lunes, 21 de julio de 2014

Viernes en la Feria del libro infantil y juvenil: un recorrido posible

El viernes pasado estuve de visita en la 24° Feria del libro infantil y juvenil en el espacio El Dorrego (Zapiola 50) con mi amiga Natalia. Como el horario la semana pasada era de 9 a 18 hs decidimos hacer la visita por la mañana.
Llegamos a las once horas con un sol precioso y un poco de frío. Ya en la entrada, varios grupos de niñxs de escuelas primarias estaban esperando para entrar. En el hall de entrada nos topamos con una vitrina pequeña en homenaje a Cortázar de la Librería La Nube, como es habitual en las ediciones de la feria de los últimos años. En este caso, mucho más pequeña que otros años.

Nuestra primera parada fue el estand de Colihue, uno de los primeros al entrar. Ahí curioseamos un rato y aprovechamos las ofertas ya que hacían un descuento del 40% para docentes. Una era cuatro ejemplares de la colección Pajarito Remendado a 80$ y aproveché a comprar algunos que todavía no tengo: La familia de la soga y Un gato como cualquiera de Graciela Montes, El traje del emperador de Andersen en versión de Gustavo Roldán y Cuento con ogro y princesa de Ricardo Mariño. Además, llevé La clave encantada de Carlos Gorostiza de la colección Mascaritas, para engordar mi biblioteca de teatro para niñxs, con un gran autor teatral argentino.  También volví a comprar el texto de Gustavo Roldán, que alguna vez ya había tenido y regalé, El hombre que pisó su sombra.

Seguimos caminando y paramos en el estand de Océano. Este año quería llevarme algunos libros que me habían quedado pendientes de la feria anterior como El jardín del abuelo de Lane Smith –que por suerte lo conseguí- y del mismo autor ¡Es un libro! pero en este último caso no tuve suerte, no estaba, aparentemente, según me dijeron los vendedores, está descatalogado. 


Pero, entre los estantes encontré un pequeño libro rojo que se titula justamente El pequeño libro rojo de Phillippe Brasseur que es un libro álbum que hace una relectura y reelaboración de Caperucita Roja donde el libro rojo tiene una significación singular. En este caso el descuento a docentes era del 20 %, así que también era para aprovechar.






A medida que íbamos recorriendo, nos encontramos con un problema en la mayoría de los estands. No tenían señal para el posnet por lo que en muy pocos lugares se podía pagar con tarjeta de débito o crédito. Esto dificultó la posibilidad de comprar muchos libros que con Natalia habíamos elegido. 
Otra parada de nuestro recorrido fue El libro de Arena-Calibroscopio donde nos encontramos , como siempre, con bellas ediciones de Ekare, Kokinos, Barbara Fiore editora, entre otras, que son una delicia para la vista y el alma, para poder leerlos en el estand aunque por los precios fueran libros un poco caros. No llevé ninguno pero aproveché para leer y conocer algunos libros de mi amado Jimmy Liao como El sonido de los colores, La noche estrellada o Gracias Conejito por una tarde maravillosa. Sí encontré en Babel libros El ojo de vidrio de mi abuelo nouvelle del escritor brasileño Bartolomeu Campos de Quierós a $76.
Seguimos caminando, nos detuvimos en el estand de la Cámara del libro, donde nos encontramos con libros de distintas editoriales pero lo que habíamos elegido no pudimos llevarlo por la cuestión del posnet.
Otra parada fue Fondo de Cultura Económica. Ahí nos sorprendió porque no vimos ninguna novedad respecto de los libros del año pasado y de lo que hemos visto últimamente en librerías. Siempre ha sido un estand donde nos encontramos con textos que nos sorprenden pero esta vez no fue así.
Nos detuvimos en Sudamericana, con la esperanza de conseguir Secretos de familia de Graciela Cabal, otro libro que presté y perdí, pero no tuve suerte, no lo han reeditado y tampoco tienen planes de hacerlo. Ahí aproveché para comprarme otro de Cabal que leí pero no tengo: Batata.

