viernes, 30 de diciembre de 2016

Hasta el año que viene

Y ya estamos a fin de año, a un paso de empezar el 2017. 


Deseo que para el año próximo tengamos más libros y más lectorxs, más escuelas y más educación pública, más posibilidades para todos y todas de acercarnos a la literatura. 

Feliz año para todxs. 
Nos leemos el año próximo.  

lunes, 26 de diciembre de 2016

Hallazgos de un día cualquiera XV: dos ventanas, dos miradas

En estos días, revisando y ordenando la biblioteca, me encontré con un libro que no había leído: Las dos ventanas de Esteban Valentino y Marina Aizen (Del Eclipse, 2012).


Una ventana con una niña y un niño curiosxs asomándose, nos llevan a viajar con ellxs. Las guardas nos sumergen en el mundo de los trenes y boletos de distintas partes del mundo y la imagen de una pareja que se abraza, el contraste entre el sepia y tierra del fondo y los colores brillantes del amor. Avanzamos las páginas y vamos descubriendo un diálogo entre textos e imágenes que dan cuenta del paso del tiempo y, a su vez, de la realidad segmentada, compartimentada.

Dos niñxs que viajan en un tren grande y antiguo, con dos filas de asientos y dos ventanillas, del lado izquierdo y derecho. De un lado al otro, como se mueve el tren, lxs niñxs saltan de aquí para allá y ven el mundo, las dos caras de una realidad. “Un poco de un lado, ta ta t ata t ata, un poco del otro lari lari lari lari”.  De un lado, la ventanilla de la guerra, el hambre, la violencia, la pobreza; del otro lado, la ventanilla del arte, la riqueza, la suerte, el amor.

La llegada a la estación y la posibilidad de elegir entre dos trenes, ¿cuál lleva al destino deseado? Y, a partir de allí, el libro deviene imagen, color, escenas de grupos, familias, niñxs jugando, vías que llevan a quién sabe dónde, de Buenos Aires a González Catán, de la pobreza a la abundancia, de la solidaridad al egoísmo, de la guerra a la madre tierra.

Como un juego, dos ventanas y dos trenes, dos viajes que muestran la desigualdad, realidades polarizadas, vidas y realidades divididas como cada ventana.

Dos niñxs que juegan y ven pasar la vida, la historia, el tiempo desde la ventanilla de un tren.
Las dos ventanas –en ese diálogo poético entre el texto de Valentino y las imágenes de Aizen- como toda literatura nos invita a reflexionar acerca de la existencia humana, sus limitaciones, precariedades y la existencia de enormes desigualdades.




viernes, 23 de diciembre de 2016

Una cuestión de mirada

Después de unos meses con mucho trabajo, muchas escrituras, congresos, seminarios y demás actividades académicas que me tuvieron muy ocupada, retomo el contacto.


En  post del 18 de marzo, comentaba mi viaje por Europa a través de los libros y las librerías y, ahí, había comentado uno de los hallazgos: Ojos de Iwona Chmielewska (Tramuntana, 2015), ganador del Premio de Ficción del concurso Bologna Ragazzi 2013. Ya con un pie en el próximo año, quiero compartir con ustedes mi lectura de este bellísimo libro álbum.

El cineasta ruso Andrei Tarkovski dice que la poesía no es un género literario sino una forma de vida. A mí me gusta decir que la poesía es una forma de mirar el mundo y de mirarnxs a nosotrxs mismos a través del lenguaje. Algo de eso hace esta autora polaca en este libro.

Ojos es una invitación a conectarnos con la dimensión sensible de nuestros cuerpos, las sensaciones, los sentidos  y la vida cotidiana a través de los ojos. El texto apela a interrogarnos por el uso del sentido de la vista y, a su vez, a reflexionar cómo aquellas personas que no pueden ver, pueden sentir de otras maneras y vivir su vida de otros modos.

En este libro, cada página nos coloca frente a unos ojos que hacen cosas y nos remiten a todas aquellas acciones que realizamos con la vista y, a su vez, dan cuenta de otras facultades o sensibilidades que desarrollan las personas no videntes. Asimismo, los ojos que van a apareciendo en las páginas del libro se transforman, a medida que vamos avanzando con la lectura, en otros ojos que nos rodean y que están escondidos en objetos y plantas de la vida cotidiana. Así, los ojos y la mirada puede estar presente en el moño de un regalo, en unas llaves, en unas flores, en la mirilla de una puerta, en los faros de un auto, en dos tazas de café, en el código Braille, en las perlas de un collar, en los planetas del sistema solar, entre tantas otras posibilidades.  


De algún modo, lo que propone la autora e ilustradora, es atrevernos a mirar de otro modo el mundo que nos rodea, a encontrar poesía en cada objeto que tenemos cerca, a mirar de un modo detenido y atento con nuestros ojos o con nuestra sensibilidad la vida cotidiana. La poesía puede estar ahí, donde menos lo esperamos.


Por otro lado, este libro apuesta a la literatura con conciencia inclusiva, sin perder de vista lo polisémico imagina lectores y lectoras que pueden conectarse con la poesía, la belleza, el arte desde la diversidad.  
“ (…) podemos ser felices por vivir.

