miércoles, 26 de noviembre de 2014

Cortázar en la literatura para niñxs: última entrega

Última entrega de los trabajos presentados en el  panel “Julio Cortázar y la literatura argentina para niñxs: diálogos, préstamos y reinvenciones” en las Jornadas de enseñanza de la literatura 2014 "La vuelta a Cortázar en 80 voces" que se realizaron en el IES 1 el 6 y 7 de noviembre. 


Los otros cielos 
Mariana Cusani (IES N° 1)  
Este diálogo que propongo entre algunos rasgos de la poética de Julio Cortázar y de Graciela Cabal quisiera inaugurarlo con unas palabras de Michel de Certeau: “…los lectores son viajeros, circulan sobre las tierras del prójimo, nómadas que cazan furtivamente a través de los campos que no han escrito, que roban los bienes de Egipto para disfrutarlos” y comenzar la charla con esta frase tiene que ver con que lo que conecta a los dos autores a través del tiempo y de los temas es el hecho de que aquí, en mí, hay una lectora, un universo desde donde -como quería Cortázar- la literatura se vuelve “puente vivo de hombre a hombre” (o de hombre a mujer y viceversa, o de mujer a mujer). Sus obras son disímiles,  no pertenecen a una misma corriente literaria, ni a una misma época, pero aunque hay muchos elementos que no se corresponden directamente entre la obra de los dos, también abundan muchísimos otros que sí nos permiten conectar y revalidar esos tejidos que como lectores podemos crear.
Ambos autores han producido un enorme corpus de textos literarios, de crítica,  ensayos, novelas, cuentos. No me voy a detener a enumerar la producción del archiconocido Cortázar, pero sí, quisiera presentar brevemente a Graciela Cabal, para que quienes no han tenido la alegría de leerla sepan que es una autora polifacética, prolífica y muy divertida, que no solo escribió cuentos y novelas, sino también artículos sobre divulgación científica, historia y derecho ciudadano; también realizó guiones televisivos, artículos sobre educación y literatura infantil argentina; sus textos proponen “un salto al vacío”, una ruptura con las viejas convenciones respecto de la literatura para niños y jóvenes. Y en esto encontramos conexión con la obra de Cortázar, que también propuso una ruptura con las formas convencionales de la literatura; los texto de él también proyectan un salto al vacío para el lector.
Nos ocuparemos de vincular dos textos de Cabal, el cuento “La señora Planchita” (1988) y la nouvelle Toby (1997) con algunos temas presentes en la poética cortazariana.



