viernes, 26 de septiembre de 2014

Postales de las VI Jornadas de Poéticas de la Literatura Argentina para niñ@s: primera entrega


El viernes y sábado pasado se realizaron las VI Jornadas de Poéticas de la Literatura Argentina para niñ@s organizadas por la Cátedra de Didáctica de la lengua y la literatura II y el Depto. de Letras de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP en el Pasaje Dardo Rocha con la presencia especial de Pablo Bernasconi y Cecilia Pisos.
Hoy quiero compartir algunos momentos de la jornada del día viernes. 


Después de la apertura de las autoridades, escuchamos la presentación de Pablo Bernasconi titulada “Criando vínculos Literaturas para compartir corazones” en la que este autor e ilustrador dio cuenta de cuál es su proceso de trabajo, cómo parte de una idea y a partir de allí dibuja y dibuja hasta encontrar el modo de dar cuenta de esa idea primigenia; también comentó cuáles son sus nutrientes –es decir, artistas, pensadores, músicos, escritores que le sirven como inspiración para su trabajo entre los que se encuentra Cortázar, Beethoven, Spinetta, El hombre araña, la película Delikatessen, entre otros-. Y a lo largo de toda su charla fue leyendo algunos de sus textos y contando cómo nacieron, por ejemplo, La verdadera explicación, Excesos y exageraciones, entre otros.


Luego escuchamos a María Dolores Duarte, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Comahue que hizo un planteo interesante sobre los textos literarios que se leen en la escuela primaria y secundaria, en relación con la necesidad de recuperar la tradición cultural de nuestro país a partir de la lectura de algunos textos clásicos argentinos. Fue interesante el debate que se produjo entre la especialista y algunxs de lxs participantes.
Por la tarde compartimos en tres mesas de ponencias las presentaciones de autorxs de todo el país sobre las poéticas de autorxs, la temática de las identidades y la literatura para niñ@s y la relación con la memoria.



Luego, vino el momento de distensión y disfrute con el Grupo de Teatro La Terraza y su adaptación del texto de Pablo Bernasconi “El diario del Capitán Arsenio”. La sala B del Pasaje se llenó de público de las jornadas y otrxs invitadxs. Genial la adaptación y el trabajo de cruce entre distintas disciplinas para dar cuenta de este relato de Bernasconi.

A continuación, se presentó el panel Lecturas de infancia: clásicos, adaptaciones y traducciones con la participación del historietista Cristian Mallea y de las investigadoras de la Universidad Nacional de La Plata Amanda Zamuner y Soledad Pérez. Allí recorrimos la historia de la historieta argentina y la adaptación de textos literarios clásicos, las traducciones de textos clásicos y sus extraños recorridos hasta llegar a las manos del público hispanohablante y, por último, un recorrido por la historia del personaje Peter Pan en sus distintas versiones y reversiones.

Para finalizar la extensa jornada, disfrutamos de la presentación de libros con la compañía de Laura Di Marzo que presentó una bella y cuidada edición de la colección El salmón sabio de la Editorial La Parte Maldita, Gabriela Pesclevi y su libro Libros que muerden –una historia de los libros censurados por la última dictadura-, Gabriela Larrralde y su libro Los mundos posibles –un recorrido por la literatura LGBTTTI para niñxs- y, por último, la presentación de la novela Los poseídos de Luna Picante de Martin Sancia –Premio Sigmar 2014- .


Fue una jornada muy interesante, con mucha participación e intercambio.

Hasta la próxima entrega. 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Cuento con viento


Para cerrar este recorrido que por la obra de Cecilia Pisos y Pablo Bernasconi, hoy voy a presentar el libro que los reúne: Un cuento por donde pasa el viento de Cecilia Pisos con ilustraciones de Pablo Bernasconi, editado por Sudamericana en el 2013.
Un cuento por donde pasa el viento narra las peripecias de un príncipe que quiere rescatar a la princesa de la torre donde la tiene prisionera un ogro. Este argumento nos remite al universo de los cuentos tradicionales y a una larga lista de reelaboraciones y reinvenciones que han hecho escritorxs de la literatura para niñxs argentina. Pero, en este caso, nos encontramos con una historia que propone otra vuelta de tuerca sobre el hipotexto tradicional. La prueba que tiene el príncipe para liberar a su amada es contestar a la pregunta, en tres días, qué es el viento. Así el príncipe emprende un viaje en busca de la respuesta. Cada personaje que encuentra en su camino, un pez, un árbol, un pájaro, un sapo van a responder a ese interrogante de maneras diversas, apelando a su sensibilidad y experiencia de acuerdo a qué identidad tengan y en forma de versos. Así para el pez es, entre otras cosas, lo que “trae el olor de las cosas”; para el árbol “el que abre y cierra/bosques, cortinas, ventanas”; para el pájaro el que “nos sube hasta el cielo” y, para el sapo, el que “toca un sol o toca un do.” Con estas respuestas el príncipe regresa al castillo del ogro para liberar a su amada. El viento se cobrará una venganza con el ogro…y la princesa y el príncipe comieron perdices.
Las ilustraciones de Pablo Bernasconi nos traen otra vez a ese universo de monstruos singulares –el ogro es color rosa subvirtiendo la representación gráfica habitual-, y los personajes se construyen desde una estética hiperbólica con ojos desorbitados y cabezas desmesuradas. Por otro lado, el uso del collage o la combinación de elementos aparentemente inconexos le dan a la ilustración diversidad de texturas y una paleta de colores estridente.  