Tanto si podemos ver como si no.”

miércoles, 20 de julio de 2016

Una cita ineludible: la 26° Feria del libro infantil y juvenil



Como todos los años para esta fecha, visitar la Feria del libro infantil es una cita obligada. Este año, por primera vez, se realiza en el Centro Cultural Kirchner y en Tecnópolis. Mi destino era el Kirchner, por ser el lugar más cercano a mi casa. Hacia allí me dirigí.



Primera sorpresa de la tarde: la entrada principal estaba vallada y no había ninguna cartelería o indicación de dónde era la entrada. Me acerqué a alguien de seguridad –ya no están los/as jóvenes que atentamente atendían cualquier consulta en el pasado- y me dijo que era por Alem, casi llegando a Corrientes. A mitad de cuadra hay una entrada, ingresé por ahí, pero tampoco era la entrada. Ahí me remitieron a la vuelta, sobre Corrientes. Allí tampoco había ningún cartel indicador, así que supuse que era por ahí. Me encontré nuevamente con gente de seguridad y una chica que entregaba los mapas y la programación, pero no de todos los días de la feria sino hasta el 23 de julio. A diferencia de los últimos años, ya sea en el Polo Circo o en el Dorrego, los estands están todos juntos, uno pegado al lado del otro, sin espacio, apiñados, comprimidos. La mayoría de tamaños muy pequeños y con poca posibilidad de movilidad para el público, sobre todo para lxs niñxs.

Por suerte, como todos los años, por ser docente en la mayoría de los estands el descuento es del 20 % con todos los medios de pago y, eso permite comprar libros. Recorriendo el espacio en pocos estands encontré descuentos.
En Ediciones del Naranjo, por comprar tres libros de la colección Luna de Azafrán te regalaban un cuarto libro y si no cada uno costaba 146$. 


Ahí me compré Como todo gato de Silvina Rocha y Pablo Tambuscio y, de la misma autora con ilustraciones de Vanesa Zorn Olivia y el violín.




En FCE conseguí Camino a casa del escritor colombiano Jairo Buitrago por 185$.


A unos pocos pasos estaba el estand de Loqueleo Santillana con la estrella de la feria, Roald Dahl y sus libros. Cada uno salía $159. Ahí, aproveché la novedad de Shaun Tan Eric y me compré Piedra, papel o tijera  y Los ojos de la noche de Inés Garland.


En Edelvives estaba la nueva edición de Alicia con ilustraciones de Benjamin Lacombe por más de 600$. Una belleza que quedará para la próxima.

En el estand de la Librería de las Luces, como siempre, ofertas por $60 , entre ellos, el imperdible Topito Birolo. 

Y en Colihue también hay muchas posibilidades de comprar buenos libros por poca plata.   

Y, en Libro de Arena/Calibroscopio pasé a retirar mi ejemplar de Hasta la vida que ya leí y disfruté mucho. Hermoso y conmovedor libro en el que participan un colectivo de autorxs e ilustradorxs para ponerle palabra a la indignación por la represión contra niñxs de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo por parte de Gendarmería este último 29 de enero.

El recorrido, como siempre disfrutable pero, para la próxima vez, una propuesta para los organizadores: siendo el Kirchner un lugar tan grande y espacioso, valdría la pena tener más espacio disponible.

¿Ya estuvieron en la feria? ¿Con qué se tentaron?


viernes, 24 de junio de 2016

Hallazgos de un día cualquiera XIV: en mi biblioteca encontré unas nanas y una cebolla

Arreglando mi biblioteca, encontré el bello libro Nanas de la cebolla de Miguel Hernández ilustrado por Matías Acosta editado en el 2013 por Ediciones del Naranjo, que hace un tiempo me regaló mi amiga Natalia Jáuregui.


Volver a recorrer los versos que Hernández le escribió a su hijo Manuel Miguel es una experiencia de lectura conmovedora. En este poema, Hernández recupera la tradición de la forma folclórica infantil de las nanas y él transforma el dolor en poesía y belleza.

La historia de Hernández, como la de tantos combatientes republicanos durante la Guerra Civil Española, es la de un hombre que desde la cárcel sufre la tortura y el maltrato de sus opresores y la situación de miseria y desahucio en la que está su mujer y su hijo. Frente a esa intemperie en la que quedaron, el poeta escribe este poema a partir del recuerdo de su hijo comiendo cebolla para paliar el hambre.  

Cada estrofa nos acerca cómo siente el yo poético el hambre de su niño y la desesperación de la madre y, en esa situación, el consuelo es la luna como regalo y la risa como escape, como futuro, como libertad frente a tanta opresión. El cuerpo del niño es música para el alma y su no saber la forma de la supervivencia.  

Las imágenes de Matías Acosta nos trasladan a ese universo escueto y minimalista de la escasez y la miseria,  ya que cada doble página funciona como síntesis simbólica y poética de cada estrofa.
La reedición ilustrada de este clásico de la poesía en lengua hispana es una oportunidad para acercar a lxs niñxs este bello texto poético que habla del dolor y el amor de un padre por su hijo.

