lunes, 17 de diciembre de 2012

Historias con humor


En una entrevista que Cultura LIJ le hizo a Adela Basch en el número de marzo-abril de 2010, Adela explicitaba que le interesaba hacer un tratamiento de la historia alejada de cierto acartonamiento o lugar común como así también “esquivar las rigideces y estereotipación” con que se suelen mostrar los próceres, como se puede ver en sus textos José de San Martín caballero del principio al fin y Belgrano hace bandera y le sale de primera
En Teatro e Historia ¡cantemos victoria! (Ediciones Abran cancha, 2012) incurre en este desafío y lo hace redoblado, con la coautoría  y las ilustraciones de Didi Grau, en ocho obras de teatro que cuentan episodios de y en la Revolución de Mayo.





Cada una de las obras de teatro que se incluyen en este libro, apuestan al uso de la rima en la construcción discursiva de los personajes, a los malentendidos, al uso de refranes y modismos rioplatenses, a mostrar a las figuras políticas de la revolución en la vida cotidiana y en situaciones humorísticas, y a –a través del humor- deschavar usos y costumbres de la época.

Por ejemplo, en “Yo no me callo, ¡se viene el 25 de mayo!” de Adela Basch, nos encontramos con dos presentadores que se dirigen al público invitándolo a viajar hacia el pasado y contextualizan en la apertura de cada escena dónde nos encontramos como lectores/público. Con humor se presentan las tensiones entre los criollos que quieren ser libres y los intereses de España en las colonias, a través de la figura ridiculizada del Virrey que grita y quiere poner orden desde arriba de una mesa: “Yo gobierno en nombre del rey de España, y al que no me obedezca lo voy a sacar de las pestañas.”
En “Don Gervasio y Doña Rosa charlan de maridos y de esposas” Didi Grau construye a partir de los nombres connotativos de los personajes una crítica desde el humor a la costumbre de las mujeres patricias de usar los apellidos de casadas  y presenta a la tertulia como reunión social donde se “ponen al día las novedades sociales.” Así en un diálogo entre Don Gervasio y Doña Rosa, los chismes de casamientos y relaciones amorosas de la época, nos permiten descubrir el uso del humor lingüístico a partir de las asociaciones semánticas en los nombres de los personajes. Por ejemplo, Don Gervasio le cuenta a Doña Rosa que “Marianita ya era de familia de gran caudal. Y ahora que es Marianita Torrente Ríos de Montes y Montaña...¡imagínese! Me animaría a decir que ha pasado a ser una mujer muy acaudalada ¿no le parece?”

Las otras obras son: “Si te querés enterar, tenés que participar” de Didi Grau que presenta una escena de mujeres bordando  -recluidas de la actividad política y transmisoras de las novedades que sus maridos traen de la vida pública-, Inesita la joven del grupo con ideas transgresoras y la charla femenina sobre la belleza o fealdad de cada uno de los patriotas. 
“El 25 de mayo llega como un rayo” de Adela Basch recontextualiza la Revolución de Mayo en la actualidad y, a partir de ese marco, se desarrolla la obra donde los criollos buscan liberarse de las cadenas de España.
En “Vamos, don José, ¡adelante y con fe!” de Adela Basch, San Martín se reúne con hombres y mujeres para decidir cómo van a armarse contra los españoles. Aquí el humor está dado por los malentendidos que surgen de la comprensión literal de expresiones metafóricas.
“Un hombre respetado tiene más de tres criados” de Didi Grau es una obra en una escena en la que predomina la ironía como estrategia del humor puesta en juego para denunciar la explotación de los criados en la época colonial.
“Una bandera que el pueblo quiera” de Adela Basch presenta el momento en que Belgrano crea la bandera nacional.
En “¿La moda incomoda?” de Didi Grau se cuenta la historia de un peinetón en la cabeza de una mujer y cómo, a veces, la moda puede ser una trampa cuando sopla un viento fuerte.

Las ilustraciones de Didi Grau refuerzan la puesta en juego del humor en cada una de las obras a partir de la utilización de la estética de la historieta, el contraste en las dimensiones de los personajes y el uso de la tipografía como recurso retórico en la ilustración.
Ocho obras de teatro para conocer un poco más de nuestra historia con mucho humor.
Espero sus comentarios, 
Besos, 
Val 
  

4 comentarios:

  1. Me puse muy contenta al leer esta entrada. Este año mis alumnos se animaron al doble desafío de leer e interpretar a la vez. En agosto fue la obra de San Martín en escenario y ante la presencia de gran parte de la comunidad educativa. Mientras que hace unos días se presentó en una clase abierta en el aula, la de Belgrano.
    Padres, alumnos y la profe, ¡contentos!.

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno, Adriana, lo que contás. A mí me gustaron mucho estos textos, muestran una época con humor pero no rehuyen la crítica política. Besos,

    ResponderEliminar
  3. En octubre 2010 presenté con otro cuarto grado "Colón agarra viaje a toda costa", de Adela Basch, obviamente. En esta obra se explica claramente cuáles eran los intereses europeos. Es muy divertida porque tiene muchas rimas y juegos de palabras.
    Actualmente estos alumnos están en sexto pero se acuerdan de esta obra.


    ResponderEliminar
  4. Colón...es una obra muy divertida, también! Es interesante lo que contás porque da cuenta de que cuando proponemos como docentes textos interesantes lxs chicxs se interesan y leen y, como vos decís, recuerdan el texto.
    Besos,

    ResponderEliminar