Como humanidad estamos
atravesando una situación excepcional a nivel planetario: la pandemia de
Covid-19. Una experiencia extrema que nos ha retirado al encierro de nuestras casas
y nos ha sometido obligatoriamente al aislamiento social.
Esta situación nos
devuelve una imagen inesperada: animales, en distintas partes del mundo, que
llegan a las ciudades, caminan por la orilla del mar, pasean por rutas, toman
los espacios abandonados por las personas. Imágenes donde los ríos vuelven a la
vida, transparentes y con medusas viajeras. Imágenes que nos traen a esos seres
no humanos que habitan la tierra junto con nosotres.
Un mundo donde los límites
se han sobrepasado y es tiempo de empezar de cero o, al menos, a partir de esta
experiencia desestabilizante.
La isla (2012) de Marije Tolman y Ronald Tolman editado por Pípala
nos muestra ese mundo animal, la naturaleza en estado puro, un universo donde
los animales reinan en la tierra y habitan un mundo más amoroso con los seres
vivos.
Un oso polar, unos cuantos
pingüinos, tortugas y medusas, patos y aves variadas, un hipopótamo, unas
jirafas, un koala violinista y muchos animales más habitan la isla del título
de este libro. Y el mar, celeste. Y el cielo con nubes que transportan un oso y
otros animales. Y el sol, una gran rueda para jugar y encontrarse.
Un mundo donde los animales son
los habitantes privilegiados y disfrutan de la naturaleza, su hogar, sin
amenazas humanas, sin riesgos, sin muerte.
¿Podremos transformar nuestro
planeta en La Isla? ¿Es posible?
Tal vez sea el momento de
imaginar un mundo más vivible para todes, un mundo más amoroso con los otros
seres no humanes que conviven con nosotres.
Tal vez esta situación
excepcional de la pandemia sea una oportunidad única para vivir juntes.