Abrir la primera página de un
libro y encontrarme con el recuerdo entrañable de Leopoldo Brizuela, lector de
literatura, es un pequeño placer como lectora: “Llegué a Mavis Gallant gracias
a Leopoldo Brizuela” dice Inés Garland en el prólogo del delicioso
descubrimiento de Los cuentos de Linnet Muir de la escritora canadiense Mavis Gallant editados por Eterna Cadencia (2019) y seleccionados y traducidos por Garland.
Nunca había escuchado hablar de
esta autora canadiense, a pesar de ser una ferviente lectora de escritoras
mujeres y fiel seguidora, desde hace muchos años, de Alice Munro y Margaret
Atwood, tal vez las escritoras más conocidas de este país.
Estos cuentos nos acercan una
serie autobiográfica donde la escritora ficcionaliza episodios
de su infancia y juventud en Montreal durante la primera mitad del siglo XX
desde la mirada de una niña y, luego, una joven, que descubre la desigualdad
femenina en ese contexto sociohistórico y las dificultades de las mujeres para
acceder al trabajo, la educación y la libertad.
Si bien no se trata de un libro
para niñxs, es muy interesante cómo la autora relata las distintas historias
que presenta desde la mirada sensible de una niña que va develando las capas
sociales que ocultan situaciones de violencia hacia las mujeres, de desigualdad
sexo-genérica, de subalternidad y opresión de las mujeres en la sociedad de la
época.
“Ninguna infancia es inmune a la perturbación. Hay un temblor bajo los
pies cuando un adulto en el que confiamos dice una cosa y hace otra. La
reacción universal de un niño es decir ‘no es justo’. La pobre respuesta de ‘la
vida no es justa’ no hace nada para restaurar el orden.”
“Voces perdidas en la nieve”
narra desde la mirada de una niña cómo era la educación de las infancias en la
época de entreguerras y, especialmente, la educación de las niñas. ¿Qué podían
o no hacer las mujeres? ¿Qué saberes y experiencias tenían que tener antes de
llegar a la vida adulta?
“El doctor” presenta al personaje
de un médico desde la mirada de una niña que ausculta su comportamiento, su
manera de vincularse con lxs pacientes y, especialmente, el vínculo que estable
con ella. Dice la narradora: “Las mujeres son pacientes supuestamente
peligrosas para los jóvenes doctores; las niñas perdidamente enamoradas deben
ser peores.”
Y, para mí, el mejor cuento del
libro: “En la juventud está el placer” en el que se narra la búsqueda de
independencia económica de una joven luego de quedar desamparada. ¿Qué
experiencias y obstáculos atraviesa en la sociedad patriarcal de la época? ¿Qué
implica descubrir la posibilidad de sentir y experimentar sensaciones nuevas?
¿Qué desafíos le presenta la sociedad de la época?
En los otros relatos que
conforman el volumen aparece la práctica de la escritura como espacio propio
para las mujeres de la época como así también la reproducción de los
estereotipos de género y las dificultades de vivir a contrapelo de lo
instituido.
Los cuentos de Linnet Muir de Mavis Gallant son de una potente
actualidad y muestran la mirada atenta de la escritora para contarnos historias
que nos hablan de lo que nos pasa, de los deseos, las frustraciones, los roles
impuestos y los proyectos de un futuro más igualitario.
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