Un hallazgo para leer otra vez y otra vez.


jueves, 23 de junio de 2016

Un nuevo año y ya van 6…


Hoy estamos de festejo. Hace seis años, un poco con el deseo de socializar y compartir mis lecturas de la literatura para niñ@s, abrir un espacio de intercambio con colegas y estudiantes y otro poco con la intención de difundir la cultura con las infancias, inicié este blog. Ahora, después de un tiempo transcurrido, este espacio se convirtió en un lugar para intercambiar con colegas y estudiantes, aprender, conocer más sobre la literatura y otros artes con las infancias a partir del diálogo virtual que propone el blog y que cada una/o de ustedes lleva adelante con cada comentario, consulta e intervención.

De a poco, el blog fue teniendo una identidad clara con secciones fijas como Hallazgos de un día cualquiera, Viajes, agenda de eventos, Postales de jornadas y congresos sobre LIJ, el recorrido por la Feria del Libro infantil y juvenil cada mes de julio, Libros del mundo, En Lengua alemana, Lecturas de verano, Colaboraciones, entre otras.

Y, también, en algunos post fui reseñando distintas lecturas de textos que me resultaron interesantes para compartir como, por ejemplo, Trece modos de mirar a un niño de María Teresa Andruetto o la reseña de Hugo tiene hambre de Silvia Schujer y Mónica Weiss.

Un nuevo año trae nuevos aires –con nueva portada y cambio de look- y el deseo de seguir haciendo de este espacio virtual un lugar propicio para el encuentro y el intercambio. Por eso me gustaría que me contaran cómo les resulta el blog, cuáles son las secciones que más les gustan, cómo es estar del otro lado o lo que quieran compartir en este día de cumpleaños.

Nos seguimos leyendo, esperemos que por muchos años más.

viernes, 17 de junio de 2016

Versos y relatos para contar la Historia



Desde hace un tiempo, en el campo de la literatura para niñ@s se vienen produciendo textos que tematizan procesos históricos o se relatan historias que tienen como telón de fondo episodios de nuestra historia como nación. Así, para el Bicentenario en 2010, la editorial Alfaguara preparó una colección con textos de autorxs como Silvia Schujer, Adela Basch, Ricardo Mariño –por nombrar algunxs- para contar el otro lado del Bicentenario de la Revolución de Mayo, donde muchas mujeres y niñas aparecen como protagonistas o se relatan historias donde personas comunes viven diversas vicisitudes al ritmo de los cambios sociohistóricos. En el mismo sentido, la editorial Abran Cancha viene publicando distintos textos que apuntan a recuperar personajes femeninos que han tenido un lugar preponderante en nuestra historia como país como así también se incluye el lugar de los pueblos originarios. La editorial Norma, en ocasión del Bicentenario en 2010, también sacó a la calle la colección Narrativa histórica “Amor y libertad en mayo de 1810” donde, por ejemplo, Liliana Bodoc publicó El rastro de la canela.

En las VII Jornadas de Poéticas de la Literatura Argentina para Niñ@s - estuvo participando en la mesa de Poesía Florencia Esses junto con Natalia Méndez y Flavia Tomaello. Florencia, luego de compartir la lectura de varios de sus textos, me regaló un delicioso libro titulado Me contaron de Tucumán (SM, 2016) que se enmarca dentro de las publicaciones vinculadas con el Bicentenario de la Independencia.



Me contaron de Tucumán de Florencia Esses tiene la particularidad de contar cómo vivieron distintos personajes el nacimiento de la Independencia el 9 de julio de 1816 en San Miguel de Tucumán, a partir del entramado de textos poéticos y breves relatos que se van engarzando a medida que leemos el texto. Así, el libro se inicia con un poema titulado “Relinchos en Tucumán” que nos trae las voces de los caballos que trasladaron a los congresistas, rompiendo con cualquier expectativa de lxs lectorxs y, ya desde el inicio, instalando el humor como eje del texto. Más adelante, “Una charla sobre ruedas” relata un episodio desopilante de la rotura de una rueda en una carreta y los miedos de los pasajeros por la aparición de animales salvajes. “Descoronados” es el poema que funciona como himno de la independencia y el deseo de liberarse de la monarquía europea – “Hoy nos descoronaremos/ para que crezcan ideas/ regadas por nuestras lluvias/ con raíces de estas tierras (…)”-. Así, avanzando la lectura, nos encontramos con otro poema “El baile de la pluma” donde se narra lo que hizo la pluma con la que se firmó el acta de la Independencia. No faltan entre los textos que conforman este libro, poesías dedicadas a las empanadas u otras recetas patrias como el arroz con leche, todas en verso, rimadas y con toques humorísticos.

Me contaron de Tucumán, como lo dice su nombre, reúne historias de la Historia, relatos del otro lado de la historia con mayúscula, que son acompañados por las ilustraciones de Guillermina Marino que trabaja con la técnica del collage y el calado en tonos blanco, negro, celeste y amarillo. Las ilustraciones de exquisita factura dialogan con los textos de Esses para conformar un libro bien estructurado y cuidadosamente editado.

