Última entrega de los trabajos presentados en el panel “Julio Cortázar y la literatura argentina
para niñxs: diálogos, préstamos y reinvenciones” en las Jornadas de enseñanza de la literatura 2014 "La vuelta a Cortázar en 80 voces" que se realizaron en el IES 1 el 6 y 7 de noviembre.
Los otros cielos
Mariana Cusani (IES N° 1)
Este diálogo que propongo entre algunos
rasgos de la poética de Julio Cortázar y de Graciela Cabal quisiera inaugurarlo
con unas palabras de Michel de Certeau: “…los
lectores son viajeros, circulan sobre las tierras del prójimo, nómadas que
cazan furtivamente a través de los campos que no han escrito, que roban los
bienes de Egipto para disfrutarlos” y comenzar la charla con esta frase
tiene que ver con que lo que conecta a los dos autores a través del tiempo y de
los temas es el hecho de que aquí, en mí, hay una lectora, un universo desde
donde -como quería Cortázar- la literatura se vuelve “puente vivo de hombre a
hombre” (o de hombre a mujer y viceversa, o de mujer a mujer). Sus obras son
disímiles, no pertenecen a una misma
corriente literaria, ni a una misma época, pero aunque hay muchos elementos que
no se corresponden directamente entre la obra de los dos, también abundan
muchísimos otros que sí nos permiten conectar y revalidar esos tejidos que como
lectores podemos crear.
Ambos autores han producido un enorme
corpus de textos literarios, de crítica,
ensayos, novelas, cuentos. No me voy a detener a enumerar la producción
del archiconocido Cortázar, pero sí, quisiera presentar brevemente a Graciela
Cabal, para que quienes no han tenido la alegría de leerla sepan que es una
autora polifacética, prolífica y muy divertida, que no solo escribió cuentos y
novelas, sino también artículos sobre divulgación científica, historia y derecho
ciudadano; también realizó guiones televisivos, artículos sobre educación y
literatura infantil argentina; sus textos proponen “un salto al vacío”, una
ruptura con las viejas convenciones respecto de la literatura para niños y
jóvenes. Y en esto encontramos conexión con la obra de Cortázar, que también
propuso una ruptura con las formas convencionales de la literatura; los texto
de él también proyectan un salto al vacío para el lector.
Nos ocuparemos de vincular dos textos de
Cabal, el cuento “La señora Planchita” (1988) y la nouvelle Toby (1997) con algunos temas presentes
en la poética cortazariana.
Toby, el protagonista de la novela, es
un niño que va descubriendo el mundo que lo rodea con su particular mirada de
la realidad. En el relato tiene especial importancia la presencia de un
pisapapeles de cristal que le regaló su abuelo, este objeto va variando según
los estados anímicos que lo atraviesan a Toby. Sobre todo cuando la realidad
aparece saturada, el pisapapeles funciona como un objeto de pasaje que le
permite al protagonista tanto acceder a otras realidades, como procesar
elementos de su situación familiar y emocional. Toby tiene la dificultad de
poner en palabras las cosas que quiere decir, lo que lo atraviesa, lo que
siente; pero encuentra en esa esfera de cristal imágenes que dan cuenta de su
mundo, que le permiten la proyección de otros universos y en donde el lenguaje
deja de ser un obstáculo. Cortázar en Rayuela
aborda largamente el problema de las palabras y muchos personajes de la novela
manifiestan que muchas veces el lenguaje se vuelve un obstáculo entre el hombre
y su ser más profundo. Toby utiliza el pisapapeles como forma de proyectar su
realidad más honda, a la que no puede acceder por la imposibilidad que se le
plantea con las palabras.
En un
artículo titulado “Cortázar, el juego del desafío”, la autora Luisa Valenzuela
nos cuenta: "(…) que de chico le
fascinaban los cristales, materia sólida a través de la cual se transparenta y
a veces se desdobla y multiplica la realidad. Y también las palabras. Contó que
solía dibujarlas en el aire, con el dedo, para verles la verdadera forma. Su escritura
supo respetar estas fascinaciones tempranas y nos legó una forma de espiar lo
que está del otro lado de esto que por hábito llamamos realidad”. Podemos
rastrear entre estos datos y Toby
ciertos rasgos similares: la aparición del objeto de cristal que manipula el protagonista en diferentes oportunidades, que le permite desdoblar su
realidad y hacerla transparente; y también la cuestión de las palabras y el
lenguaje.
