domingo, 26 de septiembre de 2010

Un tratado del disparate













El fin de semana, aprovechando el tiempo de ocio, releí Zoo Loco de María Elena Walsh que salió hace dos semanas en la Biblioteca María Elena Walsh.

En este libro, Walsh se propone presentar un tratado del disparate a partir de limericks sobre animales. Como explica en la introducción, los limericks "se componen, nadie sabe por qué, de dos versos largos, dos cortos y otro largo."

En estos textos se privilegian las asociaciones no convencionales, la irreverencia y el disparate. El lenguaje se desorbita, las cosas cambian de estatuto y se resitúan en lugares impensables y los animales se metamorfosean y transforman en operaciones estrambóticas. Además, reina el mundo del revés que rompe con la lógica rutinaria para imponer una nueva lógica ligada al humor y al disparate. Como, por ejemplo, "Una Vaca que come con cuchara y que tiene un reloj en vez de cara" o una tortuga que "llega de Neuquén/ a Buenos Aires en un santiamén" o "Una Pava con fama de letrada/fue a decir un discurso en Ensenada./ La aplaudió mucha gente/ pero, naturalmente,/ la Pava sólo dijo una pavada."

Los limericks están ilustrados por Silvia Jacoboni (Perica) que apuesta al estilo del cómic y a los colores estridentes.

Zoo Loco (1964) se presenta como un tratado del disparate que anticipa con creces la producción posterior de María Elena Walsh y que, a pesar de los años que pasaron desde su primera edición, no pierde vigencia y sigue generando sonrisas o carcajadas en sus lectores.

4 comentarios:

  1. Hace mucho que no leo a M.E. Walsh y ahora que veo tu reseña me doy cuenta. Es que hay tantos autores que escriben literatura infantil que uno… necesitaría más ojos... lo que se me ocurre es que la experiencia de releer a los pioneros nos enriquece a la hora de descubrir a los nuevos autores. También se me ocurre que cuando salió Zoo Loco
    la crítica se ocupaba de otras cosas y M. E. W. inventaba un público o lo reinventaba con bastante soledad. Por mi parte, los sábados a la mañana tomaba Nesquik de frutilla escuchando sus canciones (La vaca estudiosa, Canción de la vacuna, Manuelita la tortuga, etc.) y hoy - después de todos estos años – si escucho el disco me acuerdo de las canciones y bailo como loca…
    Chaucha y palito.

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  2. Es muy linda la edición que está saliendo de Walsh en los quioscos. Especialmente los discos. Me pasó que si bien los libros de ella los pude recuperar porque abundan en las librerías, su música no había sido reeditada. Sobre todo su cautivante, poderosa voz. Es una autora para siempre volver. Más allá que a nosotros nos retrotraiga a nuestra infancia es grato ver cómo sigue gustando a las nuevas generaciones. Hay algo en la musicalidad de su palabra que encanta y encantará.

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  3. Gracias por los comentarios! sí, coincido con Nicolás que su música sigue generando nuevos adeptos y que sus canciones, como su literatura, no pasa de moda.
    Por otro lado, es interesante tu comentario Nikita, porque hoy María Elena Walsh es considerada una pionera en el campo de la literatura infantil argentina pero en esa época su producción venía a romper una tradición de literatura para niños fuertemente didactizante. Saludos,

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  4. Esta misma edición de Zoo Loco,pertenece a la biblioteca de mi hijita de 1 año. Desde que tenía meses disfrutamos de estos creativos limericks escritos por la Gran María Elena.

    Me encantó esta reseña.
    ¡¡¡Gracias profe!!!.

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