En el recorrido, también paramos a ver los libros de Ediciones Abran Cancha y ya elegimos los que iremos a comprar esta semana en nuestra próxima visita a la feria, tres libros de poesías con un bello arte de tapa: Una ciudad mentirosa de Melina Pogorelski, La oveja imaginaria de Beatriz Actis y Hojas sobre la almohada de Natalia Méndez.


Cerca de ahí visitamos el estand de Comunicarte, de Pictus, de Quipu, del Naranjo y terminamos el recorrido en el estand de Alfaguara donde no pude encontrar El perro del peregrino de Liliana Bodoc y llevé dos libros que me había recomendado Natalia – La batalla de los monstruos y las hadas de Graciela Montes y Mi amigo Luki-live de Christine Nöstlinger, la autora de Por favor, vuelve a casa que reseñé por acá recientemente-. Además, aproveché para llevar uno de mi querida Elsa Bornemann que no tengo: Lobo rojo y caperucita feroz con ilustraciones de Cynthia Orensztajn.


Cansadas pero contentas y con ganas de volver nos fuimos de la feria a tomar algo y disfrutar del día de sol en alguno de los barcitos lindos que hay en las cercanías de El Dorrego, como Oui oui o Pani.  
¿Ya fueron a la feria? ¿Qué hallazgos encontraron?
Estas dos semanas estaré descansando un poco pero ocupada con un proyecto que me tiene muy contenta. El sábado 26 de julio a las 20:30 hs y repetimos el sábado 2 de agosto en el mismo horario se estrena Morada interior una obra con dramaturgia de mi autoría en ElKafka espacio teatral (Lambaré 866) ¡Lxs espero!
Nos leemos y volvemos a encontrarnos por acá la semana del 4 de agosto.
Besos,




jueves, 17 de julio de 2014

En lengua alemana III: Por favor, vuelve a casa

En esta tercera entrega de la sección "En lengua alemana" les presento una novela de la escritora austríaca Christine Nöstlinger, ganadora del premio Hans Christian Andersen en 1984, titulada Por favor, vuelve a casa (Norma, 2010). Este texto es un ejemplo más de cómo esta autora se interesa por temáticas como la discriminación, la educación de lxs niñxs y jóvenes, las relaciones familiares, la marginación, el erotismo, temáticas que chocan con una sociedad conservadora como la austríaca pero que muestran la realidad de lxs niñxs en la contemporaneidad. 



Por favor, vuelve a casa relata la crisis que se cierne sobre una familia a partir de la huida de una hija adolescente, narrada por su hermana menor que no llega a entender totalmente lo que sucede pero que, de a poco, irá investigando para llegar a la verdad. 
Este texto presenta a una familia ensamblada- la madre, Kurt su nueva pareja, una niña y un niño fruto de este matrimonio y las dos hijas de la madre con su primer marido. Todos viven en un ambiente familiar tenso, de una difícil convivencia. La madre, nerviosa y desboradada por la maternidad masiva, la suegra que ingresa por momentos en el relato para establecer lo que está bien y lo que está mal, un padre ausente con otra familia y una abuela paterna afectuosa con sus nietas pero que atraviesa una situación difícil con su hijo y con su marido. 
Ilse, la hija que huye,  es una adolescente que vive en un ambiente familiar complejo, con muchas exigencias, poca demostración de afecto y una madre difícil. Ilse es una chica que busca su lugar en el mundo y en la familia,  a pesar del desamor. 
Una novela apasionante que pone la lupa en cómo se configuran los vínculos familiares y cómo una adolescente intenta ser reconocida por su madre y encontrar su lugar en una familia numerosa. 
¿La conocían a esta autora? ¿Qué otros textos han leído o trabajado que aborden estas temáticas? 
Besos,


miércoles, 16 de julio de 2014

Feria del libro infantil: algunas actividades

Hoy comparto algunas actividades organizadas por ALIJA en la Feria del libro infantil y juvenil . Próximamente publicaré el recorrido para no perderse.



