jueves, 25 de junio de 2015

Esta vez un autoregalo: Encuentros y desencuentros en la gran ciudad

En una visita a la librería Rayuela, en La Plata, para descubrir algunas novedades de la LIJ, me autoregalé Vidas modernas de Ángeles Durini y Didi Grau (Del eclipse, 2014), que hacía tiempo que quería tener.



La historia de Xul y Rinoceronte podría ser la historia de tantas personas que viven en la gran ciudad, en el anonimato de la metrópolis o en la soledad del ruido urbano. Dos personas que se quieren, que viven sus propias vidas en su individualidad pero que por momentos se encuentran, se descubren y quieren compartir sus vidas.
Como cuenta Ángeles Durini, fue mirar la reproducción del cuadro Ciudad Lagui de Xul Solar y descubrir una historia para contar. Un cuadro de Xul, una imagen y la imaginación puesta a funcionar, a disparar historias posibles.

Azul  y celeste como colores predominantes y poesía en verso  para narrar la historia de una amistad entre Xul y el Rinoceronte en una gran ciudad, con enormes edificios, escaleras que se trepan al cielo, que suben y bajan, que llegan a destino o a ningún lugar. Cada uno vive en su apartamento y se visitan cuando tienen ganas, o se alejan cuando necesitan estar solos, se pierden en el laberinto de la noche o se refugian cada uno en su rulo. Dos amigos que se quieren y comparten la vida.



El texto poético de Durini nos traslada a una amistad tierna donde se da lugar al lenguaje coloquial pero también a las sutilezas e imágenes y las ilustraciones de Didi nos muestran un paisaje urbano de encuentros y desencuentros donde prevalece la doble página para contar esta historia, nutriéndose del cómic, el arte naif, la fotografía intervenida y cierto aire del arte de Xul Solar artista que ya Didi había tomado en su Mago Xul  (Calibroscopio, 2009)-.
Xul y Rinoceronte, Ángeles y Didi, diálogos en la gran ciudad. Una historia sencilla y tierna sobre la amistad.
Para conocer un poco más sobre este libro, visiten el blog de Didi:

lunes, 22 de junio de 2015

Semana de regalos: 5° cumpleaños del blog!



Esta semana el blog cumple cinco años y lo festejo reseñando libros que me regalaron y quiero compartir con ustedes, lxs que me siguen, me leen, comparten sus opiniones, lecturas y comentarios. Están ahí, del otro lado, sumando miradas para seguir sosteniendo este espacio de intercambio en torno a la literatura y la cultura con niñxs, para y con las infancias.

Hace un tiempo, mi amiga Natalia  estuvo en Colombia y como ya reseñé por acá, me trajo
algunos libros de regalo. En el fondo de la valija, después de terminar de ordenar sus libros, encontró otro que también estaba destinado para mí. Y finalmente llegó a destino.
Se trata de Ahí estabas de Claudia Rueda, editado por Oceáno en 2014 y ya en circulación también aquí en Argentina.


Ahí estabas es un libro álbum donde la materialidad de la escritura y la creación literaria
están en el centro de la escena. Apenas abrimos el libro y ya en las guardas nos encontramos con un lápiz que dibuja renglones en la hoja, como las líneas garabateadas en la portada. La escritura y el escribir o dibujar como práctica, como ejercicio o como posibilidad de lo imaginario. Una línea
inconclusa y pasar otra vez la página.

Un narrador en primera persona que le habla a un otro ausente al que interpela a partir de la evocación de distintos momentos de la vida. Situaciones donde el narrador se sintió solo, diferente, aislado, incómodo, distante. En aquellos momentos donde la tristeza lo invadió, o bien cuando las historias imaginarias lo acogieron y la literatura fue la oportunidad de dialogar con otrxs. Momentos donde ese otro, al que el narrador le habla, ha estado ahí, como compañero fiel.  La escritura o, mejor dicho, el corazón de grafito del lápiz que le/nos da la posibilidad de inventarnos y reinventarnos una y otra vez.

Ahi estabas de Claudia Rueda narra una historia sencilla a través de dobles páginas donde el narrador se hace presente en un dibujo sobre una goma de borrar y las situaciones de la vida se presentan en trazos apenas delineados, ligeramente esfumados, tenues, donde el color solo aparece para poner el acento en alguna situación. Imágenes en las que se entrama el dibujo y la fotografía, con una enorme sencillez se construye un diálogo entre discurso verbal y discurso visual, entre el yo que narra y el otro que acompaña, entre la autora y el/la lector/a.


Hermoso libro para pensar en la poesía de la escritura y las posibilidades que nos brinda, imaginar otro modo de habitar el mundo.  

martes, 2 de junio de 2015

Hallazgos de un día cualquiera XIII: Pedro el Desgreñado de Heinrich Hoffmann



El viernes 15 de mayo se realizó en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación la Feria de Editoriales independientes en la que participaron más de veinte expositores de distintas partes del país. Ese día iniciaba el dictado del seminario de posgrado “Infancias y literatura” por lo que recién a la tarde, cuando ya estaba cerrando la feria, pude acercarme a mirar un poco qué había quedado disponible. En el medio de los estands improvisados sobre cajas de madera en el pasillo de uno de los edificios de la facultad, me encontré con las exquisitas ediciones de Barba de abejas, editorial que publica libros en forma artesanal y con un cuidado trabajo estético y literario.  


Allí, en una pequeña caja, ya lista para ser embalada, quedaba un ejemplar de Der Struwwelpeter –Pedro el desgreñado- del médico y escritor alemán Heinrich Hoffmann. Este libro, como ustedes saben, lo traje de uno de mis últimos viajes a Alemania, en una edición facsimilar en alemán. Pero aquí estaba en castellano, con las ilustraciones originales del Dr. Hoffmann en la edición homenaje de Rütten & Loening de 1917, y en una delicada edición que incluía el texto en alemán, la traducción al inglés de Mark Twain y la traducción al español de Erich Schierloh.
Este libro ha sido traducido a muchísimos idiomas y es uno de los libros alemanes más conocido en todo el mundo. En cada una de las historias que se cuentan en este texto, distintos niños se portan mal, desobedecen a sus padres y son castigados por ello, en algunos casos con castigos ejemplares y extremos. La intención que tenía este texto que Hoffmann escribió pensando en sus hijos era claramente didactizante. En ese sentido, las ilustraciones acompañan el texto reforzando esa dimensión pedagógica y didáctica de cada relato.


Por ejemplo, “La historia de Chupadedos” cuenta cómo Conrado desobedece todo el tiempo a su madre en cuanto a no chuparse los dedos, entonces es castigado por un sastre que con grandes tijeras le corta los dedos.
Der Struwwelpeter o Pedro el Desgreñado en esta bella edición es un libro para atesorar cuidadosamente –para ello la edición viene en una bolsa con ziploc para protegerlo- y disfrutar de estas historias didácticas desopilantes por lo extremas.
Para conocer un poco más de esta editorial independiente pueden linkear Facebook.com/barbadeabejas

Nos seguimos leyendo en una pausa entre las múltiples actividades que estoy teniendo por esta época.