lunes, 13 de julio de 2015

Un caballero para viajar a la imaginación

Releyendo la introducción del libro de Gabriela Larralde Los mundos posibles (Título, 2014) en el que aborda la literatura LGTBBI para niñxs, ella recuerda la lectura en su infancia de Historia de un primer fin de semana de Silvia Schujer, publicado por primera vez en 1991, donde podía reconocer su familia de padres separados en la familia de Violeta y Daniela. Una novela donde Schujer daba cuenta de una historia del primer fin de semana que dos niñas pasan con su padre, luego de la separación. Unos años después, en 1999, la escritora cordobesa Lilia Lardone Caballero negro – reeditada por Comunicarte el año pasado con ilustraciones de Claudia Degliuomini- ganadora del Premio Latinoamericano de LIJ Norma/Fundalectura, Bogotá en 1999.


En esta nouvelle, se narra la situación de Luciano, a partir de la crisis de pareja de sus padres y, su relación con su amigo Flaco que sufre las consecuencias en su familia del desempleo de su padre. Luciano, con las piezas de su rastri construye un castillo que lo lleva hacia otra realidad, hacia la imaginación, como forma de evadirse de la vida cotidiana que lo abruma. La construcción del castillo de rastri lo introduce en otro plano -y el relato se estructura a partir de allí en dos niveles de ficción- en el que inventa un amigo invisible, el caballero negro, y una historia de princesa raptada, rescatada y casada con quien venza un duelo de espadas. Un castillo que le permite a Luciano ir hacia otra realidad, en el sentido cortazariano, y volver transformado, dando cuenta, de algún modo, de lo que dice Nuala O’ Faolain, en el último libro de Michele Petit –Leer el mundo (FCE, 2015):  “Pareciera que los humanos necesitan ir hacia los otros una vez que se abre la puerta de la imaginación.”

La historia del caballero negro va ganando terreno en el relato y va configurando una historia que se teje con la historia de Luciano y el Flaco, realidad y ficción se van confundiendo para dar cuenta de cómo la imaginación nos permite reinventarnos e imaginar otros mundos posibles.

La reedición de Comunicarte permite rescatar un texto bien narrado y potente, y las ilustraciones de Degliuomini dan cuenta de los dos niveles de ficción con un juego de colores donde los grises acompañan el relato de la vida cotidiana y la paleta cálida nos lleva hacia el universo ficcional de Caballero Negro y sus hazañas.

Caballero negro es otra manera de pensar en cómo la literatura habla de un tema tan de moda actualmente cómo es las configuraciones familiares diversas.

¿Qué otros textos conocen donde se aborde el tema del divorcio o familias diversas?





2 comentarios:

  1. Lo pedí prestado en la biblioteca de la escuela y lo leí. me gustó la idea de las metáforas en el juego va haciendo el joven a lo largo del relato.

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  2. Sí, es muy interesante ese juego que hace con las metáforas. Gracias, Adriana, por tu comentario. Besos!

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