Besos,

jueves, 10 de julio de 2014

Colaboraciones IV: 1001 Libros infantiles que hay que leer antes de crecer

La reseña que publico hoy forma parte de la sección "Colaboraciones", es decir, textos que me acercan lectorxs del blog. En este caso se trata de una reseña de Laura García, colega de la Universidad Nacional de Tucumán, recientemente doctorada con una tesis sobre la literatura para niñ@s argentina y la memoria reciente. El libro que se reseña es 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer de Quentin Blake y Julia Eclleshare (Grijalbo, 2010). 



               
“La lectura supone darle al otro armas para ser diverso de sí mismo” afirma Daniel Goldin en un libro imprescindible para reflexionar sobre la lectura, Los días y los libros. Divagaciones sobre la hospitalidad de la lectura (2006). Por medio de las sugerencias o recomendaciones que circulan en este espacio compartimos voluntariamente esas formas de intervenir en el otro a través de la literatura.
En esta oportunidad me interesa contribuir a reflexionar sobre nuestro posicionamiento como mediadores entre los chicos y los libros. Por eso, quiero presentarles un libro que llegó a mis manos por una amiga que conoce mi interés por avanzar en mis estudios sobre literatura e infancia. Como anticipa el título se trata de 1001 Libros infantiles que hay que leer antes de crecer del ilustrador Quentin Blake y la periodista inglesa Julia Eccleshare. Cuando empecé a explorar este voluminoso ejemplar no pude dejar de asociarlo con otros dos textos de características similares, que estudié para participar en las II Jornadas de Poéticas de Literatura para niños, en la Universidad Nacional de La Plata. Me refiero a La literatura para niños y jóvenes. Guía de exploración de sus grandes temas (1975) del francés Marc Soriano, traducido al español por Graciela Montes, y Con este sí, con este no. Más de 500 fichas de literatura infantil argentina (1992) de Ruth Melh.
 Aquel trabajo se basó en el análisis comparativo de estos textos para adultos que hablan sobre literatura infantil y se organizan a partir de características enciclopédicas, como un modo de facilitar el ingreso al campo infantil a una diversidad de lectores (padres, docentes, bibliotecarios, etc.). Actualmente, considero que el texto de esta reseña se suma a esa serie de libros que recopilan, seleccionan y recomiendan la lectura de textos para niños guiando al adulto en ese rol de mediador entre la literatura y los chicos. La pregunta que intentan responder estos textos es qué leer a los chicos para orientar sus intereses literarios. Es importante resaltar que no se trata de un texto destinado a los lectores niños sino al adulto como lector indirecto de la literatura infantil y en ese cruce aparece una doble operación de la crítica y las editoriales. Por un lado, se prioriza la intención de recomendar u orientar la lectura del campo de acuerdo con ciertos criterios (estéticos o evolutivos) y, por otro, se organiza a modo de inventario un canon que funciona seleccionando y legitimando la lectura de ciertos textos, autores e ilustradores.
Entre las particularidades que tiene el libro reseñado aquí se destaca la dupla autoral: una muy buena combinación entre un ilustrador y una especialista del campo infantil, que pone de relieve el lugar creciente de la ilustración en los últimos años. Cumpliendo el anhelo de ciertos lectores coleccionistas se recopilan las tapas de las primeras ediciones de muchos de los textos referidos. Además, los comentarios reúnen las voces de distintos especialistas o autores reconocidos que participan como colaboradores especiales o se refieren a los textos –especialmente, en el caso de los cuentos clásicos de la literatura- a partir de sus propias experiencias lectoras. La editorial que publica esta recopilación es Grijalbo, quizás, por eso reconocemos una mayor presencia de autores españoles, junto con la de autores ingleses, franceses y estadounidenses en su mayoría. Si bien, el texto aborda predominantemente la producción occidental del hemisferio norte, entre los autores consagrados desde hace décadas en nuestro campo se encuentran Horacio Quiroga, Javier Villafañe y María Elena Walsh. Pero fue muy agradable la sorpresa al encontrar entre los textos de nuestra literatura a Toby de Graciela Cabal, Casiperro del Hambre de Graciela Montes, Las visitas de Silvia Schujer e Historias a Fernández de Ema Wolf. En el mismo plano se destaca el trabajo de Alberto Pez, Jorge Sanzol y Oscar Rojas como los ilustradores argentinos de las ediciones reseñadas.
Textos y autores claves dentro de la literatura argentina para niños que contribuyen a desestabilizar a través de su poética y sus formas estéticas las fronteras del género y los planteos que relegan a la literatura infantil a las márgenes del sistema literario. Pero hay algo más para agregar, la presencia de estos textos y autores forma parte de la inscripción latinoamericana que compone este panorama internacional, entre los que también se destacan: la brasileña Ana María Machado, el chileno Antonio Skármeta y el uruguayo Roy Berocay.  
Se podría decir mucho más de esta edición y de este tipo de textos monumentales. En términos generales, la organización presenta un corpus de textos y autores canonizados; es importante revisar quiénes quedaron afuera o cuáles fueron los criterios para realizar el recorte planteado; en este caso se abarca una importante franja de lectores al agrupar por edades a los destinatarios; los cuentos tradicionales son ineludibles en este tipo de obras pero también lo son ciertos autores clásicos de la literatura y, lo último, uno de los aportes centrales es la reseña de textos actuales abarcando a jóvenes o adolescentes como destinatarios. Particularmente, me interesa este tipo de textos porque interpelan mi propio itinerario lector y me invitan a buscar respuestas sobre qué textos me resultan imprescindibles como lectora. Entonces, asumo el desafío que este ejercicio supone y me detengo en los detalles porque apuesto al trabajo del lector que desde esa marca subjetiva organiza sus propios recorridos, ensaya modos de leer e intenta acercar la literatura a los otros abriendo nuevas puertas.
Para despejar algunas de las principales expectativas que genera este tipo de textos, para que un niño se convierta más adelante en un lector creativo que busca algo nuevo en cada texto, que se reconoce en la autonomía que da la experiencia de lectura y para quien ésta representa un espacio de libertad el mediador tiene que ser lector, afirma Graciela Cabal, y transmitir un auténtico interés por la literatura. Nuestra propia experiencia como lectores es la herramienta que fundamenta nuestra apuesta por la importancia cultural de la lectura y la exploración por la literatura.