Un cuento por donde pasa el viento es un tejido donde poesía y narración se entraman para reinventar el cuento de hadas con ogro y princesa. 
Después de leer “Un cuento por donde pasa el viento” nos encontramos con un bonus track, el relato “El hijo del mago”, que relata las peripecias del hijo del mago que juega a hacer magia detrás de escena y produce algunos efectos mágicos inesperados.  Como en el relato que da título al libro se utiliza el juego con la tipografía de diversos tamaños y colores para reforzar el sentido o asignar nuevos sentidos posibles al texto que estamos leyendo.
Un cuento por donde pasa el viento es la oportunidad para acercarse al universo imaginario de Cecilia Pisos y Pablo Bernasconi todo en uno, o mejor dicho, en dos relatos.
Hasta aquí llegamos con este recorrido.  Espero que lo hayan disfrutado.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Versos por aquí y por allá: otra forma de mirar


Para seguir conociendo la obra de Cecilia Pisos hoy vamos a adentrarnos en su universo poético. En este caso voy a presentarles El pájaro suerte y otros poemas (Pequeño Editor, 2011) con ilustraciones de Silvia Lenardón y En la soguita de un verso (Del Naranjo, 2013) con ilustraciones de Laura Michell. Dos ejemplos de una poética donde la palabra se redimensiona, cobra espesor y construye mundos donde la fantasía está siempre ahí, al acecho, para dar el zarpazo en el momento menos pensado.


El pájaro suerte y otros poemas se construye como una enciclopedia fantástica de pájaros extraños, con habilidades específicas en relación con su nombre. Es decir, cada pájaro que vamos conociendo a medida que leemos este libro se define a partir de la resemantización de su nombre en clave poética. Así el “pájaro viento” vuela y es difícil verlo, el “pájaro te lo dije” tiene la habilidad de repetir las cosas, el “pájaro oreja” escucha, el “pájaro lengua” se burla de todos. Cada pájaro construye su identidad en su hacer recuperando ciertos rasgos propios de su nombre y, a  su vez, transformándolos en algo poético a partir del uso de la metáfora y la creación de un pájaro imaginario.  Las ilustraciones de Lenardón con aires surrealistas y de cómic suman interpretaciones posibles al texto y configuran un universo de pájaros de fantasía con una gran síntesis estética y con una paleta de colores acotada pero de enorme potencia.  

En la soguita de un verso nos lleva al universo de la poesía en tanto materialidad ya que el verso deviene soga donde se puede colgar o descolgar personajes, situaciones, palabras. A lo largo de los distintos poemas que están en este libro no solo descubrimos como la poesía está hecha de lenguaje sino también cómo cada poema nos arrastra a un universo de fantasía que proviene de la ficción del cuento tradicional o de hadas. Así nos encontramos con Rapunzel que ata su destino a la soga del verso, el Lobo hace trampa con la soga de un verso para asustar a Caperucita, o con Pulgarcito que intenta llegar al verso o mejor dicho a la soguita del verso sin suerte. Algunos poemas están estructurados como coplas, otros son caligramas, otros recuperan formas del folclore infantil como la preguntita. Las ilustraciones de Laura Michell dialogan y se entraman con el texto poético construyendo un libro álbum donde discurso visual y verbal arman un universo ficcional en cada doble página que vamos recorriendo.

La poesía de Cecilia Pisos, en estos dos textos, nos pone frente a una experiencia poética en el sentido de leer un texto con palabras sencillas, de la vida cotidiana, de extensión breve donde lo que se busca es construir un universo donde se mire de otra manera, estableciendo conexiones inesperadas y poniendo el foco en la potencia transformadora del lenguaje poético.

