformando de animal de fantasía que le permite a Roco evadirse e inventarse otra realidad a un animal que pesa como si se tratara de una gran mentira y que va cobrando, página a página, enormes dimensiones. Entre el dibujo y el collage, la letra impresa y la mirada de Roco, se narra la historia de Una ballena de patas cortas.












miércoles, 28 de julio de 2010

Lecturas en torno a Ricardo Mariño

Hace algunos años empecé a leer con fruición la obra de Ricardo Mariño y un momento placentero del encuentro con este autor era comentar con mi sobrina Vera la lectura de alguno de sus textos como Ojos amarillos, una novela corta con pinceladas terroríficas y fantásticas o la novela El último planeta, que le gustó mucho a mi sobrina y no tanto a mí donde la ciencia ficción se tiñe de humor y la historia deviene un delirio humorístico o, por qué no, los Cuentos del circo, uno de mis libros preferidos, en especial el cuento "El árbol de las varitas mágicas". En esas charlas de lectoras comentábamos cómo Mariño apuesta a jugar con los géneros y darles una vuelta de tuerca, cómo subvierte lo conocido y lo lleva hacia el humor o la parodia. También, nos entusiasmábamos comentando las historias delirantes que se le ocurren o cómo va cambiando el rumbo de los textos y los lleva hacia otro lugar como, por ejemplo, en La casa maldita que parece que se trata de una historia de terror que, luego, va introduciéndonos en el fantástico y en el humor a partir de la descripción que el narrador hace del padre de la chica. O en Cuentos espantosos donde el miedo se mezcla con la risa y con situaciones desopilantes e inesperadas usando también elementos del lunfardo para romper con una atmósfera de terror.
Otra característica de la poética de Mariño que me parece muy interesante es cómo juega a contar historias donde la literatura se toma como tema como, por ejemplo, en Un enano altísimo con ilustraciones de Roberto Cubillas donde Mariño aparece como personaje que castiga o premia a sus personajes de ficción. O el homenaje que le hace a Cortázar en el cuento "El hombre sin cabeza" donde la literatura es un tema que se hace presente y nos recuerda al relato "Continuidad de los parques."
Mariño, entonces, nos invita a dejarnos llevar por su universo literario donde la irreverencia, el humor, lo inesperado y la multiplicidad de géneros están presentes y construyen su voz autoral. Cada historia, cada relato, cada novela nos llevan a descubrir un mundo ficcional donde nada es lo que parece.
Si todavía no lo leyeron, este recorrido puede ser una primera aproximación a su extensa obra. Y si ya son lectores de Mariño, las II Jornadas de Poéticas de la literatura argentina para niños que organizamos en La Plata es una oportunidad para conocerlo y preguntarle todas esas inquietudes que nos quedaron cuando leímos alguno de sus textos.
Espero sus historias de lectura en torno a la obra de Mariño, besos
Val

