Hace una semana mi pareja me sorprendió con un regalo. Tenía envoltorio de libro pero era del tamaño de una caja. Mientras yo agradecía feliz su regalo, él me decía “lo vi y no pude dejar de comprarlo, pensé que lo tenías que tener, espero que no lo tengas”, insistentemente. Yo sabía que no lo tenía, aunque no sabía qué libro era.
Rompí el papel verde y me encontré con un cofre color cereza con una bella ilustración en la tapa y el título Princesas olvidadas o desconocidas de Philippe Lechermeir y Rébecca Dautremer, de editorial Edelvives.
Abrí la tapa y en su interior me encontré con el libro. Más abajo descubrí un cajoncito que tirando de la cinta roja se abría y encontré un cuaderno de hojas blancas –otro más para mi colección- con la misma ilustración de la tapa y, debajo, unas postales bellísimas que reproducían imágenes de princesas que estaban al interior del libro. Enseguida pensé en que esas postales me podrían servir para pensar consignas de escritura, emulando las cartas de Propp y desafiando a la imaginación.
Me acordé, inmediatamente, que este libro se lo había regalado a mi sobrina Trinidad el año pasado cuando estuvimos en Montevideo en el mes de agosto y que me había encantado.
Escribo este post y también aparece los comentarios de los estudiantes que están cursando el seminario de Literatura para niños que dicto en el IES 1, a partir de la exploración de libros ilustrados que realizamos la clase pasada, en torno a cuáles de esos libros ilustrados se podían considerar libros, teniendo en cuenta los múltiples formatos incluso el libro torre, y cuáles no, cuáles eran literatura y cuáles no.
Ayer terminé de leer el libro Princesas olvidadas o desconocidas y puedo decir que a pesar del packaging que podría confundir, este libro es un libro de literatura que muestra un universo de princesas imaginadas donde cada una de ellas se caracteriza a partir de un juego connotativo con su nombre que la constituye en tanto tal. Por ejemplo, Fasolá y Dorremí, nombres musicales que describen a dos princesas vinculadas con la música; o Deletrea de Eritrea que “lee todo lo que encuentra: novela, poesía, cuento, filosofía y hasta las revistas de cotilleos” o Varaseca descripta como una princesa “rígida como la justicia”, oscura, siempre vestida de negro o la princesa de la Noche que es hermana de Pamina, el personaje de La Flauta Mágica de Mozart.
Cada página es entrar al mundo de una princesa diferente, como si se tratara de un diccionario de princesas y cada una fuera una entrada. A su vez, el libro también incluye información sobre los castillos, comidas, refranes, modales y príncipes, como así también, nos da instrucciones de cómo descubrir a una verdadera princesa.
El libro es una invitación a recordar, también, otras princesas que hemos conocido gracias a la literatura y por qué no al cine. Y, también, es como recorrer el universo de princesas imaginadas por el autor y la ilustradora a través de la palabra y la imagen.
Eso sí, hay ciertas partes que son muy difíciles de leer o sólo se pueden descifrar con lupa porque la tipografía es muy pequeña y el fondo de color dificulta la lectura.
Más allá de este último detalle, con cofre o sin cofre, es un bello libro para disfrutar de las princesas que nos brindan Lechermeier y Dautremer.
¿Alguien conoce este libro? ¿Lo leyó? Espero que les guste este post y espero sus comentarios.
Besos,
Val
Rompí el papel verde y me encontré con un cofre color cereza con una bella ilustración en la tapa y el título Princesas olvidadas o desconocidas de Philippe Lechermeir y Rébecca Dautremer, de editorial Edelvives.
Abrí la tapa y en su interior me encontré con el libro. Más abajo descubrí un cajoncito que tirando de la cinta roja se abría y encontré un cuaderno de hojas blancas –otro más para mi colección- con la misma ilustración de la tapa y, debajo, unas postales bellísimas que reproducían imágenes de princesas que estaban al interior del libro. Enseguida pensé en que esas postales me podrían servir para pensar consignas de escritura, emulando las cartas de Propp y desafiando a la imaginación.
Me acordé, inmediatamente, que este libro se lo había regalado a mi sobrina Trinidad el año pasado cuando estuvimos en Montevideo en el mes de agosto y que me había encantado.
Escribo este post y también aparece los comentarios de los estudiantes que están cursando el seminario de Literatura para niños que dicto en el IES 1, a partir de la exploración de libros ilustrados que realizamos la clase pasada, en torno a cuáles de esos libros ilustrados se podían considerar libros, teniendo en cuenta los múltiples formatos incluso el libro torre, y cuáles no, cuáles eran literatura y cuáles no.