¿Qué otros textos conocen o leyeron de literatura para niñ@s sobre el Bicentenario de la Independencia?  







miércoles, 15 de junio de 2016

Seis historias contadas por una araña

Este mes el blog cumple seis años y para festejarlo, primero quise renovar la presentación del blog -espero que les guste- con una ilustración de Jimmy Liao para la portada y, además, durante estos días iré compartiendo distintos textos que vengo leyendo y que me resultan interesantes.

Para empezar con este recorrido, elegí un libro de Didi Grau: A la sombra de una pirámide. Una tarde llegué a casa y ahí estaba, apoyado en la puerta de mi departamento, envuelto en un plástico transparente. Lo leí en pocos días y, justo, para ese tiempo también estaba leyendo la biografía de Chéjov de Némirovsky. Es raro cómo se van combinando las lecturas, las ideas. Una lectura me llevó a otra, una historia me hizo establece relaciones con las otras.



Irene Némirovsky en su Vida de Chéjov (Losada, 2016) narra cómo cuando el escritor ruso era pequeño, a pesar de la miseria y las necesidades, no faltaban los relatos orales que contaba su madre –acerca de la travesía que había hecho de niña con su madre en busca de la tumba paterna- o las historias que narraba la nana “leyendas en las que se mezclaban aquí y allá recuerdos de la guerra de Crimea, del tiempo de los siervos, con historias de bandidos y de brujas”. Historias que fueron acumulándose en la memoria del autor y que reaparecieron en algunos de sus textos.
Esa escena primigenia de una persona narrando a otras podríamos recuperarla como la postal que construye la memoria colectiva, narrar a otros/as historias del pasado, reales o inventadas, para mantener viva la historia y, en el diálogo con otros/as, construir también historia, lazo, unión.



A la sombra de una pirámide (Libros del Náufrago, 2013) de Didi Grau recupera esa escena primigenia, de pertenencia a la tribu, en este caso de una abuela araña a su nieta, para hilvanar seis historias que tienen como telón de fondo el antiguo Egipto y los escenarios maravillosos de las pirámides, los faraones y las reinas de antaño. Cada relato se inicia con la escena de la abuela araña contándole una historia a su nieta Bichita, a partir de un suceso o un evento cotidiano que requiere de un relato para dar una enseñanza, una explicación o simplemente por el deseo de narrar a otros historias de otros tiempos. Así en cada relato vamos descubriendo escenarios y personajes maravillosos donde aparecen guiños a lxs lectorxs –“Momias eran las de antes. No como esas momias de morondanga de las películas”-, el humor a partir del uso de la rima – “Porque sabrás, Bichita, que la reina, que era muy culta, solo hablaba con palabras que rimaran. (…) por ejemplo: -Muy bien, mis criadas, han puesto mucho empeño. Ahora me voy a dormir porque no doy más del sueño” – o del relato de situaciones disparatadas fruto del equívoco. Asimismo, se recuperan historias y parábolas tradicionales reversionadas donde, nuevamente, aparece el humor o el disparate con un fin didáctico.

A la sombra de una pirámide de Didi Grau es un libro donde se rescata la tradición oral, el juego con el lenguaje, el relato como memoria colectiva y vínculo intersubjetivo, y el humor. Seis historias para reír en un mundo maravilloso donde las gatas y los elefantes no son lo que parecen, o parecen lo que no son.    

¿Qué otras historias conocen donde la narración oral está presente o estructura el relato? 


jueves, 9 de junio de 2016

Postales de las VII Jornadas de Poéticas de la literatura Argentina para niñ@s

Y ya casi pasó un mes de la realización de las VII Jornadas de Poéticas de la literatura Argentina para niñ@s. Después de dos días super intensos de intercambios y charlas, el regreso al trabajo habitual y las clases me tuvo bastante ocupada. 
Comparto el videito que hizo Juane Basurto con algunas escenas de las jornadas. Espero que les guste. 


Para ver más imágenes de las Jornadas, pueden pasar por https://www.facebook.com/JornadasPoeticasLIJArgentina/

Muy pronto estarán colgadas las Actas de las jornadas en http://jornadasplan.fahce.unlp.edu.ar/

¿Participaron este año de las jornadas? Compartan impresiones, comentarios, relatos de su experiencia. 
Nos seguimos leyendo. 

sábado, 14 de mayo de 2016

Hoy función

En el marco de las VII Jornadas de Poéticas de la Literatura Argentina para niñ@s cerramos las actividades con la obra "Primeros relatos" a cargo del Teatro Comunitario de Berisso. Están todxs invitadxs.


viernes, 13 de mayo de 2016

Presentación del libro "Hasta la vida"


Conmovidos por el atropello que sufrieron los chicos de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”, de Bajo Flores, escritores, ilustradores, editores, narradores y otros trabajadores de la literatura infantil y juvenil argentina dieron vida a esta obra, una declaración de compromiso desde el arte a la que se suma el Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo. 