viernes, 16 de julio de 2010

Una cita ineludible

Como todos los años, excepto en el 2009 por culpa de la gripe A, visito la Feria del libro infantil y juvenil que se realiza en el predio municipal de exposición de la Ciudad de Buenos Aires. Casi siempre voy dos veces, una sola o con alguna amiga y otro día con mis sobrinos. Ayer hice la primera visita de este año con Melisa, una ex alumna y amiga. Para ella era su primera vez.
Desafiando el frío, nos encontramos en la esquina de Paseo Colón y Av. Belgrano. Tomamos el 62 y en un rato estábamos entrando a la feria que, por esta vez, cambió el ingreso a un predio justo detrás de la Facultad de Derecho.
Empezamos por el estand de Colihue, para mí siempre es el primero que miro. Ahí en otras oportunidades encontré textos inhallables como Diario de ruta del maestro Luis Iglesias o Talleres de escritura. Con las manos en la masa de Alvarado y Pampillo y otros títulos de la vieja Libros del Quirquincho. Estuvimos mirando libros, Melisa que es fanática de los libros álbum e ilustrados se zambulló en el sector donde se encontraban algunas historietas y finalmente llevó Gramática de la fantasía de Gianni Rodari que aún no tenía, escarbamos en la pila de la colección Libros del malabarista y yo me llevé Doña Clementina, Queridita la achicadora que hacía tiempo que buscaba a sólo $ 9,90 con el descuento para docentes y un libro de Carina Kaplan Talentos, dones e inteligencias a $41, que saqué de la sección para docentes.
Seguimos nuestro recorrido que, por suerte a esa hora era tranquilo, podíamos con total comodidad y que más tarde se complicaría un poco -nada que ver con los amontonamientos que he vivido otros años- con la llegada de algunos contigentes escolares.
Hicimos una pausa en Alfaguara, donde comentamos algunos títulos de Borneman que tiene una parte especial del estand como Ricardo Mariño, Silvia Schujer y otros autores argentinos y seguimos viaje. Nos habíamos propuesto comprar libros que no vimos fuera de la feria o que hacía tiempo estábamos buscando o, también, ofertas.
Cuando llegamos al estand de Fondo la cara de Melisa cambió. Habíamos llegado a su territorio preferido: los libros ilustrados y libros álbum. Sus ojitos no paraban de moverse y ver hacia dónde ir. Luego de la euforia inicial, nos dedicamos a recorrer los anaqueles, pasarnos los textos que cada una iba viendo y comentar aquellos que cada una conocía. Era difícil decidir con cuál quedarse. Yo elegí tres: Yo quería una tortuga de Beatrice Alemagna y Cristiano Mangione y luego encontré Mi amor también de la misma escritora e ilustradora italiana. Otro que descubrí, ya cuando estaba por pagar y decidí llevar, es Los ángeles de la guarda de Yassen Grigorov, un delicado libro donde se parodian y se reinventan ángeles de la guarda diversos y extraños con ilustraciones bellísimas. Los tres libros con el descuento para docentes a $72. Melisa salió indenme de este estand, no se decidió por ninguno y prefirió esperar un poco más en el recorrido.
Seguimos caminando y a veces entrábamos en algunos estands para ver si encontrábamos algo, mirábamos de reojo y seguíamos andando. En todo nuestro recorrido Melisa insistía con que teníamos que ir al de ALIJA, que ella había estado en la feria del libro de abril y que había de todo. Pero no tuvimos suerte, increíblemente en informes nos dijeron que no había ningún estand y, además, después de recorrer incrédulas toda la feria no lo pudimos encontrar.
Otro destino fue la Librería de las luces, el reino de las ofertas. Ahí descubrimos la oferta 3 x 25 de Pan Flauta. Yo elegí El hombre que debía adivinarle la edad al diablo de Javier Villafañe, El dramático caso de las señoras iguales de Beatriz Ferro y Solo y su sombra de Márgara Averbach, otra escritora que me gusta mucho. Melisa también se llevó tres: el de Beatriz Ferro, A filmar canguros míos de Ema Wolf y El viaje de un cuis muy gris de Perla Suez. También se llevó El topito Birolo a diez pesitos.
Otra parada fue en el estand de Comunicarte, donde estuve charlando con una de las promotoras y Melisa se dedicó a mirar los libros ilustrados de la colección Bicho bolita. Seguimos caminando y encontramos el estand de Pictus que edita clásicos de la literatura como Quiroga o Poe pero también tiene una colección de Pequeños libros álbum. Melisa eligió la Caperucita Roja en versión de Liliana Cinetto e ilustraciones de Mariano Díaz Prieto que compré hace unas semanas, a sólo diez pesitos.
El estand Nuestra América nos deparó el descubrimiento de cómics de autores argentinos pero no encontré ningún libro que me sorprendiera como en alguna otra visita.
En un estand que no recuerdo el nombre compré El gusanito de la manzana que alguna vez le regalé a mis sobrinos, del gran Ziraldo, también a diez pesitos.
Una parada laaaarga fue en el estand de Calibroscopio y Ekaré. Ahí Melisa no sabía hacia dónde dirigirse. Las dos íbamos de una mesa a otra, de un anaquel a otro disfrutando de libros ilustrados y libros álbum bellísimos, como obras de arte y obras del diseño, de autores e ilustradores diversos. Pero de ahí salimos con las manos vacías, todo era muy caro como suele suceder. Yo me quedé con ganas de llevarme una edición del cuento de Saki "El narrador" con ilustraciones bellísimas que tal vez compre en la próxima visita.
Luego de casi tres horas, nuestro recorrido había terminado. Otra vez desafiando al frío salimos de la feria y terminamos nuestro recorrido disfrutando un rico té con tortas en una panadería-bar de la Av. Pueyrredón.
Espero que les haya gustado este post y que me cuenten otros recorridos y experiencias en la feria del libro infantil y juvenil de Buenos Aires o en otras ferias de otros lugares.
Val

