Libros que
hablan sobre libros, libros que hablan sobre la literatura o libros que hablan
sobre la escritura siempre me han interesado. Seguramente muchxs de ustedes
recuerdan algún ejemplo en particular de estos libros sobre libros.
En tiempos
en que se sigue discutiendo en torno a la aparición de las netbooks en las
escuelas argentinas, sobre la revolución digital del libro y se siguen
publicando textos en torno a si el libro va a morir o no –el último que leí
sobre este tema es una conferencia del historiador de la lectura Roger Chartier
titulado ¿La muerte del libro? (LOM,
2010)- el libro álbum ¡Es un libro! de
Lane Smith (Océano, 2010) es un alegato a favor del libro impreso y una
interesante puesta en escena, con humor, de las relaciones entre la cultura
impresa y la cultura digital.
Se trata de
un libro álbum en el que los personajes son un mono, un asno y un ratón que
dialogan acerca de las particularidades y diferencias respecto de las
materialidades y los modos de leer entre la lectura de un libro y la lectura de
un texto digital. El mono lee un libro y
el asno lee y escribe en una netbook. El asno trata de entender qué se puede
hacer con un libro a partir de sus saberes TIC y el mono trata de ir
explicándole cómo se usa/lee un libro. Hasta que el mono le muestra el libro y
allí, usando el recurso de la doble página, como lectores nos encontramos ante
una página de un libro impreso con ilustraciones, en un efecto zoom como si fuéramos el asno. Y, en la
página siguiente, el asno tratando de abreviar el texto en el código digital
del chat y el mono volviendo a la lectura de su libro. Hasta que, unas páginas
más adelante, el asno toma el libro y, nuevamente con el recurso de la doble
página, nos encontramos con el asno leyendo en un sillón y un reloj en la parte
superior, escena que se repite a lo largo de la página doble para dar cuenta
del paso del tiempo y del estado de un lector cuando se mete en una historia y
el tiempo real se suspende. El libro vence, según Lane Smith en este libro
álbum, por sobre la cultura digital, ya que el asno se apropia del libro y el
mono se va a la biblioteca.
El discurso
verbal que da cuenta de las voces de los personajes también atiende a la
pertenencia al mundo del libro y al mundo digital ya que la voz del asno está
en tipografía azul como si fuera un texto digital, la del mono en letras rojas
como si se tratara de la tipografía de un libro y la del ratón –que aparece
solo en dos oportunidades como apoyo de la posición del mono- está en una tipografía
muy pequeña similar a su tamaño y como si se tratara de la de un libro para
primeros lectores.
Tal vez
podríamos discutir con la posición de Smith porque los usuarios de la cultura
digital aparecen como ignorantes, como asnos. El mono aparece como el que sabe
y el que explica y el asno, siguiendo la tradición popular, como el que no
entiende nada. Esta dicotomía creo que no es tal sobre todo cuando, cada vez
más, los que investigamos sobre las prácticas de lectura de niñxs y jóvenes
vemos que hay un claro vaivén entre la cultura digital y la cultura del libro,
que estos sujetos leen de maneras diversas y en formatos diversos. Más allá de
una posible polémica, ¡Es un libro! es
una oportunidad para descubrir un libro álbum sobre el libro como objeto de
nuestra cultura y sobre las tensiones entre la lectura y escritura digital con
las prácticas de lectura del libro impreso.
Otro libro que habla de libros y de lectores de
libros es el ya, acaso clásico, El
increíble niño comelibros de Oliver Jeffers (FCE, 2008), donde la lectura
aparece como una práctica vinculada con la gula, reproduciendo cierta metáfora
de la lectura como alimento que puede ser dañino o beneficioso para el lector.
Asimismo, la lectura aparece en una tensión entre una perspectiva
enciclopedista y una mirada más ligada al goce.
Dos libros
álbum sobre libros que son interesantes para compartir con otrxs –como hizo mi
amiga Natalia que me los prestó para reseñarlos en el blog- y reflexionar en torno al lugar que los libros
ocupan en nuestras vidas y en las de los niñxs y jóvenes.
Espero que les haya gustado este post, espero sus comentarios.
Besos.
Genial, val!
ResponderEliminarNo conocía a ninguno de los dos, y me tentaste con el del burro, el mono; bienvenida la polémica si sirve para hacernos pensar... Me lo prestás? ja,ja,ja!
Besos:>
Qué bueno que el blog sirva para conocer libros y autores!
ResponderEliminarGracias, Mati, por comentar.
Besos
Siempre me resultó interesante la metáfora de la alimentación asociada a la lectura así que me agendo este título para buscarlo en la Feria del Libro. También es atrapante la temática de la tensión entre la lectura por placer y/o por obligación que pareciera que es un poco así en la vida diaria.
ResponderEliminarCon respecto al otro título, me entusiasmó la historia en sí misma, especialmente que haya ganado el libro así que, agendado también.
Gracias, Adriana, por tu comentario! Besos,
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