Con las producciones que integrarán el primer libro del sello ECuNHi
Poemas e ilustraciones de Liliana Bodoc, Silvia Schujer, Mario Méndez, Silvina Rocha, María Cristina Ramos, Márgara Averbach, Alejandra Erbiti, Verónica García, Oche Califa, Verónica Parodi, Sandra Garate, Nerina Canzi, Verónica Rivarola, Fernanda Bragone, Alan Jones, Rodolfo Fucile, Pablo Tambuscio, Emilia Provenzano, Martín Morón, Florencia Stamponi, Verónica Fradkin, Silvia Katz, Paula Alter, Roberto Sale, Alba Murúa, Alejandra Correa, Luciano Ortega, María Gabriela Belzitti.


Sobre el proyecto Hasta la vida:
En enero pasado, la Gendarmería y la Policía Federal reprimieron brutalmente a integrantes de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”, de Bajo Flores, cuando estaban ensayando. Niños de 5 años en adelante, mamás con bebés a upa, embarazadas, ancianos, jóvenes y adultos recibieron cientos de balas de goma. Muchos de ellos fueron hospitalizados, y si no hubo muertes, fue solo por azar. El gobierno nacional respondió primero culpando a las víctimas, y luego anunciando una investigación que hasta el momento no llegó. En una espontánea reacción desde el arte, escritores e ilustradores de la LIJ argentina contaron lo que pasó con poesías y dibujos. Las producciones forman parte de una muestra que se inaugura en esta jornada, y próximamente serán editadas en el primer libro del sello ECuNHi.

¡Lxs esperamos! Al finalizar compartiremos un brindis.  

jueves, 28 de abril de 2016

Un recorrido por la 42° Feria del Libro de Buenos Aires

Ayer, como parte del cursado del seminario “Estéticas y poéticas de la literatura para niñ@s” que dicto en el IES 1, estuve con un grupo de estudiantes recorriendo la Feria del Libro. En este recorrido, elegí algunos estands en particular porque me interesaba que vieran distintos formatos y géneros de libros ilustrados.
Nos encontramos en la puerta de la Feria y de allí nos dirigimos al Pabellón Azul. Nuestra primera parada fue en el Stand 708 donde están las editoriales Pequeño Editor, Del eclipse y Kalandraka. Allí pudieron tomar contacto con el genial Roberto Innocenti y sus ilustraciones de La niña de rojo de Aaron Frisch y el libro La historia de Erika de Ruth Vander Zee (que ya reseñamos aquí http://poeticasinfancia.blogspot.com.ar/2015/10/la-historia-de-erika-o-como-sobrevivir.html). También vieron Detrás de él estaba su nariz de Istvan y otros libros del mismo autor. Del eclipse tiene dos promociones que vale la pena aprovechar: 3x 1 de David Wapner y 3 x 1 de Didi Grau por un poco más de $300.

Caminamos un poco más, y llegamos al stand 625 de Libros del Zorro Rojo. Ahí se maravillaron con los libros de Katsumi Komagata y Bruno Munari. 




También descubrieron libros de México, de India, de Francia y las bellas ediciones de Libros del Zorro Rojo con ilustraciones de Scafati como La metamorfosis de Franz Kafka.





Yendo hacia el pabellón verde nos encontramos con Océano y ahí estuvieron viendo distintos libros de esta editorial como Flotante de David Wiesner (que ya reseñamos aquí  http://poeticasinfancia.blogspot.com.ar/2011/11/primera-entrega-del-simposio-la.html) y, del mismo autor, Martes que, oh sorpresa, estaban de oferta: los dos por $186.

En el Pabellón verde nos detuvimos en el stand 817 Fondo de Cultura Económica y ahí, primero, recorrimos la colección Espacios de Lectura –con algunas ofertas como Escribir en la plaza de Judith Kalman a solo $120 con el descuento para docentes- y, luego, ya en la zona de literatura para niñ@s recorrimos algunos de los textos más representativos de Anthony Brown como El libro de los cerdos y Voces en el parque, por nombrar algunos. También una de las estudiantes, Adriana, se fascinó con los textos de Isol.
Ya en el pabellón amarillo, pasamos por Comunicarte, y descubrimos los libros de María Teresa Andruetto y Perla Suez como El árbol de lilas y  Benja y las puertas, entre otros.  


Nuestra última parada, con una pausa en loqueleo de Santillana y el descubrimiento de los clásicos de Elsa Bornemann o Luis María Pescetti, ya en el Pabellón Amarillo fue el stand de Calibroscopio/Libro de Arena, el número 1620,  donde pudieron recorrer libros como De noche en la calle de Angela Lago, La composición de Antonio Skármeta, Hermosa soledad de Jimmy Liao, El soldadito de plomo de Jorg Müller, entre otros textos.  




Con más saberes sobre los libros ilustrados, una primera aproximación al libro álbum y mucha información terminamos nuestro recorrido.