Toby, el protagonista de la novela, es un niño que va descubriendo el mundo que lo rodea con su particular mirada de la realidad. En el relato tiene especial importancia la presencia de un pisapapeles de cristal que le regaló su abuelo, este objeto va variando según los estados anímicos que lo atraviesan a Toby. Sobre todo cuando la realidad aparece saturada, el pisapapeles funciona como un objeto de pasaje que le permite al protagonista tanto acceder a otras realidades, como procesar elementos de su situación familiar y emocional. Toby tiene la dificultad de poner en palabras las cosas que quiere decir, lo que lo atraviesa, lo que siente; pero encuentra en esa esfera de cristal imágenes que dan cuenta de su mundo, que le permiten la proyección de otros universos y en donde el lenguaje deja de ser un obstáculo. Cortázar en Rayuela aborda largamente el problema de las palabras y muchos personajes de la novela manifiestan que muchas veces el lenguaje se vuelve un obstáculo entre el hombre y su ser más profundo. Toby utiliza el pisapapeles como forma de proyectar su realidad más honda, a la que no puede acceder por la imposibilidad que se le plantea con las palabras.
En un artículo titulado “Cortázar, el juego del desafío”, la autora Luisa Valenzuela nos cuenta: "(…) que de chico le fascinaban los cristales, materia sólida a través de la cual se transparenta y a veces se desdobla y multiplica la realidad. Y también las palabras. Contó que solía dibujarlas en el aire, con el dedo, para verles la verdadera forma. Su escritura supo respetar estas fascinaciones tempranas y nos legó una forma de espiar lo que está del otro lado de esto que por hábito llamamos realidad”. Podemos rastrear entre estos datos y Toby ciertos rasgos similares: la aparición del objeto de cristal que manipula el protagonista en diferentes oportunidades, que le permite desdoblar su realidad y hacerla transparente; y también la cuestión de las palabras y el lenguaje.
Por otra parte, en el cuento “La señora planchita”, Aurora, la protagonista, es una ama de casa saturada por los trabajos que le demanda lo doméstico y el cumplimiento de esas labores la lleva a convertirse por momentos en una autómata que cuando necesita una vía de escape se pone a mirar televisión y a planchar, y si no tiene nada que planchar vuelve a alisar lo planchado. Sucede que su televisor no funciona bien y lo que ve en la televisión es casi lo que vería por la hendija de una cerradura. Pero aun así cuando la realidad la aplasta, encuentra en ese espacio/tiempo de planchado ese otro cielo al que se escapa en donde ella se vuelve otra mujer, una protagonista de novela, alguien que circula por otros espacios. En este caso, ese televisor que funciona mal es el elemento de pasaje que le permite escaparse de su realidad, que le permite mirarse en otro espejo que le devuelve otro rostro, otra vida, otro cuerpo.
Otro de los temas que aparecen en la obra de Cortázar es tema de “la búsqueda” y  “la señora planchita” busca en ese gesto de planchar la posibilidad de otra vida, de romper con el orden que tienen sus días. Los dos protagonistas de las obras que ponemos a dialogar con Cortázar buscan, como también lo hacen los personajes de Rayuela, salir de la casilla habitual para buscar más allá, más lejos, detrás o al otro lado. El orden cotidiano no les permite encontrar su verdadero ser, la forma de expresar sus propias búsquedas, sus sentimientos, por eso encuentra uno en el pisapapeles y otro en el televisor, la prenda de rescate que les permite salirse del tablero, de las casillas en las que habitualmente quedan atrapados. Estos objetos que no llegan a configurarse como elementos fantásticos en la obra de Cabal del modo que los trabajó Cortázar en sus cuentos, funcionan igualmente como formas que permiten la ampliación de la realidad.
Cortázar ha demostrado considerablemente su genio para trabajar con estos elementos, en su obra cuentística  genera un clima “neofantástico”, en el que se alude a una trama realista, en la que mediante la introducción de un elemento fantástico, se abre la puerta hacia la sospecha de otra realidad más misteriosa, inasible e inquietante, que atraviesa el mundo cotidiano. Encontramos que en uno y otro autor la incorporación de estos elementos pueden tener en común la intención de romper con idea de que la realidad es una sola y que coexisten distintos mundos en ella sin excluirla; que en situaciones de crisis, cuando los personajes parecen no encontrar un horizonte mejor, esos elementos les permiten operar cambios sobre sí mismos y sobre el entorno que los rodea. También encontrar otros cielos jugando una rayuela personal.

Bibliografía 
Cabal, Graciela (2009), “La señora planchita”, en La señora planchita y un cuento de hadas pero no tanto, Buenos Aires, Sudamericana.
------------------- (2010), Toby, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma.
Cortázar, Julio (2000), Rayuela, Madrid, Ediciones Cátedra.
Goloboff, Mario (1998), Julio Cortázar, la biografía, Buenos Aires, Seix Barral.
Jarkowski, Anibal (2005), “Estudio de casa tomada y otros cuentos”, en Casa tomada y otros cuentos, Buenos Aires, Alfaguara.
Sardi, V. y Blake, C. (2011) Poéticas para la infancia, Buenos Aires, Editorial La Bohemia.
Valenzuela, Luisa (2005), "Cortázar, el juego del desafío” en Casa tomada y otros cuentos, Buenos Aires, Alfaguara








2 comentarios:

  1. En la lectura del texto de Cusani me resultó interesante ver la relación entre Toby y Rayuela con respecto al problema del lenguaje y las palabras que sufren los protagonistas. Esa dificultad para poder nombrar, en Toby, el protagonista la resuelve depositando esta y otras dificultades en un objeto, el pisapapeles, que lo ayuda a pasar hacia otros mundos posibles.
    También la correlación existente entre La señora planchita y Rayuela en cuanto a la búsqueda de una vía de escape en la vida frente a la pesadez de la rutina diaria.

    Muchas gracias por la posibilidad que se nos brinda en este blog. Se puede leer, releer, descubrir y aprender sobre las relaciones y coincidencias existentes entre estas obras tan importantes en el campo de la LIJ.

    ResponderEliminar
  2. En el texto de Cusani me resultó interesante ver la relación entre Toby y Rayuela con respecto al problema del lenguaje y las palabras que sufren los protagonistas. Esa dificultad para poder nombrar, en Toby, el protagonista la resuelve depositando esta y otras dificultades en un objeto, el pisapapeles, que lo ayuda a pasar hacia otros mundos posibles.
    También la correlación existente entre La señora planchita y Rayuela en cuanto a la búsqueda de una vía de escape en la vida frente a la pesadez de la rutina diaria.

    Muchas gracias por la posibilidad que se nos brinda en este blog. Se puede leer, releer, descubrir y aprender sobre las relaciones y coincidencias existentes entre estas obras tan importantes en el campo de la LIJ.

    ResponderEliminar