Hallazgos de un día cualquiera

Este texto inaugura una sección del blog que llamaremos: Hallazgos de un día cualquiera.

Un día cualquiera, de un año cualquiera. Como un flaneur salgo a recorrer las librerías de usados, sin listas previas ni títulos específicos, eso sí literatura para niños. Sólo se trata de perderse en un tiempo sin tiempo y dejarse llevar por los hallazgos. Hoy elijo dirigirme a Libro Shop, una vieja librería que queda en Av. Santa Fe casi Pueyrredón donde los libros usados conviven en montones informes llenos de polvo y suciedad con algunos libros nuevos que detentan en números grandes el precio. Mesas con carteles que invitan a los paseantes a adentrarse en las fauces de esa librería tentándolos con 2 x 15 o la oferta del día. Gramáticas antiguas, manuales, libros de inglés y francés, arqueología, astronomía, sociología, literatura, narrativa, ofertas al 50 %, una enumeración caótica de temas, títulos y autores que se mezclan y traman nuevos encuentros o desencuentros del lector con los libros. Un cartel anuncia que los libros tienen el precio en la primera página.

Me dirijo a la sección de literatura infantil decidida a dejarme sorprender. Varios anaqueles ruinosos y con polvo me esperan.

Entre ejemplares de Elige tu propia aventura -colección ochentosa donde lo que vale es avanzar en la narración casi como si se tratara de un Harry Potter del pasado- libros ilustrados de otra época con dibujos de niños y escenas infantiles que remiten a la representación de un adulto en miniatura y una edición ilustrada de las primeras décadas del siglo XX de La vida de las abejas de Maeterlink que me arrepiento de no haber comprado, encuentro varios títulos de escritores argentino a muy buen precio. Esto último es importante, porque de lo que se trata también en este devenir es de encontrar libros que sean accesibles, sobre todo en épocas recesionistas.

El libro de los prodigios y A filmar canguros míos de Ema Wolf, lástima ya los tengo. El primero una rara joyita literaria de esas que no son fáciles de encontrar y, sobre todo, de escribir, que presenta prodigios insólitos como un gato de arena, una piedra fugitiva y un carretel que se transforma.

Sigo mirando. Las manos están negras. Por suerte llevo en la cartera el alcohol en gel.

Elsa Borneman y muchos de sus libros. El clásico Socorro, El último mago o Bilembambudín, Los desmaravilladores, El libro de los chicos enamorados. Me llevo este último y el del mago. Prometí releer a Borneman para redescubrirla.

Otro que está es Frin de Pescetti, Las visitas de Schujer y la entrada al universo de un niño que tiene al padre preso, La abuela electrónica también de Schujer como una máquina de narrar, El águila de David Wapner un escritor que estoy descubriendo y que me fascina, entre tantos otros textos.

