El viernes pasado estuve de visita en la 24° Feria del libro
infantil y juvenil en el espacio El Dorrego (Zapiola 50) con mi amiga Natalia.
Como el horario la semana pasada era de 9 a 18 hs decidimos hacer la visita por
la mañana.
Llegamos a las once horas con un sol precioso y un poco de
frío. Ya en la entrada, varios grupos de niñxs de escuelas primarias estaban
esperando para entrar. En el hall de entrada nos topamos con una vitrina
pequeña en homenaje a Cortázar de la Librería La Nube, como es habitual en las
ediciones de la feria de los últimos años. En este caso, mucho más pequeña que
otros años.
Nuestra primera parada fue el estand de Colihue, uno de los
primeros al entrar. Ahí curioseamos un rato y aprovechamos las ofertas ya que
hacían un descuento del 40% para docentes. Una era cuatro ejemplares de la
colección Pajarito Remendado a 80$ y aproveché a comprar algunos que todavía no
tengo: La familia de la soga y Un gato como cualquiera de Graciela
Montes, El traje del emperador de
Andersen en versión de Gustavo Roldán y Cuento
con ogro y princesa de Ricardo Mariño. Además, llevé La clave encantada de Carlos Gorostiza de la colección Mascaritas,
para engordar mi biblioteca de teatro para niñxs, con un gran autor teatral
argentino. También volví a comprar el
texto de Gustavo Roldán, que alguna vez ya había tenido y regalé, El hombre que pisó su sombra.
Seguimos caminando y paramos en el estand de Océano. Este
año quería llevarme algunos libros que me habían quedado pendientes de la feria
anterior como El jardín del abuelo de
Lane Smith –que por suerte lo conseguí- y del mismo autor ¡Es un libro! pero en este último caso no tuve suerte, no estaba,
aparentemente, según me dijeron los vendedores, está descatalogado.
Pero, entre
los estantes encontré un pequeño libro rojo que se titula justamente El pequeño libro rojo de Phillippe
Brasseur que es un libro álbum que hace una relectura y reelaboración de
Caperucita Roja donde el libro rojo tiene una significación singular. En este
caso el descuento a docentes era del 20 %, así que también era para aprovechar.
A medida que íbamos recorriendo, nos encontramos con un
problema en la mayoría de los estands. No tenían señal para el posnet por lo
que en muy pocos lugares se podía pagar con tarjeta de débito o crédito. Esto
dificultó la posibilidad de comprar muchos libros que con Natalia habíamos
elegido.
Otra parada de nuestro recorrido fue El libro de
Arena-Calibroscopio donde nos encontramos , como siempre, con bellas ediciones
de Ekare, Kokinos, Barbara Fiore editora, entre otras, que son una delicia para
la vista y el alma, para poder leerlos en el estand aunque por los precios
fueran libros un poco caros. No llevé ninguno pero aproveché para leer y
conocer algunos libros de mi amado Jimmy Liao como El sonido de los colores, La noche estrellada o Gracias Conejito por una tarde maravillosa. Sí
encontré en Babel libros El ojo de vidrio
de mi abuelo nouvelle del escritor brasileño Bartolomeu Campos de Quierós a
$76.
Seguimos caminando, nos detuvimos en el estand de la Cámara
del libro, donde nos encontramos con libros de distintas editoriales pero lo
que habíamos elegido no pudimos llevarlo por la cuestión del posnet.
Otra parada fue Fondo de Cultura Económica. Ahí nos
sorprendió porque no vimos ninguna novedad respecto de los libros del año
pasado y de lo que hemos visto últimamente en librerías. Siempre ha sido un
estand donde nos encontramos con textos que nos sorprenden pero esta vez no fue
así.
Nos detuvimos en Sudamericana, con la esperanza de conseguir
Secretos de familia de Graciela
Cabal, otro libro que presté y perdí, pero no tuve suerte, no lo han reeditado
y tampoco tienen planes de hacerlo. Ahí aproveché para comprarme otro de Cabal
que leí pero no tengo: Batata.
En el recorrido, también paramos a ver los libros de Ediciones
Abran Cancha y ya elegimos los que iremos a comprar esta semana en nuestra
próxima visita a la feria, tres libros de poesías con un bello arte de tapa: Una ciudad mentirosa de Melina
Pogorelski, La oveja imaginaria de
Beatriz Actis y Hojas sobre la almohada de
Natalia Méndez.
Cerca de ahí visitamos el estand de Comunicarte, de Pictus,
de Quipu, del Naranjo y terminamos el recorrido en el estand de Alfaguara donde
no pude encontrar El perro del peregrino de
Liliana Bodoc y llevé dos libros que me había recomendado Natalia – La batalla de los monstruos y las hadas de
Graciela Montes y Mi amigo Luki-live de
Christine Nöstlinger, la autora de Por favor,
vuelve a casa que reseñé por acá recientemente-. Además, aproveché para
llevar uno de mi querida Elsa Bornemann que no tengo: Lobo rojo y caperucita feroz con ilustraciones de Cynthia
Orensztajn.
Cansadas pero contentas y con ganas de volver nos fuimos de
la feria a tomar algo y disfrutar del día de sol en alguno de los barcitos
lindos que hay en las cercanías de El Dorrego, como Oui oui o Pani.
¿Ya fueron a la feria? ¿Qué hallazgos encontraron?
Estas dos semanas estaré descansando un poco pero ocupada
con un proyecto que me tiene muy contenta. El sábado 26 de julio a las 20:30 hs
y repetimos el sábado 2 de agosto en el mismo horario se estrena Morada interior una obra con dramaturgia
de mi autoría en ElKafka espacio teatral (Lambaré 866) ¡Lxs espero!
Nos leemos y volvemos a encontrarnos por acá la semana del 4
de agosto.
Besos,
Verdaderamente, ¡una bella tarde de feria!
ResponderEliminarEsta semana volveré a Sudamericana para comprar Canción y pico de Laura Devetach para regalar y Oliverio junta preguntas de Silvia Schujer que hace tiempo que quiero leerlo, y a Ediciones del Naranjo a buscar Tucán aprende una palabra de Márgara Áverbach, que lo conocí por este blog, y Mateo y su gato rojo, que no me los pude llevar.
Un beso,
Natalia.
Muy buenas elecciones, Nati! todos los libros que querés comprar son muy interesantes y vale la pena tenerlos!
ResponderEliminarBesos