¿Qué recorrido hicieron? ¿Qué stand les gustó más?  

miércoles, 6 de abril de 2016

Invitación: Hasta la vida en el ECUNHI


HASTA LA VIDA
Muestra de escritores e ilustradores de literatura infantil y juvenil
Jornada de teatro, música y narraciones

Con las producciones que integrarán el primer libro del sello ECuNHi
Poemas e ilustraciones de Liliana Bodoc, Silvia Schujer, Mario Méndez, Silvina Rocha, María Cristina Ramos, Márgara Averbach, Alejandra Erbiti, Verónica García, Oche Califa, Verónica Parodi, Sandra Garate, Nerina Canzi, Verónica Rivarola, Fernanda Bragone, Alan Jones, Rodolfo Fucile, Pablo Tambuscio, Emilia Provenzano, Martín Morón, Florencia Stamponi, Verónica Fradkin, Silvia Katz, Paula Alter, Roberto Sale, Alba Murúa, Alejandra Correa, Luciano Ortega, María Gabriela Belzitti.

Actúan Los Cazurros La Banda de las Corbatas
Narran Claudio Ferraro y Andrea Martinoli
Susurradores - Stands de libros, discos e instrumentos - Y muchas sorpresas

Sábado 9 de abril - Desde las 15.30 hs.
Espacio Cultural Nuestros Hijos, Av. del Libertador 8151 (ex Esma)
Bono contribución voluntario
No se suspende por lluvia

Conmovidos por el atropello que sufrieron los chicos de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”, de Bajo Flores, escritores, ilustradores, editores, narradores y otros trabajadores de la literatura infantil y juvenil argentina dieron vida a esta obra, una declaración de compromiso desde el arte a la que se suma el Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo. El sábado 9 de abril se presentará una muestra de estas creaciones, que próximamente se transformarán en un libro, el primero del sello ECuNHi.

15.30: Inauguración de la muestra Hasta la vida, con los reconocidos escritores e ilustradores que la hicieron. Susurradores. Orquesta infantil y juvenil “Tunquelén”, de Garín.
16: Había una vez un tirano. Narración de Claudio Ferraro.
16.30: La Banda de las Corbatas.
17.30: Hasta la vida. Intervención de los autores y espectáculo de Andrea Martinoli.
18: Los Cazurros.

En toda la jornada: Feria de discos, libros e instrumentos, estampado de remeras.

Sobre el proyecto Hasta la vida:
En enero pasado, la Gendarmería y la Policía Federal reprimieron brutalmente a integrantes de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”, de Bajo Flores, cuando estaban ensayando. Niños de 5 años en adelante, mamás con bebés a upa, embarazadas, ancianos, jóvenes y adultos recibieron cientos de balas de goma. Muchos de ellos fueron hospitalizados, y si no hubo muertes, fue solo por azar. El gobierno nacional respondió primero culpando a las víctimas, y luego anunciando una investigación que hasta el momento no llegó. En una espontánea reacción desde el arte, escritores e ilustradores de la LIJ argentina contaron lo que pasó con poesías y dibujos. Las producciones forman parte de una muestra que se inaugura en esta jornada, y próximamente serán editadas en el primer libro del sello ECuNHi.

Sobre el ECuNHi: 
El Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), de Madres de Plaza de Mayo, funciona desde 2008 en la ex Esma. Es una escuela de artes y oficios, y sostiene programas artísticos y educativos que hasta el año pasado incluyeron a más de sesenta mil chicos y chicas con sus familias, docentes, futuros docentes y adultos mayores. Tiene una oferta cultural que abarca música, teatro, artes plásticas. A diferencia de otros espacios de la ex Esma, no depende en forma directa de ningún organismo oficial. Desde este año no tiene financiamiento alguno del Estado, dado que se gestionaba a través de convenios que no fueron renovados.

Sobre los artistas:
Los Cazurros: El dúo de Pablo Herrero y Ernesto Sánchez ha acompañado al ECuNHi en las cinco ediciones del Festival María Elena Walsh, oficiando de “conductores irresponsables”. Para esta jornada traen más música, teatro y humor, con uno de sus reconocidos espectáculos.

La banda de las Corbatas: Oriunda de Quilmes, esta banda forma parte de una movida en crecimiento que encuentra en el folklore un canal potente y diverso para comunicarse con los chicos. Traen al ECuNHi su música y su invitación al juego.

Claudio Ferraro: Es uno de los narradores más reconocidos del país, integrante del equipo educativo del ECuNHi durante años. Narrará y también conducirá el evento. 

Andrea Martinoli: También narradora de prestigio, ha creado un espectáculo con las poesías de Hasta la vida, y viene a regalarlo al ECuNHi. 


Todos estos grandes artistas vienen a abrazar al ECuNHi en forma desinteresada y amorosa. La recaudación del bono contribución será destinada en su totalidad a apoyar este Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo, que actualmente sigue funcionando sin financiamiento de ningún tipo.



Ecunhi- Espacio Cultural Nuestros Hijos
Avenida del Libertador 8465 (1429), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
(54 11) 4703-5089  proyectoeducativo@nuestroshijos.org.ar

jueves, 24 de marzo de 2016

Mi infancia en dictadura


En marzo de 1976 tenía apenas cuatro años. En diciembre de 1983 había terminado la escuela primaria y con doce años me preparaba para ingresar al año siguiente en primer año. Toda mi infancia la viví en dictadura.

Hoy, cuarenta años después, voy recuperando algunos recuerdos de mi memoria magra.

