A fines del
año 2011 Didi Grau me invitó a la presentación del libro Cuatro gatos negros flacos en coautoría con Christian Montenegro y
Laura Varsky, el tándem autor de Peleonas,
mentirosas y haraganas, que ya hemos reseñado aquí. Fue una tarde de calor,
licuados, sorteos y arte/literatura en un patio de una librería en el barrio de Palermo.
Christian, Didi y Laura con Itsvan en la presentación |
Una exposición de dibujos de Montenegro habitaba una sala y estos cuatro gatos
negros locos, no, flacos, hacían su aparición -por distintas zonas de esa
casona antigua convertida en librería para niños- en forma de figuras de
acrílico, afiches, llaveros y en el libro desplegado en las paredes.
Pasó el
tiempo, una reedición del libro por algunos problemas técnicos, y en diciembre
pasado Didi me regaló un ejemplar del libro. Después de un largo tiempo, tenía
el libro en mis manos. Hoy quiero compartir un breve recorrido por este libro
original, curioso y sorprendente.
Cuatro gatos negros flacos nació a partir de una experiencia
nocturna de Didi –unos gatos que andaban por ahí maullando entre los tejados-,
la experiencia creativa y de autoedición compartida con Montenegro y Varsky y la financiación de
Ideáme.
Se trata de
un libro álbum desplegable y reversible donde palabra e ilustración se traman
para contar una historia que habilita múltiples lecturas a partir de la
correspondencia entre cada palabra y cada ilustración –enmarcadas en viñetas o
cuadros cuasi cinematográficos- donde los detalles construyen sentidos y una
historia aparentemente pequeña que se agiganta con cada nueva lectura, una y
otra vez, decrece, se acrecienta y vuelve a decrecer.
El texto de
Didi Grau nos invita a imaginar múltiples combinatorias posibles de palabras,
en órdenes inesperados, donde lo poético tiene un lugar preponderante y donde
podemos reconocer cierta filiación con la poesía concreta. Asimismo, ese juego fónico y semántico de cuatro gatos negros
flacos nos invita –en la interconexión con las ilustraciones- a imprimirle a la
lectura ritmos diversos, a desmontar el sentido de cada una de esas palabras y
a construir la historia de estos cuatro gatos que dejan de ser cuatro para
multiplicarse en un caleidoscopio gatuno impredecible.
Las
ilustraciones de Christian Montenegro se inscriben en la estética del cómic a
partir de la utilización de colores saturados, uso de la línea cinética para
dar movimiento y gestualidad a los gatos, uso de la viñeta y, a su vez, dialoga
fuertemente con el lenguaje cinematográfico en la construcción de una trama narrativa
a partir del engranaje de las ilustraciones.
La mano de
la diseñadora Laura Varsky está presente no solo en la elección del formato
sino también en la organización del texto y la ilustración en la página y
configura, con mano maestra, un libro álbum conceptual.
Cuatro gatos negros flacos es una invitación al juego, a la
mirada detenida de cada una de las ilustraciones, a deconstruir y resemantizar
la palabra desde la perspectiva del lector, a descubrir en cada doble página
–otro recurso muy utilizado en este libro- que cuatro gatos negros flacos
pueden ser una aventura que va más allá de los tejados y la noche, y del género
libro álbum hasta ahora conocido por todxs.
Espero que les gusten estos gatos y se animen a buscarlos por ahí,
Besos,
Val
Muy original, ya lo estoy agendando para compartirlo con mi hija. También pensaba llevarlo a la escuela y prestarlo a mis alumnos y colegas.
ResponderEliminar¡Gracias!.
Adriana.
A Peleonas, mentirosas y haraganas, primero lo compartí con mis colegas y alumnos. Después con mi familia y todos lo leemos muchas veces porque nos encanta.
ResponderEliminarGracias por los comentarios. Los dos textos de este equipo creativo son muy originales y claramente de ruptura. Vale la pena leerlos y compartirlos.
ResponderEliminarBesos,
¡Qué lindo, Val! Muchas gracias. Buenísimas las fotos.
ResponderEliminarMe alegro, Didi, que te guste! besos,
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