domingo, 11 de julio de 2010

Juguetes de otros tiempos

Pensar en la infancia es pensar en un territorio donde los juegos y los juguetes están presentes. Canciones, disfraces, juegos sensoriomotrices, de palabras, entre tantos. Cada uno guarda en su memoria ese tiempo sin tiempo donde la imaginación reinaba contra el aburrimiento y, en algunos casos, la pobreza o la escasez.
En casa jugábamos a disfrazarnos con los vestidos de la década del '60 heredados de una tía y armábamos obras de teatro en un acto. Entre los juguetes y juegos se destacaban las tardes de lluvia jugando al Scrabble y al hoy burgués "El estanciero." Los días soleados eran para la rayuela y saltar a la soga. Y siempre, para cuando ya los juguetes aburrían, los libros.
De estos juguetes y de otros nos habla la escritora y periodista italiana Sandra Petrignani -www.sandrapetrignani.it- en un curioso libro que se publicó el año pasado en la editorial La Compañía, a pesar de que vio la luz en Italia en 1988 y ganó el Premio Nazionale di Narrativa Bergamo: Catálogo de juguetes. En este libro, Petrignani presenta setenta y cinco juguetes que nos trasladan una y otra vez a los recuerdos infantiles, a los juegos a la hora de la siesta, en soledad o con amigos. Se trata, como dice Giorgio Manganelli en el epílogo de "un cosmos maravilloso e imposible, un conjunto de gestos, de ritos, de fórmulas mágicas."
¿Qué juguetes recuerdan ustedes? ¿Dónde andarán esos juguetes de nuestra infancia?

4 comentarios:

  1. En casa teníamos una bolsa a la que llamábamos -no sé por qué- "los juguetes todos", que guardaba cosas rotas, viejas muñecas y soldaditos de mi hermano. Aunque había otros chiches más nuevos, esa bolsa escondida nos fascinaba y cada vez que la abríamos era como desenterrar un tesoro... Yo llegué a tener 32 muñecas -todas con nombres propios- pero las fui regalando. Sólo quedó "la novia" que aún hoy es disfrutada por sobrinas y primitas... Me hiciste viajar a la infancia, val... Gracias!!!

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  2. Algunos muñequitos:
    El ET de goma, con el dedo luminoso: ¡tocar su planeta con las manos! Ni hablar de los muñequitos Playmobil; hoy, a la distancia pienso que los playmobil eran lindos por la escenografía que los acompañaba: ambulancia, granja, helicóptero, etc. Uno podía ser muñequito-granjero y también podía tirarse sin paracaídas desde un helicóptero… La infancia y los juguetes son un poco eso, o no?

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  3. Los osos de peluche gigantes y pequeños fueron mi gran cantata para los días infantes. Ahora esos peluches están perdidos por ahí, quizás algún niño esté deslizándose junto a algún peluche mío. Insisto en que en la infancia la pureza es cosa de sueño y ombligo.

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  4. Gracias por compartir sus recuerdos de juguetes de la infancia. Me encantó, Mati, eso de la bolsa que guardaba todo como una especie de baúl o arcón. Y el ET de goma nunca lo pude tener pero era divino! los osos peluches nunca me gustaron pero en casa siempre alguno llegaba en algún regalo.
    Sí, es cierto la infancia es ese territorio de ensueño, invención e imaginación.
    Besos,
    Val
    Val

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