viernes, 15 de diciembre de 2017

Colaboraciones V: "La escritura, ese hilo que va tejiendo historias" por Carolina Martín

Con esta publicación, retomo la sección "Colaboraciones" donde lectores y lectoras escriben reseñas y comentarios de libros para compartir. En este caso, se trata de la reseña de la novela Pluma de ganso de  la escritora brasilera Nilma Lacerda, publicada en Babel libros, Colección Frontera, en 2009. Este texto lo leímos en el seminario "Letras e imágenes para una historia de la lectura y la escritura" que dicto en el IES N° 1 (CABA) y lxs profesorxs en formación escribieron hipótesis de lectura en relación con el texto. De ese espacio formativo surge este texto que escribió Carolina Martín y que acá comparto. 



Juzgo casi imposible elaborar una hipótesis de lectura que no tenga en cuenta la dimensión de género que atraviesa todo el texto. El hecho que en el Brasil de la época de la novela las mujeres no tuvieran acceso a la educación, ni posibilidad de expresar libremente sus pensamientos, como así también, de concebir una vida que fuera más allá del matrimonio y la familia, son hechos que considero vitales para pensar cómo la mujer, en este caso representada por el personaje de Aurora, se ha ido empoderando por medio de la conquista, en este caso de la escritura, hasta llegar finalmente a la mujer actual que es representada por la sobrina de este personaje.

Aunque todavía es mucho el camino que nos queda por recorrer y todavía muchas las cosas que nos quedan por conquistar, me parece interesante pensar cómo la escritura, en esta novela, funciona como punto de partida y, a la vez, como hilo que va cosiendo y atravesando a las distintas mujeres de esta historia, entretejiendo silencios y complicidades para, finalmente, terminar de configurar un bordado que representa el camino mismo que han recorrido aquellas mujeres, un camino lleno de sometimiento y dolor que, luego en la segunda parte, cobra sentido y se reivindica en esa sobrina que puede con libertad expresarse en un mundo en el que la mujer ya ha conquistado una suma de derechos, entre ellos el derecho a la educación.



Cuando Aurora tiene su primer contacto con la tinta dice en el texto: “Ella no sabía escribir, pero el día que la tinta de Pericles se volcó, el dedo de ella, deslizándose sobre la mesa, decía: Yo soy Aurora”. Aquí vemos cómo la intención, más allá de aprender a escribir, era también la de nombrarse, encontrar su identidad y así poder escribir su historia. Pero sí, además, leemos este gesto en el contexto de una sociedad en que las mujeres no tenían acceso a la educación, este gesto como acto simbólico, representa también la búsqueda y el lugar que estaban intentando ocupar aquellas mujeres silenciadas. 
Más adelante en el texto cuando Aurora se detiene en el sentido de la palabra “grabar”, dice en el texto: “Aurora se da cuenta, entonces, de que hacer cosas que duren, que permanezcan grabadas, da un placer muy grande”. Aquí aparece la idea de escritura como lo que permanece, lo que inmortaliza, lo que deja huella. Así concebía este personaje a la escritura y aunque no se sepa finalmente si lo logró, la intención de la autora es mostrarnos cómo aquellos sentimientos y actos que iban contra las prohibiciones de la época, son los antecedentes y las primeras manifestaciones de aquellas mujeres que empezaban a vislumbrar y de alguna manera a transitar el camino hacia la conquista.



Ya en la segunda parte, cuando la sobrina recuerda a su tía, dice en el texto: “Aurora, nombre bonito, un tanto pasado de moda hoy en día, pero alegre y lleno de promesas”. Ese “hoy en día” marca la distancia que hay entre ambos personajes pero lo significativo del pasaje es la palabra “promesas”. ¿A qué promesas se está refiriendo? Siguiendo esta hipótesis me parece acertado pensar que se está  refiriendo aquí a la promesa de un mundo mas igualitario y más justo en cuanto a derechos entre hombres y mujeres.
Esta promesa se cumple finalmente, y puede ser leída como tal, ya que es enunciada en un contexto social en el que la mujer ha salido ya de las sombras. La sobrina de Aurora nos hace ver, por medio de sus reflexiones, que los tiempos han cambiado y que la situación, en contraste con lo que había vivido su tía, es ya muy diferente. La escritura, ese hilo que va tejiendo todas las historias del texto, atraviesa también la vida de este personaje que se dedica a escribir y que además vive de eso. Todo el padecimiento que han sufrido las mujeres de aquella época son reivindicados por la sobrina que busca poner en palabras la anecdótica vida de Aurora. Y es en este gesto, donde se aprecia la escritura como algo que también inmortaliza. 



Finalmente lo que quedará para la posteridad es algo más que una biografía, es de alguna manera, la historia y la lucha de aquellas que mujeres que rompieron el silencio.

                                                                                                                  Carolina Martín. 


Están todxs invitadxs a enviar colaboraciones.
Nos leemos. 



2 comentarios:

  1. ¡Muy interesante!
    También, muy buena la nueva foto que encabeza el blog.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Adriana! Qué bueno que te guste.

    ResponderEliminar