Ayer terminé de leer el libro Princesas olvidadas o desconocidas y puedo decir que a pesar del packaging que podría confundir, este libro es un libro de literatura que muestra un universo de princesas imaginadas donde cada una de ellas se caracteriza a partir de un juego connotativo con su nombre que la constituye en tanto tal. Por ejemplo, Fasolá y Dorremí, nombres musicales que describen a dos princesas vinculadas con la música; o Deletrea de Eritrea que “lee todo lo que encuentra: novela, poesía, cuento, filosofía y hasta las revistas de cotilleos” o Varaseca descripta como una princesa “rígida como la justicia”, oscura, siempre vestida de negro o la princesa de la Noche que es hermana de Pamina, el personaje de La Flauta Mágica de Mozart.
Cada página es entrar al mundo de una princesa diferente, como si se tratara de un diccionario de princesas y cada una fuera una entrada. A su vez, el libro también incluye información sobre los castillos, comidas, refranes, modales y príncipes, como así también, nos da instrucciones de cómo descubrir a una verdadera princesa.
El libro es una invitación a recordar, también, otras princesas que hemos conocido gracias a la literatura y por qué no al cine. Y, también, es como recorrer el universo de princesas imaginadas por el autor y la ilustradora a través de la palabra y la imagen.
Eso sí, hay ciertas partes que son muy difíciles de leer o sólo se pueden descifrar con lupa porque la tipografía es muy pequeña y el fondo de color dificulta la lectura.
Más allá de este último detalle, con cofre o sin cofre, es un bello libro para disfrutar de las princesas que nos brindan Lechermeier y Dautremer.
¿Alguien conoce este libro? ¿Lo leyó? Espero que les guste este post y espero sus comentarios.
Besos,
Val
Lo tuve en mis manos en la feria del Libro y no lo compré... Una tonta!
ResponderEliminarMe encantó tu descripción, me encantan esos mimos de Mr. A, me encanta que hagas estas reviews, Vale!
BEsitos:>
Gracias, Matichica, por tus comentarios! es un bello objeto libro para disfrutar. Y como son princesas con looks diferentes pueden venirte bien para tu blog! cuando quieras te lo presto! Besos,
ResponderEliminarVal
Vale! cuántas sorpresas por aquí!!! Recibí este libro como regalo de cumpleaños ( mi Mr.mimo) y quedé fascinada cuando me fui dejando llevar por sus páginas. A mí, lo de la tipografía pequeña me parece un encanto más, porque justamente te invita a descifrar, a buscar, a encontrar más allá de la vista simple. Algo así como un entrenamiento de la mirada sobre los secretos que guardan las pequeñas cosas.
ResponderEliminarComo siempre, un placer tus comentarios! Gracias!
Lo leí y lo regalé!! Un poco de aire fresco para la figura de las princesas tan agotada por Disney!! Una reivindicación!! Saludos!!
ResponderEliminarMarina
Hola a todas! gracias por los comentarios! Sí, es cierto que este libro rompe con las princesas edulcoradas de Disney y trae nuevos aires. Es interesante, Caro, tu apreciación de la letra pequeña como un ejercicio donde el lector tiene que aguzar la mirada para desentrañar los secretos de las princesas.
ResponderEliminarBesos,
Val
Vi ese libro un montón de veces y pensé: lo quiero, lo quiero!!! Pero como siempre priorizaba algún libro para la cursada lo dejaba(no es muy económico obviamente. Casualmente la semana pasada hablé con una laumna de ese libro y decidí que lo voy a pedir como regalo de cumpleaños... Dentro de un mes te cuento que me pareció.
ResponderEliminarBárbara (extraño el seminario)
Me parece bien Bárbara que te lo regales para tu cumple! Besos,
ResponderEliminarVal
Lo descubrí en una librería de Av. Rivadavia que tiene un .
ResponderEliminarsector infantil grande con una alfombra en el suelo para que peques y grandes nos sentemos a curiosear libros como el de este post.
Me gustó el hecho de que propone la reflexión sobre otro universo de princesas legitimadas posibles y no solo quedarnos en las estereotipadas tantas veces vistas en cuanto medio de comnicación haya.
Gracias por los comentarios! Sí, Adriana, este libro nos trae un universo de princesas para descubrir y redescubrir.
ResponderEliminarBesos,