Dos libros que vale la pena leer, recorrer y volver a leer.
Hasta la próxima entrega! 



viernes, 12 de septiembre de 2014

Cómo inventar un zoológico



La vida de un inventor está llena de ideas que andan por ahí, de proyectos y de mucha imaginación, pero sobre todo de poder mirar el mundo de otra manera para poder crear algo de la nada o de aquello que para otrxs resulta insignificante. Esto es lo que hace Joaquín, el protagonista de El zoo de Joaquín de Pablo Bernasconi (La brujita de papel, 2011), un día cuando despierta con ganas de transformarse en inventor.  
Así, a partir de la idea de aprovechar “algunos cachivaches” que tenía en su casa, Joaquín decide construir un bestiario fantástico donde cada elemento aparentemente inútil o inservible se transforma -a través de sus manos y sus ideas- en un animal singular. Cada animal que inventa tiene un rasgo particular que lo hace especial, distinto, original. Cada animal deviene un artefacto insólito e imprevisible.  
Un rallador de queso se transforma en un hipopótamo insaciable que nunca engorda, un plumero viejo y dos ramitas hacen nacer un bicho feo, un teléfono en desuso deviene un ratón que hace ring, un reloj y una bocina se combinan para crear un gallo madrugador, y así a medida que avanzamos la lectura, cada doble página nos depara la aparición de un animal raro, divertido y construido con partes inconexas o aparentemente imposibles de vincular. Cada animal inventado por Joaquín se transforma en un texto humorístico con rima, al mejor estilo de las coplas, donde las palabras se vinculan de manera metafórica o metonímica, por asociación semántica o fónica produciendo el efecto cómico.  
Todos los animales de Joaquín configuran un zoológico inusual que habita en su jardín, un zoo hecho de animales artefacto, de animales objeto construidos con deshechos que cobran vida nueva a partir del armado genial de Joaquín y la invención fabulosa de Bernasconi.

El zoo de Joaquín nos traslada a un mundo de animales fantásticos hechos con objetos de la vida cotidiana que se resignifican a partir de la creación de Joaquín. Un zoológico que nos habla también de la potencia transformadora de la creación artística donde algo inservible o aparentemente insignificante puede transformarse en un hecho estético.
De este zoológico me llevo como souvenir el Hipopótamo y el Gallo Madrugador, mis preferidos.

¿No podríamos pensar que el universo estético de Bernasconi nos presenta en cada libro una enciclopedia imaginaria de seres fantásticos? De los que conocen, ¿con cuál se quedan? o ¿cuál les gusta más?

Espero que les haya gustado este post en este recorrido por la obra de lxs dos autoxs invitadxs especiales de las VI Jornadas de Poéticas de la literatura para niñ@s. Si desean información sobre las jornadas pueden entrar en Facebook.com/Jornadas PoeticasLIJArgentina o pedir información a jornadalitinfantil@gmail.com 
Hasta la próxima entrega.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Escribir la inmigración: Cecilia Pisos por dos

Para lxs latinoamericanos, emigrar es y ha sido una experiencia recurrente. Emigrar por razones políticas, en busca de mejores condiciones de vida, para encontrar el amor, para trabajar, en fin, distintas situaciones de la vida hacen que personas de nuestra tierra viajen hacia otros lugares y desde otros territorios muchxs lleguen aquí. 
La literatura para niñxs ha dado voz a estos relatos de la inmigración y se ha constituido en la documentación ficcional de la memoria y de la identidad. Narrar esa experiencia ha sido para muchxs escritorxs el modo de rendir homenaje a sus ancestros inmigrantes o bien dar cuenta de vivencias propias del sujeto moderno. La literatura para niñxs no ha sido ajena a esta temática. Algunos de los textos que tematizan esta experiencia son Stefano (1997) de María Teresa Andruetto, Memorias de Vladimir (1991) de Perla Suez, de esta misma escritora Dimitri en la tormenta (1993), Caraclasa (2010) de la escritora uruguaya Magdalena Helguera, Cuando San Pedro viajó en tren (2008) de Liliana Bodoc, por nombrar solo algunos.


Cecilia Pisos no ha sido ajena a esta temática, tal vez dando cuenta de alguna manera de su experiencia de emigración. Ya en Como si no hubiera que cruzar el mar (Alfaguara, 2004) daba cuenta de una historia donde se cruzaba la inmigración de Carolina que con doce años viaja a España donde la espera su tío con el viaje de desarraigo de su bisabuela María que en el pasado viajó en barco de España a Argentina buscando nuevos horizontes. A lo largo del texto se entraman las experiencias de Carolina con las cartas de su bisabuela contando vivencias muy similares a pesar del tiempo que las separa, recetas de cocina, canciones, un palimpsesto de textos y experiencias que permiten construir o narrar la experiencia de emigrar.


