domingo, 26 de mayo de 2013

Un pequeño homenaje



Ayer me desperté con la noticia de que Elsa Bornemann había fallecido. 
Qué se puede decir además de todo lo que se ha dicho y escrito en estos dos días.

Pensaba que me gustaría homenajearla y recordarla como aquella escritora que se animó a escribir para chicos y chicas cuando muy pocos lo hacían y se atrevió a escribir poesía para niñxs cuando nadie lo hacía, y a escribir cuentos de amor y de terror cuando todavía la literatura para niñxs era un territorio marcado por la mirada peyorativa de ser considerada literatura menor. Y hasta escribió a principios de la década del 90 una historia donde asomaba el relato –acaso maniqueo mirado desde la lectura actual, pero no por eso menos audaz- de los niños apropiados por la dictadura, como es Los desmaravilladores.  

Pero también pensaba en todos estos años y cómo, de alguna otra manera, Bornemann y su literatura se daban paso en el recuerdo de estudiantes y profesorxs. Cuando hablábamos y hablamos en los seminarios de LIJ o en charlas sobre el campo de la literatura para niñxs de las lecturas de infancia aparecía una y otra vez ¡Socorro! , El libro de los chicos enamorados,  Disparatario,  Queridos monstruos o El niño envuelto por nombrar solo algunos. Generaciones de niños y niñas hemos entrado al esta literatura mayor de la mano de la literatura de Elsa Bornemann.



 Miro el estante de mi biblioteca donde tengo los libros de Bornemann y me sorprendo porque casi todos están ajados, algunos forrados para tratar de que sobrevivan al paso del tiempo, marcados por lápices y lapiceras de distintxs niños y niñas, en ediciones de la década del 80, del 90 y algunas del 2000.

Y me quedo con mi libro favorito Disparatario. 55 versicuentos y 1 cuento que lo tengo en la tercera edición de 1984 (la primera fue en julio de 1983) en la ya desaparecida Ediciones Orión. Y algunos versos:

Cuando llueve, me visita
la niña de agua;
lacio pelo de gotitas,
grises enaguas. (…)

O:

Sábanas de sombra
-negro derroche-
Recostada en los patios
Duerme la noche. (…)

Y podría seguir transcribiendo versos que están ahí, esperando a otrxs lectorxs.
Me gustaría que quiernes tengan ganas compartan sus relatos y experiencias de lectura con alguno de los textos que escribió Elsa Bornemann en estos casi treinta años.

Besos, 

3 comentarios:

  1. Como no comentar en este caso...

    En la escuela, un grupo de maestros y profesores estamos llevando adelante un Proyecto denominado "cuentos con elefantes" inspirado en "Un elefante ocupa mucho espacio". Los chicos de 2do hablan de Víctor, narran y renarran esta famosísima historia.

    Otros de mis preferidos Mil grullas - cuento que quiero muchísimo- de "No somos irromplibles" de Alfaguara, 2010. Lo trabajé con un 4º grado y fue un experiencia muy enriquecedora.
    Seguiremos releyendo a Borneman en las escuelas.
    Adriana

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  2. "Un elefante ocupa mucho espacio" encabezó el proyecto sobre Cuentos con Elefantes que estamos llevando adelante entre un grupo de profesores y maestros de un 2do grado. A este trabajo de construcción colectiva lo queremos muchísimo.
    Los chicos hablan de Victor y lo comparan con elefantes protagonistas de otros cuentos. Además de narrar y renarrar esta historia que ha sido abordada desde el aula y en Biblioteca. También pudieron representarla desde el lenguaje del Arte Plástico y desde la Informática.
    Otro de mis preferidos de esta gran creadora es Mil grullas (No somos irrompibles,Alfaguara 2010). Este cuento lo abordé con un 4º grado, años atrás. Todavía recuerdo el sentimiento a flor de piel de la tristeza atravezándonos en ciertos momentos de su lectura. A este cuento le tengo un especial afecto y siempre que pueda lo compartiré en las escuelas.
    Serán muchas las rondas de lectura que seguirán, pues nos falta mucho por leer y releer a Borneman.

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  3. Gracias, Adriana, por tu relato. Sí, es cierto, una no se cansa nunca de leer y releer a esta autora.
    Besos,

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