viernes, 8 de marzo de 2013

Esos ¿cuatro? gatos que andan por ahí





A fines del año 2011 Didi Grau me invitó a la presentación del libro Cuatro gatos negros flacos en coautoría con Christian Montenegro y Laura Varsky, el tándem autor de Peleonas, mentirosas y haraganas, que ya hemos reseñado aquí. Fue una tarde de calor, licuados, sorteos y arte/literatura en un patio de una librería en el barrio de Palermo. 


Christian, Didi y Laura con Itsvan en la presentación 

Una exposición de dibujos de Montenegro habitaba una sala y estos cuatro gatos negros locos, no, flacos, hacían su aparición -por distintas zonas de esa casona antigua convertida en librería para niños- en forma de figuras de acrílico, afiches, llaveros y en el libro desplegado en las paredes.







Pasó el tiempo, una reedición del libro por algunos problemas técnicos, y en diciembre pasado Didi me regaló un ejemplar del libro. Después de un largo tiempo, tenía el libro en mis manos. Hoy quiero compartir un breve recorrido por este libro original, curioso y sorprendente.
Cuatro gatos negros flacos nació a partir de una experiencia nocturna de Didi –unos gatos que andaban por ahí maullando entre los tejados-, la experiencia creativa y de autoedición compartida con Montenegro y Varsky y la financiación de Ideáme.





Se trata de un libro álbum desplegable y reversible donde palabra e ilustración se traman para contar una historia que habilita múltiples lecturas a partir de la correspondencia entre cada palabra y cada ilustración –enmarcadas en viñetas o cuadros cuasi cinematográficos- donde los detalles construyen sentidos y una historia aparentemente pequeña que se agiganta con cada nueva lectura, una y otra vez, decrece, se acrecienta y vuelve a decrecer.

El texto de Didi Grau nos invita a imaginar múltiples combinatorias posibles de palabras, en órdenes inesperados, donde lo poético tiene un lugar preponderante y donde podemos reconocer cierta filiación con la poesía concreta. Asimismo, ese juego fónico y semántico de cuatro gatos negros flacos nos invita –en la interconexión con las ilustraciones- a imprimirle a la lectura ritmos diversos, a desmontar el sentido de cada una de esas palabras y a construir la historia de estos cuatro gatos que dejan de ser cuatro para multiplicarse en un caleidoscopio gatuno impredecible.

Las ilustraciones de Christian Montenegro se inscriben en la estética del cómic a partir de la utilización de colores saturados, uso de la línea cinética para dar movimiento y gestualidad a los gatos, uso de la viñeta y, a su vez, dialoga fuertemente con el lenguaje cinematográfico en la construcción de una trama narrativa a partir del engranaje de las ilustraciones.

La mano de la diseñadora Laura Varsky está presente no solo en la elección del formato sino también en la organización del texto y la ilustración en la página y configura, con mano maestra, un libro álbum conceptual.

Cuatro gatos negros flacos es una invitación al juego, a la mirada detenida de cada una de las ilustraciones, a deconstruir y resemantizar la palabra desde la perspectiva del lector, a descubrir en cada doble página –otro recurso muy utilizado en este libro- que cuatro gatos negros flacos pueden ser una aventura que va más allá de los tejados y la noche, y del género libro álbum hasta ahora conocido por todxs. 
Espero que les gusten estos gatos y se animen a buscarlos por ahí, 
Besos,
Val



5 comentarios:

  1. Muy original, ya lo estoy agendando para compartirlo con mi hija. También pensaba llevarlo a la escuela y prestarlo a mis alumnos y colegas.

    ¡Gracias!.

    Adriana.

    ResponderEliminar
  2. A Peleonas, mentirosas y haraganas, primero lo compartí con mis colegas y alumnos. Después con mi familia y todos lo leemos muchas veces porque nos encanta.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por los comentarios. Los dos textos de este equipo creativo son muy originales y claramente de ruptura. Vale la pena leerlos y compartirlos.
    Besos,

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué lindo, Val! Muchas gracias. Buenísimas las fotos.

    ResponderEliminar
  5. Me alegro, Didi, que te guste! besos,

    ResponderEliminar