lunes, 2 de abril de 2012

Un premio, un libro, una fecha

Hola a tod@s:
en estos días nuestra querida María Teresa Andruetto recibió el Premio Hans Christian Andersen, considerado el Nobel de la Literatura para niños, otorgado por la International Board on Books for Young People (IBBY). Este premio nace en 1954 a instancia de Jella Lepman para reconocer la excelencia en la escritura e ilustración para niños. El 19 de marzo de este año en la Feria Internacional del Libro Infantil en la ciudad italiana de Bolonia se le otorgó el premio a Tere, y fue la primera vez que se le daba a un escritor sudamericano hispanohablante. Todo un logro.
Estos días, releyendo algunos textos y luego de una visita a Fedro, me encontré con un libro que leí hace unos cuantos años que se titula Seis veces Lucas de la escritora brasilera Lygia Bojunga, otra sudamericana ganadora del premio Andersen en 1982, la primera vez que se le otorgó a una sudamericana este premio de renombre internacional.
Y 1982 es una fecha que nos marcó como argentinos por la Guerra de Malvinas, el frío en las islas, la escucha de la radio Colonia para enterarnos de qué pasaba allá lejos pero tan cerca, las cartas elaboradas en la escuela para mandarle a los soldados, los chocolates envueltos en el papel rayado del cuaderno Rivadavia, los vecinos que estaban allá combatiendo. Y, después, mucho después, la traición de los altos mandos, saber que esos chocolates y cartas nunca llegaron, que las joyas que se donaron nunca tuvieron el fin que todos hubiéramos querido y, entonces, como niños que éramos en ese momento, todavía, saber que los adultos podían mentir, traicionar.
Traición, mentira, hacerse grandes descubriendo que los adultos no siempre dicen la verdad. Un niño que descubre que ese mundo familiar esconde secretos, que ese padre irritable pero querible es infiel a su madre y a su hijo, que su profesora de arte que lo acaricia con ternura también puede serle infiel ocultándole quién es o qué hace, su madre queriendo creer en su marido hace lo imposible para recomponer un matrimonio hundido en la mentira. Nada es lo que parece. El único refugio posible es la imaginación, soñar con realidades imposibles para que este mundo sea más amigable. De eso se trata, al fin y al cabo, esta gran novela que es Seis veces Lucas. Y, tal vez, en esos tiempos oscuros de la Guerra de Malvinas y la dictadura, el único refugio para los niños y no tan niños era la literatura, un territorio donde cada uno puede entrar sabiendo que siempre es posible volver a casa.
Recuerdos, lecturas, galardones en este día 2 de abril de 2012, a 30 años de una guerra que aún hoy estamos pagando. ¿Qué recuerdos tienen de esa fecha oscura? ¿Recuerdan los que eran niñ@s cómo vivieron esa época? Espero sus comentarios, besos
Val

2 comentarios:

  1. Estoy contenta como argentina, docente y estudiante porque la balanza se ha inclinado para el lado de estos pagos del sur.Realmente es emocionante que el nobel de literatura infantil haya sido para una escritora argentina del calibre de Andruetto al igual que el galardonado proyecto de Giardinelli.
    El árbol de lilas atrajo la atención de mis alumnos de cuarto grado. También trabajaré con ellos, Solgo.
    De Lygia Bojunga, mis alumnos y yo leímos: la bolsa amarilla, una novela que entregaron el año pasado.
    Con respecto a Malvinas recuerdo la decepción que me produjo saber que aquella carta escrita con tanto cuidado, la ropa y alimentos juntados entre todos en mi escuela primaria, quizás nunca llegarían a destino. Otro de los recuerdos de esa época tan oscura y de ese momento tan particular, fue escuchar hablar a los "grandes", de lo absurdo, ridículo e ingenuo que fue pretender hacernos creer que "les ganábamos".
    Si bien trabajé en un grado de hace unos años, La hermanita perdida de Yupanqui y Ramirez, también hay un video de Paka Paka que es sobre Zamba, un niño que visita las islas. No obstante esto hay un cuento que se leyó en un acto en una escuela donde trabajé hace unos años que me gustaría releer pero no recuerdo el título, ni autor/a . . .
    Gracias profe por este espacio.
    Adriana.

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  2. Gracias, Adriana, por tus comentarios! besos

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