Recuerdo, con la voz de mi madre, el relato que me hizo de su visita al jardín de infantes porque me peleaba con mis compañeritos y de la maestra que le advirtió que esa niña de solo cinco años podía terminar siendo una subversiva. Mi madre, decía, se quedó muda o, tal vez, ya no recuerdo, atinó a responderle algo, sorprendida por ese comentario.

Recuerdo que una vez nos retiraron antes de la escuela porque, decían, había habido un “operativo” en la zona de la catedral. Por las noches, recuerdo, mis padres hablaban en voz baja de “lo que pasaba” para que no escucháramos con mis hermanas.

Otro día, nos fuimos de la escuela a casa con el hijo de unos amigos de mis padres porque, según contó Coca –creo que así se llamaba- en su departamento habían entrado los militares y ella se había asomado al pasillo para ver qué pasaba y la habían empujado con un Fal para que entrara a su casa. Coca estaba embarazada. Del susto se había metido debajo de la cama y durante horas se había quedado escondida. Cuento esto y pienso en esos niñxs que se escondieron en un armario, en un placard, debajo de la cama cuando los genocidas los fueron a buscar a sus casas. Y todxs lxs otrxs que desaparecieron y todavía hoy siguen sin conocer su identidad. 



Recuerdo a mi tío Jorge, que para esa época estudiaba Ingeniería en La Plata, y una vez por semana venía a casa a cenar y, a pesar de que vivía apenas a cinco cuadras, mi padre lo acompañaba cuando volvía a su casa. Jorge tenía barba y pelo largo, y mi madre cada vez que nos visitaba le decía que se cortara el pelo y la barba, porque solo por eso podían detenerlo.

Recuerdo a mis hermanas mayores que cursaron la secundaria en el Bellas Artes y la directora en persona, la Prof. Gallo, medía el largo de la pollera y, si no cubría las rodillas, rompía el dobladillo para que esos cuerpos estuvieran regulados, controlados.

Pienso en la escuela y, ya en el 84 en democracia, me acuerdo de la profesora de Historia, Prof. Sánchez Viamonte, y su mirada de tristeza infinita por la desaparición de su hijo y, cómo era mirada como apestada por ese “estigma”. También me acuerdo de una profesora de historia, no sé el nombre, que en esos primeros años de democracia nos hablaba de los desaparecidos y de la represión durante la dictadura cuando todavía muy pocos docentes hablaban del tema. Y, a partir de ahí, mi interés por querer saber, buscar, leer más sobre lo que había pasado y había estado oculto a mis ojos de niña.

Y si vuelvo a mi escuela primaria, en el 82 escribí muchas cartas con chocolates para los chicos que combatían en Malvinas. Para esa época recuerdo a mi madre que escuchaba Radio Colonia para saber “el otro relato”, lo que no se sabía en estas orillas y su decisión de no participar en los festejos por la toma de las islas. Allá, en el frío, estaba Claudio, nuestro vecino.

Y en esos años de dictadura leí a Poldy Bird, a Syria Poletti, a Beatriz Ferro y su Quillet de los niños, a Elsa Bornemann y su Disparatario y El niño envuelto, a Eduardo Gudiño Kieffer y su Felipito y el Furibundo Filibustero que todavía conservo en las viejas ediciones. También me apasioné con los títulos de la colección Billiken y la colección Robin Hood, recuerdo especialmente El mago de Oz y Sandokán. Y leí la revista Billiken y las historietas Condorito, Patoruzú y Patoruzito.

40 años después me alegra saber que mis sobrinxs adolescentes organizan intervenciones en su escuela para recordar a los 30000 compañerxs desaparecidxs y participan de las marchas en La Plata y en Plaza de mayo para decir presente.

A 40 años del golpe, Nunca más. Memoria, Verdad y Justicia.   


lunes, 21 de marzo de 2016

Poesía en el Día Mundial de la Poesía



Como dice la poeta Olga Orozco, "la poesía puede presentarse al lector bajo la apariencia de muchas encarnaciones diferentes, combinadas, antagónicas, simultáneas o totalmente aisladas, de acuerdo con la voz que convoca en sus apariciones. Puede ser, por ejemplo, una dama oprimida por la armadura de rígidos preceptos, una bailarina de caja de música que repite su giro gracioso y restringido, una pitonisa que recibe el dictado del oráculo y descifra las señales del porvenir, una reina de las nieves con su regazo colmado de cristales casi algebraicos, una criatura alucinada con la cabeza sumergida en una nube de insectos zumbadores, una anciana que riega las plantas de un reducido jardín, una heroína que canta en medio de la hoguera, un pájaro que huye, una boca cerrada. Las imágenes creadas por sus resonancias se fijan, se superponen, se suceden. ¿Cuál será la figura verdadera en este inagotable calidoscopio?" (Orozco, 2013:465).
Es cierto, la poesía puede presentarse de diferentes modos y producir múltiples efectos en lxs lectorxs, pero siempre es una experiencia estética que nos convoca de alguna manera, que nos interpela y no nos deja indemnes.

Hoy quiero compartir algunas poesías que me gustan mucho para festejar el Día Mundial de la Poesía e invitar a que leamos cada vez más poesía y compartamos en los espacios de la formación más lectura de poesía.