Pero no solo en esta novela Pisos se mete en la cuestión de la inmigración. En Mar cruzado (2013) vuelve sobre esta temática donde relata la continuación de Como si hubiera que cruzar el mar a partir del regreso de Carolina y su familia a Argentina debido a crisis económica que vive Europa. Se trata de una novela por entregas que nació en un blog y se fue haciendo de manera interactiva entre autora y lectorxs para, luego, salir en libro. Es interesante el modo en que Pisos construye el texto: la novela que leemos está construida en un cruce entre entradas de blog, comunicaciones vía Skype, mensajes de correo electrónico y el diario de su bisabuela María. Escrituras de hoy y de ayer para narrar la experiencia de cómo vivir la inmigración. Presente y pasado para contar el mundo de una adolescente que debe volver a emigrar a partir de la decisión de sus padres de regresar a Argentina y queda encabalgada entre el mundo de allá y el de acá, entre sus amigxs de España y sus amigxs de Argentina, entre su familia del otro lado del océano y lxs que del lado de acá.

Mar cruzado, además, es una novela donde se muestra el mundo de lxs jóvenes, sus modos de comunicarse y relacionarse, sus intereses y universos afectivos e imaginarios con conocimiento, verosimilitud y sobre todo con una mirada tierna. Por momentos el texto conmueve con la historia de Carolina y la historia de los desencuentros amorosos de su bisabuela María que vuelven al presente.

Mar cruzado es una experiencia que vale la pena atravesar ya que da cuenta de cómo se vive el desarraigo en un mundo donde las tecnologías permiten acercarse al que está del otro lado pero aún así  muestra cómo la inmigración, aún hoy, no deja de ser una vivencia dolorosa.  

Hasta la próxima entrega, 


lunes, 8 de septiembre de 2014

Hallazgos de un día cualquiera XII: Pablo Bernasconi y los monstruos en Pinamar

A partir de esta semana, hasta el 19 de septiembre, la propuesta es festejar la realización de las VI Jornadas de Poéticas de la literatura argentina para niñ@s publicando solo posts que se vinculen con lxs dos autorxs invitadxs para esta edición: Pablo Bernasconi y Cecilia Pisos. Creo que es una manera de conocer sus textos y sus poéticas antes de escucharlos en vivo.


El fin de semana pasado me tomé tres días de descanso en el mar. Una tarde en la caminata habitual rumbeamos para la librería Böhm, un emblema en la ciudad de Pinamar desde el año 1952. El fundador de esta librería fue un pionero que empezó en Ostende con un puesto que armaba cuando llegaba y desarmaba cuando terminaba la temporada donde hacía fotografías. Luego, con el tiempo y la ayuda de la familia, se instalaron con una librería en Pinamar y más adelante, en 1984, abrieron una sucursal en Cariló.
Para mí la librería de Pinamar es entrañable porque de chica, las veces que veraneamos allí, era un lugar donde elegía mis libros para leer en el verano. Todavía en algunos libros viejos encuentro los señaladores de Librería Böhm.
Mirando los libros del sector infantil me encontré con El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos de Pablo Bernasconi editado en Sudamericana en 2006. Este libro puede leerse como un cuento de hadas con monstruos, brujo y libro de hechizos en el que Leitmeritz, el Brujo, resuelve los problemas de todos sus vecinos con el Libro Rojo de los hechizos pero no puede ayudar a Chancery, su ayudante, que es un horrible monstruo al que todo el pueblo llama Horrible.


También puede leerse como un libro sobre la lectura, sobre los sentidos que lxs lectorxs pueden imprimirle a los textos o cómo una lectura “hereje”, como la de Chancery al manipular el Libro Rojo de los hechizo cuyo poseedor e interpretador es el Brujo Leitmeritz, trae consecuencias sobre los sentidos que ese texto tiene a los ojos del experto, del lector especialista. Chancery deviene un lector irreverente, que desordena y desacomoda los sentidos instituidos y que, a partir de su lectura, genera efectos inesperados en los lectores y en su propia vida. La lectura del texto prohibido, en una clara práctica de lectura transgresora, genera en el ayudante también transformaciones en su propia vida que lo llevan al descubrimiento de sí mismo. En este sentido, leer le permite a Chancery descubrir que la monstruosidad es un efecto de lectura de acuerdo con el cristal que se mire; es decir, ser o no monstruo depende de la percepción de uno y de los otros.
Las ilustraciones de El brujo, el Horrible y el Libro Rojo de los Hechizos nos llevan una vez más a la poética de Bernasconi donde las imágenes hiperbólicas, construidas a partir del uso del collage, el mix de objetos, el relieve de algún detalle sobre el cuerpo general de la imagen como el libro en las manos de Chancery o el pie que sale de la cabeza de Leitmeritz, el trabajo sobre el volumen en los cuerpos de los personajes, el trabajo con el color presentan un universo ficcional que construye relato con el discurso verbal.

Comparto el booktrailer que se puede ver en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=Y_-VqRL2kas

¿Qué otros libros conocen de Pablo Bernasconi?