Como les contaba la semana pasada, estas vacaciones
aproveché para leer algunos libros que tenía esperándome en la biblioteca. Otro
de esos hallazgos de verano fue Había
otra vez la infancia… de Nora Graziano (La Crujía, 2010).
En este libro la autora –profesora e investigadora de la
UNTREF y la UBA- se ocupa de reflexionar sobre la infancia a partir de una
selección bien interesante de textos literarios, canciones, imágenes y films
que, como ella misma dice, “le provocaron el pensamiento.” Así, a lo largo del
libro, nos encontramos con Juanito Laguna –el personaje entrañable del pintor
Antonio Berni-, con Pinocho, Alicia, con Peter Pan, con los niños de mi querido
Corazón, con Metrópolis la ciudad imaginada por Fritz Lang en 1927, imágenes que
la autora toma para, a partir de ahí, teorizar en torno a la infancia, la
alteridad, la pobreza, la educación de lxs niñxs, la necesidad de imaginar otra
infancia posible como se enuncia desde el título de la publicación.
El libro está organizado en una introducción donde se
plantea la propuesta del libro, cuatro capítulos que abordan diversas
dimensiones a tener en cuenta cuando se trata de teorizar sobre la infancia y
un epílogo a modo de cierre.
En el capítulo 1 indaga en torno a la construcción educativa
de la ciudadanía a partir del análisis de la película Metrópolis de Fritz Lang. Allí analiza la figura del infante, el
extranjero y el pobre como “presencias que interpelan los confines etarios,
territoriales, materiales y simbólicos de la ciudad”; son tres figuras que
invitan a repensar la educación, como dice Graziano, como un ámbito público
donde es necesario indagar en las prácticas institucionales y las políticas
para la infancia.
En el capítulo 2 Pinocho
es la figura que se recupera para plantear la necesidad de mirar la infancia
como “un terreno de disputa cultural, político, ideológico y económico.” Se
analiza el texto de Collodi para luego referir al Pinocho de Gianni Rodari dando cuenta de los cambios y transformaciones
en los dos personajes de acuerdo al contexto de producción. Luego analiza el contexto
actual y hace referencia al fenómeno de la judicialización y la mercantilización
de la infancia, recuperando diversos aportes teóricos de la filosofía y la
pedagogía.
En el capítulo 3 se toma a la figura de Juanito para indagar
en la infancia pobre y se la vincula con los aportes de Paulo Freire en torno a
la democratización del conocimiento y la apuesta a revertir una mirada del niño
pobre desde la carencia y el déficit. A lo largo del capítulo nos encontramos
con fragmentos de la canción de Tejada Gómez “Canción para un niño en la calle”
que funciona como contrapunto estético de los planteos teóricos que se
presentan en el capítulo.
En el capítulo 4 Graziano se propone indagar en “la
extranjería del otro” y para ello toma el texto Corazón y, más adelante, el
cuento mensual incluido en la novela de De Amicis, titulado “De los Apeninos a
los Andes” y analiza la presencia de niños mártires y la infancia sacrificada.
También recupera las voces de niños de barrios en contextos de vulnerabilidad
social para dar cuenta de la necesidad de recuperar y reivindicar la palabra
diversa, el diálogo intercultural, el encuentro con otros desde la igualdad en
la diversidad, podríamos decir con Freire.
En el cierre del libro, apuesta a la propuesta de una
infancia como inteligencia y resistencia creativa a partir de las figuras de
Alicia de Lewis Carroll y sus transformaciones como procesos de la construcción
subjetiva de la infancia; de Oscar el personaje de El tambor de hojalata de Gunter Grass que resiste “la promesa del
progreso devenida en genocidio” y de Peter Pan y la creencia en la potencialidad
de la imaginación.
Había otra vez la
infancia… nos propone un recorrido inusual para pensar la infancia a partir
del cruce de distintas estéticas y aportes teóricos y nos invita a descubrir
aristas inesperadas en torno a la problematización de la infancia, a partir de
la apuesta a la imaginación, a “pensar lo nuevo de nuevo”, a “la multiplicidad
de lo simultáneo, a las preguntas abiertas y a la pasión por la búsqueda.”
Vale la pena redescubrir la infancia a través de la lectura
de Había otra vez la infancia…
Espero sus comentarios, besos,
Val
Qué planteo más interesante! En la parte de Corazón se cruza con tus ideas? Hay puntos de contacto?
ResponderEliminarMe despierta curiosidad leerlo, gracias x difundir.
Besos, Vale:>
Gracias, Mati, por estar tan activa en el blog! Sí, hay puntos de contacto en cuanto a las representaciones de infancia que están presentes en el texto de De Amicis. Es un libro muy interesante!
ResponderEliminarBesos
Sumo este título para otra de mis lecturas pendientes que además recomendaré a mis colegas docentes.
ResponderEliminar¡¡Gracias por este blog!!. Es de gran ayuda, pues amplía mis saberes especialmente aquellos relacionados con las prácticas docentes.
Adriana.
Gracias, Adriana. Esa es la idea del blog, poder compartir mis lecturas con ustedes y que estos aportes puedan ser útiles para otros.
ResponderEliminarBesos,
Vale: ¡gracias por reseñar este libro! ¡Qué propuesta original e interesante la de Graziano! No lo conocía y me interesaría dárselo de leer a mis alumnos para que amplíen la evolución del concepto de infancia que realiza Graciela Montes en su artículo "El descubrimiento del niño" (como en tantos otros); texto que siempre trabajo con ellos.
ResponderEliminar¿Sabés si se consigue solo en La Crujía?
¡Gracias!
Un beso,
Natalia.
Qué bueno, Nati, que te interese este texto. Se consigue en La Crujía y en otras librerías del centro. Besos,
ResponderEliminarThis is awesome!
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