"Callao" de Adela Basch

El hombre camina envuelto
en un espeso silencio
y es peso sobre su espalda
la carga de una palabra
que a nadie le va diciendo.
Es paso lento su andar
en el espacio nocturno
mientras, despacio, el mundo
cambia un poco de lugar.
Esposo fiel, el silencio
abraza mudo a la noche
y es pozo de los misterios
que callan todas la voces.
El hombre va por la calle
con el corazón contento
porque le brota de adentro
una canción de silencio.
Va el hombre sobre el asfalto
caminando sin apuro
y de puro caminar
la ciudad se le hace canto,
muda canción sin palabras
que labra el cielo callado.
Canto profundo, infinito
va desplegando el silencio
mientras, con labios cerrados
el hombre va caminando
por el horizonte inmenso
de la avenida, Callao.


"25 de mayo Niebla" de Jimmy Liao

Al amanecer voy a pie hasta la orilla del río,
donde leo en silencio, mientras espero.
Dos patos se acercan para charlar conmigo
sobre el menú del almuerzo.


"Misterio" de Laura Devetach

¿Cuál será el misterio
de las piedras
de colores?
Sólo el río las enciende
como soles.


"Levanté un tallo seco" de Jorge Luján extraído de Palabras manzana

Levanté un tallo seco
y en el aire
                 se hizo flor

Aspiré su aroma
y la vi alejarse
                       mariposa



"Copla imposible" de Cecilia Pisos

¿Quién oye hablar a los peces
o callarse a las cigarras?
¿Quién es que escala los ríos
y quién nada en las montañas?

"Peces" de María Cristina Ramos

Dentro del espejo,
en agua de olvido,
hay un pez de sombra
que se me ha perdido.

En agua de soles,
de árbol florido,
hay un pez naranja
en busca de nido.

En agua de cielo,
de estanque sombrío,
hay cientos de peces
de luz encendidos.

Podría seguir transcribiendo poemas que me gustan mucho infinitamente.
¿Qué poemas son sus preferidos? ¿Los comparten?




viernes, 18 de marzo de 2016

Última entrega: librerías y libros en viaje



Como todo viaje que se precie, las librerías y los libros siempre tienen que estar presentes. Además de los libros que llevamos en la valija y que trasladamos de una ciudad a otra, también están los libros que una encuentra en el camino, en las distintas librerías que recorre en cada ciudad que llega.


Así, en París, además de la belleza de la ciudad, pude descubrir el encanto de algunas librerías que fui encontrando casi sin querer. La histórica librería Shakespeare & Company, de la que ya hablé alguna vez aquí, en la orilla izquierda, a metros del Sena y de la casa donde Julio Cortázar escribió Rayuela. Ahí la literatura para niñ@s tiene un rincón debajo de una escalera, donde no solo hay libros en inglés sino también algunos en francés.



En uno de los famosos pasajes que Cortázar inmortalizó en el relato “El otro cielo”, también las librerías y jugueterías dan presente. Así me encontré en el Passage des Princess una juguetería con muñecas y juegos de distintas épocas que era un festín para los ojos y para las infancias.

Galerie Vivienne


Amsterdam me sorprendió con sus libros a la mano de los transeúntes, en la puerta de una casa. Y las librerías de viejo pero con la dificultad de no leer neerlandés. 




En Alemania, la librería Hugendubel es un universo de libros para niñ@s y adultos que en cada ciudad que visité me esperó con algunas sorpresas.


Un rincón en la ciudad de Munich 


Y Barcelona, fue una fiesta de libros y librerías donde pasear por Laie, La Central (del Barrio Gótico, el Raval y Gracia) y la Casa del libro en Passeig de Gracia, cada una con su particularidad y encanto, con sus rincones de literatura para niñ@s y algunos hallazgos bien interesantes. 
La Pedrera de Guadí

Plaza Real en Barcelona

La Central en el barrio el Raval

Cada hora que pasé –y fueron muchas- en estas librerías fue un placer secreto y maravilloso. Algunos hallazgos: de mi amado Jimmy Liao Paisaje de amor (Barbara Fiore, 2015), Ojalá pudiera formular un deseo (Barbara Fiore, 2014), El pez que sonreía (Barbara Fiore, 2010) y ¿Verdad o mentira? (Barbara Fiore, 2015); de una ilustradora y autora polaca Iwona Chmielewska, el maravilloso libro Ojos de la editorial, para mí desconocida, Tramuntana. 








Y, por último –en algún momento hay que decir basta sino las valijas no resisten el peso-, el bellísimo libro de la autora colombiana Irene Vasco Letras al carbón (Juventud, 2015), que ya reseñaré en otro post.



Además, en las valijas de regreso viajaron Ungaretti y Tsvetaieva, Barthes y Benjamin, Walser y Blanchot, Juliano y Butler, Quignard y Eagleton, entre otrxs. Por suerte también existe el ebook y la Tablet que me permitieron cargar muchos más con menos peso.

¿Quién dijo que un viaje sin libros no es un viaje? 
Nos seguimos leyendo.