Gracias, Laura, por tu colaboración y recomendación. 
Besos, 


viernes, 4 de julio de 2014

Ficción con pez rojo



Otra vez la valija viajera de Natalia trajo una sorpresa exquisita: El pez rojo de Taeeun Yoo (Kalandraka, 2011). 
Leer este libro álbum es, ya desde la portada,  ingresar a un universo oriental donde las reminiscencias al universo de la ficción se disparan a partir del marco rojo que inscribe la imagen de un libro y un pez rojo, en una extraña relación que despierta curiosidad. Abrimos el libro y en las guardas nos encontramos con una imagen en sepia, con matices antiguos,  de los estantes de una biblioteca donde conviven los libros con adornos como un jarrón,  una lechuza o un viejo reloj.
Avanzamos con la lectura y nos zambullimos en un relato de un abuelo bibliotecario y un niño que va de visita a la biblioteca del bosque con su pececito rojo. Sorprendido por ese mundo extraño de libros y más libros el niño recorre cada estante y, luego de un rato, abrumado por los libros y la lectura se queda dormido. Cuando se despierta elige un libro para leérselo al pececito rojo pero descubre que ya no está a su lado. Lo busca por la biblioteca hasta que lo ve cerca de un libro pero cuando se acerca ya no está, otra vez. Es allí donde la ficción nos depara una sorpresa y entramos en otro nivel de ficción donde la literatura invade todo y el niño se zambulle de lleno en la literatura, en los mundos posibles -dobles páginas donde el sepia permanece y el pez es lo único de color. 
Un relato donde los libros llevan al personaje hacia lugares impensados, viajar sin moverse del lugar. una biblioteca como forma de conocer otros mundos posibles, la literatura como pasaporte a la aventura y un pez rojo como compañero de viaje. 
Un libro de factura bella, un objeto para atesorar y disfrutar una y otra vez. Un libro sobre libros, con libros y de libros. 
¿Qué otros libros conocen donde la literatura es un personaje más? 
Besos, 
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