Salgo de la librería con cien pesos menos y una bolsa cargada de más de diez libros. Ahora a llegar a casa y a leer.

Espero que les guste esta nueva sección que está dedicada a todos aquellos que como yo disfrutan de esos recorridos sin tiempo en busca de hallazgos que nos sorprendan.

domingo, 11 de julio de 2010

Juguetes de otros tiempos

Pensar en la infancia es pensar en un territorio donde los juegos y los juguetes están presentes. Canciones, disfraces, juegos sensoriomotrices, de palabras, entre tantos. Cada uno guarda en su memoria ese tiempo sin tiempo donde la imaginación reinaba contra el aburrimiento y, en algunos casos, la pobreza o la escasez.
En casa jugábamos a disfrazarnos con los vestidos de la década del '60 heredados de una tía y armábamos obras de teatro en un acto. Entre los juguetes y juegos se destacaban las tardes de lluvia jugando al Scrabble y al hoy burgués "El estanciero." Los días soleados eran para la rayuela y saltar a la soga. Y siempre, para cuando ya los juguetes aburrían, los libros.
De estos juguetes y de otros nos habla la escritora y periodista italiana Sandra Petrignani -www.sandrapetrignani.it- en un curioso libro que se publicó el año pasado en la editorial La Compañía, a pesar de que vio la luz en Italia en 1988 y ganó el Premio Nazionale di Narrativa Bergamo: Catálogo de juguetes. En este libro, Petrignani presenta setenta y cinco juguetes que nos trasladan una y otra vez a los recuerdos infantiles, a los juegos a la hora de la siesta, en soledad o con amigos. Se trata, como dice Giorgio Manganelli en el epílogo de "un cosmos maravilloso e imposible, un conjunto de gestos, de ritos, de fórmulas mágicas."
¿Qué juguetes recuerdan ustedes? ¿Dónde andarán esos juguetes de nuestra infancia?

domingo, 27 de junio de 2010

Una invitada de lujo: María Teresa Andruetto

Hace algunos años me topé por casualidad con la novela Stefano de María Teresa Andruetto. La historia de un inmigrante italiano que viaja a Argentina a hacer l´America y su derrotero geográfico y existencial en busca de su propia identidad. Un texto narrativo y poético, donde la lengua italiana se mixturaba con el español construyendo un mosaico lingüístico que era a su vez un rompecabezas narrativo conformado por la voz de Stefano y la voz de un narrador omnisciente. Volví a leerla varias veces, la sugerí como texto en cursos de capacitación docente,la elegí para los distintos programas de seminarios de literatura para niños que di en estos años y la sigo eligiendo una y otra vez cuando tengo que pensar en un libro como regalo, más allá de la edad del cumpleañero.
A partir de ese libro rastreé los otros textos publicados y cada vez que salía una novedad de Andruetto corría a la librería a buscarla y me zambullía en la lectura. Así me apasioné con los relatos de Huellas en la arena y El anillo encantado. Un día en la librería de la Fundación Proa encontré El incendio y me lo llevé a casa para leerlo y releerlo disfrutando del texto y de las ilustraciones de Gabriela Burin. Otro día en la librería buscando otra cosa encontré Agua/cero, su lectura me trajo la fuerza de las palabras que se mezclan y crean nuevos sentidos. Veladuras otra novela que me transportó a la cultura andina, a los sinsabores del recuerdo, y a la tristeza de las pérdidas. Así cada texto de Andruetto fue y sigue siendo un descubrimiento. Dos textos dejo para el final: Lengua madre y El país de Juan, dos historias que son muchas historias y otra vez la cuestión de la identidad y los afectos.
Una alegría enorme que María Teresa Andruetto sea una de las escritoras conferencistas que ha confirmado su participación en las II Jornadas de Poéticas de la Literatura argentina para niños que se realizará en La Plata el 5 de noviembre de este año.
Espero sus comentarios y sus historias de lectura vinculadas con los textos de María Teresa Andruetto.