Por otra parte, en el cuento “La señora
planchita”, Aurora, la protagonista, es una ama de casa saturada por los
trabajos que le demanda lo doméstico y el cumplimiento de esas labores la lleva
a convertirse por momentos en una autómata que cuando necesita una vía de
escape se pone a mirar televisión y a planchar, y si no tiene nada que planchar
vuelve a alisar lo planchado. Sucede que su televisor no funciona bien y lo que
ve en la televisión es casi lo que vería por la hendija de una cerradura. Pero aun
así cuando la realidad la aplasta, encuentra en ese espacio/tiempo de planchado
ese otro cielo al que se escapa en donde ella se vuelve otra mujer, una
protagonista de novela, alguien que circula por otros espacios. En este caso,
ese televisor que funciona mal es el elemento de pasaje que le permite
escaparse de su realidad, que le permite mirarse en otro espejo que le devuelve
otro rostro, otra vida, otro cuerpo.
Otro de los temas que aparecen en la
obra de Cortázar es tema de “la búsqueda” y
“la señora planchita” busca en ese gesto de planchar la posibilidad de
otra vida, de romper con el orden que tienen sus días. Los dos protagonistas de
las obras que ponemos a dialogar con Cortázar buscan, como también lo hacen los
personajes de Rayuela, salir de la
casilla habitual para buscar más allá, más lejos, detrás o al otro lado. El
orden cotidiano no les permite encontrar su verdadero ser, la forma de expresar
sus propias búsquedas, sus sentimientos, por eso encuentra uno en el
pisapapeles y otro en el televisor, la prenda de rescate que les permite
salirse del tablero, de las casillas en las que habitualmente quedan atrapados.
Estos objetos que no llegan a configurarse como elementos fantásticos en la
obra de Cabal del modo que los trabajó Cortázar en sus cuentos, funcionan igualmente
como formas que permiten la ampliación de la realidad.
Cortázar ha demostrado considerablemente
su genio para trabajar con estos elementos, en su obra cuentística genera un clima “neofantástico”, en el que se alude a una trama realista, en la
que mediante la introducción de un elemento fantástico, se abre la puerta hacia
la sospecha de otra realidad más misteriosa, inasible e inquietante, que
atraviesa el mundo cotidiano. Encontramos que en uno y otro autor la
incorporación de estos elementos pueden tener en común la intención de romper
con idea de que la realidad es una sola y que coexisten distintos mundos en
ella sin excluirla; que en situaciones de crisis, cuando los personajes parecen
no encontrar un horizonte mejor, esos elementos les permiten operar cambios
sobre sí mismos y sobre el entorno que los rodea. También encontrar otros
cielos jugando una rayuela personal.
Bibliografía
Cabal, Graciela (2009), “La señora
planchita”, en La señora planchita y un
cuento de hadas pero no tanto, Buenos Aires, Sudamericana.
------------------- (2010), Toby, Buenos Aires, Grupo Editorial
Norma.
Cortázar, Julio (2000), Rayuela, Madrid, Ediciones Cátedra.
Goloboff, Mario (1998), Julio Cortázar, la biografía, Buenos
Aires, Seix Barral.
Jarkowski, Anibal (2005), “Estudio de
casa tomada y otros cuentos”, en Casa tomada y otros cuentos, Buenos Aires,
Alfaguara.
Sardi, V. y Blake, C. (2011) Poéticas para la infancia, Buenos Aires,
Editorial La Bohemia.
Valenzuela, Luisa (2005),
"Cortázar, el juego del desafío” en Casa
tomada y otros cuentos, Buenos Aires, Alfaguara
En la lectura del texto de Cusani me resultó interesante ver la relación entre Toby y Rayuela con respecto al problema del lenguaje y las palabras que sufren los protagonistas. Esa dificultad para poder nombrar, en Toby, el protagonista la resuelve depositando esta y otras dificultades en un objeto, el pisapapeles, que lo ayuda a pasar hacia otros mundos posibles.
ResponderEliminarTambién la correlación existente entre La señora planchita y Rayuela en cuanto a la búsqueda de una vía de escape en la vida frente a la pesadez de la rutina diaria.
Muchas gracias por la posibilidad que se nos brinda en este blog. Se puede leer, releer, descubrir y aprender sobre las relaciones y coincidencias existentes entre estas obras tan importantes en el campo de la LIJ.
En el texto de Cusani me resultó interesante ver la relación entre Toby y Rayuela con respecto al problema del lenguaje y las palabras que sufren los protagonistas. Esa dificultad para poder nombrar, en Toby, el protagonista la resuelve depositando esta y otras dificultades en un objeto, el pisapapeles, que lo ayuda a pasar hacia otros mundos posibles.
ResponderEliminarTambién la correlación existente entre La señora planchita y Rayuela en cuanto a la búsqueda de una vía de escape en la vida frente a la pesadez de la rutina diaria.
Muchas gracias por la posibilidad que se nos brinda en este blog. Se puede leer, releer, descubrir y aprender sobre las relaciones y coincidencias existentes entre estas obras tan importantes en el campo de la LIJ.